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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Jeremías 51:1-53

51 Así dice el Señor:
Voy a suscitar contra Babilonia
y contra sus habitantes, los caldeos,
un viento que será devastador.
Enviaré contra Babilonia
extranjeros que la aventarán
y vaciarán su territorio:
la atacarán por todas partes
el día de la catástrofe.
¡Que no desfallezcan los arqueros
ni se cansen los que visten coraza!
No perdonen a sus guerreros,
exterminen a todo su ejército.
Caerán heridos en tierra caldea,
gente atravesada en sus calles.
¡Que no han enviudado Israel y Judá
de su Dios, el Señor del universo!
En cambio la tierra caldea
es culpable ante el Santo de Israel.
Huyan de en medio de Babilonia,
pongan a salvo sus vidas,
no perezcan por su culpa;
que es la hora de la venganza del Señor,
el día en que les dará su merecido.
Babilonia era una copa de oro,
manejada por la mano del Señor,
que emborrachaba a toda la tierra;
las naciones bebían de su vino
y así quedaban aturdidas.
Y Babilonia cayó de repente
y se rompió: ¡lloren por ella!
Traigan bálsamo para sus heridas,
tal vez la podamos curar.
Quisimos curar a Babilonia,
pero es imposible: ¡déjenla,
vayamos cada cual a nuestra tierra!
Pues su condena llega hasta el cielo,
alcanza la altura de las nubes.
10 El Señor ha sentenciado a nuestro favor;
vamos, contaremos en Sión
la hazaña del Señor, nuestro Dios.
11 Afilen las flechas, embracen los escudos;
el Señor incita a los reyes de Media,
porque ha decidido destruir Babilonia:
es la venganza del Señor
por haber destruido su Templo.
12 Levanten las enseñas
contra los muros de Babilonia;
refuercen la guardia,
pongan centinelas,
tiendan emboscadas.
El Señor ejecuta lo que piensa,
lo que predijo contra Babilonia.
13 Ciudad llena de tesoros,
situada junto a aguas caudalosas,
te ha llegado el fin, terminan tus rapiñas.
14 El Señor del universo lo jura por su vida:
Te he llenado de gente,
innumerable como plaga de langosta,
que cantarán victoria sobre ti.
15 Él hizo la tierra con su poder,
estableció el orbe con su sabiduría,
desplegó el cielo con su inteligencia.
16 Cuando él alza la voz,
retumban las aguas del cielo,
hace subir a las nubes
desde el confín de la tierra;
con los rayos provoca la lluvia
y saca de sus depósitos el viento.
17 Se embrutece quien se fía de su ciencia,
el orfebre se avergüenza
del ídolo que ha hecho:
sus imágenes son mentira, sin espíritu;
18 son frustrantes, obras engañosas,
desaparecerán el día del castigo.
19 No es así la porción de Jacob,
pues él ha creado todo;
Israel es tribu de su propiedad,
su nombre es Señor del universo.
20 Tú eres mi maza,
mi instrumento de guerra:
contigo machacaré naciones,
contigo aniquilaré reinos;
21 machacaré caballos y jinetes,
machacaré carros y aurigas;
22 machacaré hombres y mujeres,
machacaré jóvenes y adultos,
machacaré muchachos y muchachas;
23 machacaré pastores y rebaños,
machacaré labriegos y yuntas,
machacaré gobernadores y magistrados.
24 Y haré que pague Babilonia
y toda la gente caldea
todo el mal que perpetraron
en Sión delante de ustedes
—oráculo del Señor—.
25 Aquí me tienes, montaña asesina,
asesina de toda la tierra
—oráculo del Señor—.
Extenderé mi mano contra ti,
te lanzaré rodando desde las peñas,
te convertiré en montaña quemada.
26 Nadie acudirá donde ti
a buscar una piedra angular
o una piedra para cimentar,
pues serás una ruina perpetua
—oráculo del Señor—.
27 Alcen el estandarte sobre la tierra,
toquen a rebato entre los pueblos;
convoquen naciones
a una guerra santa contra ella,
recluten reinos contra ella:
Ararat, Miní y Asquenaz;
designen contra ella un general,
envíen caballos como langostas erizadas.
28 Convoquen naciones
a una guerra santa contra ella,
llamen a los reyes de Media,
a sus gobernadores y magistrados,
y a todo el territorio que gobierna.
29 La tierra temblará y se estremecerá
cuando se cumplan contra Babilonia
los planes del Señor para con ella:
conviértanla en pura desolación,
sin nadie que la habite.
30 Los soldados de Babilonia ya no luchan,
se quedan metidos en las fortalezas,
se agota su valor, son como mujeres;
el fuego consume sus edificios,
sus cerrojos están destrozados.
31 Un correo alcanza a otro correo,
un mensajero a otro mensajero,
para comunicar al rey de Babilonia
que ha caído totalmente su ciudad.
32 Los vados están cortados,
han incendiado las esclusas,
los soldados están aterrados.
33 Así dice el Señor del universo, Dios de Israel:
Ha quedado la capital de Babilonia
como una era en tiempo de trilla;
cuando pase un poco de tiempo,
le llegará la hora de la cosecha.
34 Nabucodonosor, rey de Babilonia,
me ha comido, me ha devorado
y ha dejado el plato vacío;
me ha engullido como un dragón,
ha llenado su vientre
con lo más delicioso de mí,
y después me ha vomitado.
35 Dice la población de Sión:
“Sea Babilonia responsable
de la violencia que he sufrido”.
Dice también Jerusalén:
“Sean los caldeos responsables
de haber derramado mi sangre”.
36 Por eso, así dice el Señor:
Voy a defender tu causa,
voy a tomar venganza en tu lugar:
secaré todas sus aguas,
agotaré todas sus fuentes;
37 Babilonia acabará en ruinas,
en una cueva de chacales,
objeto de espanto y de burla,
sin nadie que la habite.
38 Rugen todos como leones,
gruñen como crías de león.
39 Cuando estén en pleno ardor,
les proporcionaré bebidas,
haré que se emborrachen
para que, llegada la euforia,
duerman un sueño eterno
y no despierten
—oráculo del Señor—.
40 Los llevaré como corderos al matadero,
lo mismo que carneros o cabritos.
41 ¡Cómo ha sido conquistada Babilonia,
capturada la admiración de toda la tierra!
¡Cómo ha sido reducida a espanto
en medio de las naciones!
42 El mar se estrelló contra Babilonia,
la inundó con sus olas tumultuosas;
43 sus ciudades quedaron desoladas,
como tierra desértica y reseca;
ya no habrá nadie que las habite,
nadie que pase por ellas.
44 Pediré cuentas a Bel en Babilonia,
le haré vomitar lo que ha tragado;
ya no afluirán los pueblos a ella,
hasta su muralla se ha derrumbado.
45 ¡Salgan de ella, pueblo mío,
que todos se pongan a salvo
del incendio de la ira del Señor!
46 Que no desfallezca su ánimo
por los rumores que recorren el país,
pues cada año corre un rumor:
“la violencia reina en el país,
un gobernante expulsa a otro gobernante”.
47 Pues bien, llegan días
en que destruiré los ídolos de Babilonia,
su país quedará desconcertado,
todo él repleto de víctimas.
48 Cielo, tierra y cuanto hay en ellos
prorrumpirán en gritos de alegría
cuando sepan lo que le espera a Babilonia,
pues los devastadores
llegan del norte contra ella
—oráculo del Señor—.
49 Por toda la tierra cayeron
los heridos que causó Babilonia;
ahora tiene que caer Babilonia
por las víctimas causadas a Israel.
50 Los que han sobrevivido a la espada,
márchense, no se queden aquí:
acuérdense del Señor,
cuando estén lejos,
lleven a Jerusalén en el corazón.
51 Hemos oído avergonzados la ignominia,
nuestro rostro se cubrió de vergüenza:
dicen que extranjeros han pisado
la parte más santa del Templo del Señor.
52 Pues bien, llegan días
—oráculo del Señor—
en que pediré cuentas a sus ídolos,
y sus heridos gemirán por todo el país.
53 Aunque Babilonia suba hasta el cielo
y ponga su fortaleza en las alturas,
enviaré contra ella a los devastadores
—oráculo del Señor—.

