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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Isaías 12-14

Alabanza de los rescatados

12 Aquel día dirás:

Te doy gracias, Señor. Estabas airado,
pero desviaste tu ira y me consolaste.
Pues Dios es mi salvación,
en él confío y nada temo;
Dios es mi fuerza y mi canto,
el Señor es mi salvación.
Sacarán agua gozosos
del manantial de la salvación.
Aquel día dirán:
Den gracias al Señor,
invoquen su nombre;
cuenten entre los pueblos sus gestas,
proclamen que su nombre es excelso.
Canten al Señor, porque ha hecho proezas,
difundan la noticia por toda la tierra.
Griten, vitoreen, habitantes de Sión,
que es grande entre ustedes el Santo de Israel.

Oráculos contra las naciones (13—23)

Contra Babilonia

13 Oráculo contra Babilonia revelado a Isaías, hijo de Amós:

Alcen una enseña en un otero,
grítenles a voz en cuello,
háganles señas con la mano
y que entren por las puertas de los príncipes.
He adiestrado a mis consagrados,
he convocado a los soldados de mi ira,
que celebran mi honor con entusiasmo.
Ecos de un tropel en los montes,
parece una gran muchedumbre;
ecos de un tumulto de reinos,
de una coalición de naciones.
El Señor del universo revista
sus tropas para el combate.
Vienen de tierras lejanas,
del confín del horizonte:
el Señor y las armas de su ira
para arrasar todo el país.
Laméntense, se acerca el día del Señor,
ya llega como azote del Todopoderoso.
Por eso, las fuerzas flaquean,
se sienten incapaces de pensar;
agarrotados por angustias y espasmos,
se retuercen igual que parturientas;
cada cual se asusta del prójimo,
sus rostros son rostros llameantes.
Llega inexorable el día del Señor,
cargado de cólera, ardiente de ira:
para dejar la tierra desolada,
barrida, sin ningún pecador.
10 Astros del cielo y constelaciones
dejan de emitir su brillo;
se ofusca el sol en su aurora,
no irradia su luz la luna.
11 Castigaré la malicia del mundo,
los crímenes de todos los malvados;
acabaré con el orgullo y la arrogancia,
aplastaré la altanería del tirano.
12 Haré a los humanos más escasos que el oro,
a los mortales más que el oro de Ofir;
13 por eso el cielo se estremece,
se desplaza la tierra temblando,
por la ira del Señor del universo,
ante el día en que arderá su cólera.
14 Serán como ciervo acosado,
igual que un rebaño sin guía;
volverá cada cual a su gente,
huirá cada cual a su tierra.
15 Si los encuentran, son acribillados,
si los capturan, perecen a espada.
16 Estrellan a sus niños en su presencia,
saquean sus casas, violan a sus mujeres.
17 Estoy incitando contra ellos a los medos
que no valoran la plata ni aprecian el oro:
18 sus arcos acribillan a los jóvenes,
no se apiadan del fruto del vientre,
miran sin compasión a los niños.
19 Babilonia, esa perla de reino,
adorno y orgullo de los caldeos,
quedará arrasada por Dios,
lo mismo que Sodoma y Gomorra.
20 No volverán a habitarla,
a poblarla de edad en edad.
Los árabes no montarán allí su tienda,
los pastores apacentarán allí.
21 Allí se agruparán las alimañas,
ocuparán sus casas los mochuelos;
habitarán allí las crías del avestruz,
y los sátiros brincarán allí.
22 Las hienas aullarán en sus fortalezas,
los chacales en sus palacios de recreo.
Llega, está cerca su hora,
sus días no tardarán.

Vuelta de los desterrados

14 El Señor se apiadará de Jacob,
volverá a elegir a Israel;
lo hará reposar en su tierra.
A ellos se unirán forasteros,
agregados a la casa de Jacob.
Otros pueblos los irán recogiendo
y los llevarán a su lugar;
pero la casa de Israel después los poseerá
como esclavos y esclavas en la tierra del Señor;
capturarán a sus captores,
dominarán a sus dominadores.

