Evangelio Viviente
¿Estás siendo tentado?
Lee Hebreos 2.17-18
La tentación es el precio de la libertad que has ganado en Cristo. Jesús te hizo libre, pero dentro de esa libertad te dio la posibilidad de que puedas decidir en contra de lo que le agrada a Cristo. Jesús sabe por cuales tentaciones estás tú pasando ahora mismo.
Ser tentado no es pecado, el pecado está en caer en la tentación. En regodearse, en saborear el ser tentado... para finalmente caer en la tentación.
Pecas cuando cedes para hacer lo que le desagrada a Jesús, aunque nadie más lo sepa. Pero Jesús si sabe que has caído en la tentación. Pero lo más importante: Jesús tiene compasión de ti.
Yo tengo gozo en mi corazón al saber que Jesús tiene compasión de mí en mis tentaciones. ¿Sientes tú lo mismo?
Jesús tiene compasión. Él es tu Sumo sacerdote. Él intercede por ti. Jesús es tu único mediador. También es tu Dios compasivo.
La Biblia te dice en Hebreos 4.14-16: «Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro». Bendito sea Jesús. No estamos solo en medio de la tentación. Él fue tentado en todo, como nosotros, pero sin pecado.
En 1 Juan 2.16 están las tres áreas de tentación: «Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo». Jesús, como real hombre que fue, fue tan tentado como tú y como yo en los deseos pecaminosos, en la lujuria de los ojos y en las vanaglorias humanas, pero sin pecado. A Jesús le laten las entrañas cuando tú eres tentado. Él comprende la tentación en que estás, Él te alienta a salir de la tentación, Él te liberta del poder de la tentación.
Reflexión:
Tengo un Jesús que es compasivo. Tengo un Jesús que fue tentado. Tengo un Jesús que venció la tentación. Tengo un Jesús que es compasivo conmigo.