Tito 2

III.— RECTA CONDUCTA CRISTIANA Y SUS FUNDAMENTOS (2,1—3,7)

Deberes de los diferentes estados

Por tu parte, enseña en conformidad con la auténtica doctrina. Que los ancianos sean sobrios, serios y prudentes; que vivan con autenticidad la fe, la paciencia y el amor. Y las ancianas lo mismo: que se comporten como corresponde a creyentes; que no sean calumniadoras ni esclavas del vino, sino maestras de bondad. Enseñarán así a las jóvenes a ser esposas y madres amantes, a ser sensatas y castas, a cuidar con esmero de su casa, a ser bondadosas y respetuosas con sus maridos para que nadie pueda hablar mal de la palabra de Dios.

Exhorta igualmente a los jóvenes a ser equilibrados, presentándote tú mismo en todo como un modelo de buena conducta. Sé íntegro en la enseñanza, serio en el comportamiento, auténtico e irreprochable en el hablar. De ese modo el enemigo quedará en evidencia al no tener nada malo que decir contra nosotros.

Que los esclavos respeten siempre la autoridad de sus amos y traten de agradarlos. Que no los contradigan 10 ni los engañen. Al contrario, que les profesen una perfecta y plena fidelidad para así honrar en cualquier circunstancia la enseñanza recibida de Dios, nuestro Salvador.

Jesucristo como fundamento de nuestra salvación

11 Se ha hecho, en efecto, visible la bondad de Dios que trae la salvación a toda la humanidad, 12 enseñándonos a renunciar a la impiedad y a las pasiones desordenadas de este mundo, y a vivir desde ahora de una manera sobria, recta y fiel a Dios, 13 mientras aguardamos el feliz cumplimiento de lo que estamos esperando: la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo. 14 Fue él quien se entregó por nosotros a fin de liberarnos de toda maldad y de prepararse un pueblo limpio y elegido, totalmente entregado a la práctica del bien. 15 Esto es lo que tienes que enseñar, aconsejar y defender con toda autoridad. Y que nadie te menosprecie.

Salmos 99

Salmo 99 (98)

Santo es el Señor

99 El Señor es rey,
que los pueblos se estremezcan;
sobre querubines tiene su trono,
que tiemble la tierra.
El Señor es grande en Sión,
sobre todos los pueblos se alza.
Que alaben tu nombre grande y temible:
¡Él es santo!
Rey poderoso que amas la justicia,
tú mismo estableciste la equidad;
la justicia y el derecho
tú instauraste en Jacob.
Alaben al Señor nuestro Dios,
póstrense ante el estrado de sus pies:
¡Él es santo!
De sus sacerdotes, Moisés y Aarón;
de los que invocaban su nombre, Samuel:
ellos llamaban al Señor y él les respondía.
Desde la columna de nube hablaba con ellos;
ellos respetaban sus mandatos
y la ley que les había dado.
Señor, Dios nuestro, tú les respondías;
tú eras para ellos el Dios que perdona
y quien castiga sus maldades.
Alaben al Señor nuestro Dios,
póstrense ante su santo monte,
porque santo es el Señor nuestro Dios.

Proverbios 26:17

17 Tira de las orejas a un perro
quien va de paso y se mete en riña ajena.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España