Sátira contra el rey de Babilonia

El día en que el Señor te haga descansar de tus congojas, de tus desasosiegos y de la dura esclavitud a la que te viste sometida, entonarás esta sátira contra el rey de Babilonia:

¡Cómo ha acabado el tirano!
¡Cómo ha terminado su arrogancia!
Rompió el Señor el cetro del malvado,
el bastón de mando del tirano:
machacaba pueblos con saña,
sacudiendo un golpe tras otro;
oprimía con rabia a las naciones,
las perseguía de forma implacable.
Ahora descansa tranquila la tierra
y prorrumpe en gritos de júbilo;
se alegran por ti los cipreses,
se alegran los cedros del Líbano.
Desde que pereciste no ha vuelto a subir
contra nosotros el leñador.
El reino de los muertos se estremece
en lo profundo al salir a tu encuentro,
despertando en tu honor a las sombras,
a los grandes del mundo,
haciendo que se alcen de sus tronos
los reyes de los pueblos.
10 Todos te entonan un canto:
¡También tú estás consumido,
ya eres parecido a nosotros
11 y entierras tu fausto
en el reino de los muertos
con el son melodioso de tus arpas!
Te acuestas en lecho de gusanos,
te cubre una colcha de lombrices.
12 ¡Cómo has caído del cielo,
lucero, hijo de la aurora!
¡Cómo yaces ahora por tierra,
tú, sometedor de naciones!
13 Tú, que solías decirte:
“Voy a escalar el cielo;
por encima de los astros divinos
pienso establecer mi trono.
Me sentaré en el monte de los dioses,
allá por los confines del norte;
14 cabalgaré en las crestas de las nubes
y seré lo mismo que el Altísimo”.
15 Pero acabaste hundido
en el reino de los muertos,
en lo más profundo de la fosa.
16 Los que te ven te miran atentos,
observando hasta el último detalle:
“¿No es este el que atemorizaba la tierra,
el que hacía temblar a los reinos,
17 convertía la tierra en desierto,
dejaba sus ciudades arrasadas
y negaba a los cautivos la libertad?”.
18 Los reyes de la tierra
reposan con honor,
cada cual en su morada.
19 Pero tú has sido tirado
y privado de tu tumba,
igual que un feto asqueroso;
estás cubierto de muertos,
de traspasados a espada,
como un cadáver pisado.
20 No compartirás su sepulcro,
pues arruinaste tu país
y masacraste a tu pueblo.
Nunca será mencionada
la estirpe del malvado.
21 Preparen la matanza de sus hijos,
debido a la culpa de su padre;
que no vuelvan a adueñarse del país
y no llenen la tierra de ciudades.
22 Voy a levantarme contra ellos
—oráculo del Señor del universo—,
arrancaré a Babilonia apellido,
vestigio, retoño y vástago.
—Oráculo del Señor—.
23 Haré de ella un habitáculo de erizos,
una zona de aguas pantanosas.
La allanaré con llana de destrucción
—oráculo del Señor del universo—.

Contra Asiria

24 Lo ha jurado el Señor del universo:
“Sucederá según lo he planeado,
se cumplirá según lo he decidido:
acabaré con Asiria en mi tierra,
25 será pisoteada en mis montes;
se librarán los míos de su yugo,
caerá su carga de sus hombros”.
26 Este es el plan adoptado sobre toda la tierra,
esta es la mano extendida sobre todos los pueblos.
¿Quién puede desbaratar
el plan del Señor del universo?
27 ¿Quién puede desviar
su mano extendida amenazante?

Contra Filistea

28 El año de la muerte del rey Ajab, tuvo lugar el siguiente oráculo:
29 No te alegres a coro, Filistea,
porque se haya roto la vara que te hería,
pues la raíz de la culebra dará una víbora,
su fruto será un dragón volador.
30 Los desvalidos pastarán como corderos,
los pobres reposarán confiados.
Matará de hambre tu raíz,
asesinando lo que quede de ti.
31 ¡Clama, puerta; ciudad, grita;
tiembla, Filistea toda!
Una polvareda se acerca desde el norte,
sin nadie que escape a su ímpetu.
32 ¿Qué se puede responder
a los legados de esa nación?
Que el Señor fundó Sión como refugio
para los desvalidos de su pueblo.

2 Corintios 13

Advertencias

13 Esta será la tercera vez que los visite. Y toda disputa deberá resolverse conforme al testimonio de dos o tres testigos. Lo dije entonces, cuando me hice presente entre ustedes por segunda vez, y lo repito ahora estando ausente: si vuelvo de nuevo trataré sin miramientos tanto a los culpables de otro tiempo como a todos los demás. Así tendrán la prueba que andan buscando de que Cristo habla por medio de mí. Cristo, que no ha dado muestras de debilidad entre ustedes, sino que las ha dado de poder. Porque es cierto que se dejó crucificar manifestando así su debilidad, pero ahora vive en virtud de la fuerza de Dios. Igualmente nosotros, que compartimos su debilidad, compartiremos también su poderosa vitalidad divina si hemos de enfrentarnos con ustedes.

Ustedes son los que tienen que ponerse a prueba y someterse a examen, a ver si se mantienen en la fe. Y si reconocen que Cristo no vive en ustedes, será tanto como no superar la prueba. Espero que reconozcan, sin embargo, que nosotros sí la hemos superado.

Suplicamos a Dios que no hagan nada malo. No con el fin de que aparezca que somos nosotros quienes tenemos la razón, sino para que ustedes se porten bien aunque nosotros demos la impresión de no haber superado la prueba. Pues si tenemos algún poder, no es para utilizarlo contra la verdad, sino en favor de la verdad. Lo que nos alegra es que ustedes se encuentren fuertes, aunque nosotros parezcamos débiles; lo que pedimos es que se corrijan. 10 Por eso les escribo en estos términos estando ausente, para que, cuando esté presente, no me vea obligado a proceder con dureza, utilizando un poder que el Señor me ha confiado para construir y no para derribar.

Conclusión (13,11-13)

Saludos finales

11 En fin, hermanos, estén alegres, permitan que se los corrija, déjense amonestar, vivan en armonía, mantengan la paz. Y Dios, que es fuente de amor y de paz, estará con ustedes.

12 Salúdense unos a otros con un beso fraterno*. Los saludan todos los hermanos. 13 Que la gracia de Jesucristo, el Señor, el amor de Dios y la participación en los dones del Espíritu Santo permanezcan con ustedes.

Salmos 57

Salmo 57 (56)

Dios es bueno conmigo

57 Al maestro del coro. Según “No destruyas”. Poema de David. Cuando escapó de Saúl escondiéndose en una cueva.

Apiádate de mí, oh Dios, apiádate,
que en ti pongo mi confianza;
bajo tus alas me refugiaré
hasta que pase la desgracia.
Invocaré al Dios Altísimo,
al Dios que es bueno conmigo.
Me salvará desde el cielo
y humillará a quien me acosa; [ Pausa]
¡Dios enviará su amor y verdad!
Estoy tendido entre leones
que devoran a seres humanos;
sus dientes son lanzas y flechas,
es su lengua una espada afilada.
Oh Dios, álzate sobre los cielos,
alza tu gloria sobre la tierra entera.
A mis pies tendieron una trampa
y todo mi ser quedó abatido;
delante de mí cavaron una fosa,
pero ellos mismos cayeron dentro. [ Pausa]
Mi corazón está firme, oh Dios,
se siente firme mi corazón.
Voy a cantar, voy a tocar:
¡Despierta, corazón mío!
¡Despiértense, cítara y arpa,
que yo despertaré a la aurora!
10 Te alabaré entre los pueblos, Señor,
te cantaré entre las naciones,
11 pues tu amor llega hasta el cielo,
hasta el firmamento tu verdad.
12 Oh Dios, álzate sobre los cielos,
alza tu gloria sobre la tierra entera.

Proverbios 23:9-11

No hables a oídos del necio,
pues desoirá tus sensatas razones.
10 No desplaces viejas lindes,
ni invadas el campo del huérfano,
11 porque su defensor es poderoso
y defenderá su causa contra ti.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España