Evangelio Viviente
Camina en victoria
Si has buscado al Señor y has aceptado por fe que Él te ha librado de tus temores, puedes comenzar a ser un ejemplo genuino de una persona segura. Las emociones le siguen al comportamiento. Empezarás a sentirte más seguro cuando comiences a tener una conducta segura.
En la Biblia leemos que David corrió hacia el gigante filisteo físicamente intimidante, así debes aprender a correr hacia el gigante emocionalmente intimidante de la inseguridad. No debes hacer como el avestruz y simular que la seguridad está en esconder la cabeza. No podemos sanarnos de lo que hemos ocultado. Debemos confesar nuestra inseguridad y conquistarla con la Palabra de Dios.
Amasar los bienes materiales, lujos, dinero y una lista de amigos que ejercen influencia será tan poco eficaz para curar la inseguridad como lo es una aspirina para un cáncer. Las apariencias son sólo eso: Apariencias. No vencerán a la inseguridad. Debes usar armas espirituales.
Los principios para superar la inseguridad son muy sencillos:
- Reconoce tu temor. El engaño propio te mantendrá en el pozo de la inseguridad.
- Cree que Dios puede liberarte y que lo hará. Nada es demasiado difícil para Él.
- Cambia tus pensamientos. La conducta le sigue a la creencia. Desecha todo pensamiento de incompetencia que te roba la seguridad.
- Decreta tu victoria desde la Palabra de Dios. Su Palabra sanará todos tus males.
Estos pasos son simples, pero no sencillos. Mantente en íntima relación con tu Dios omnipotente, omnisciente y omnipresente.
Reflexión:
Afirma a diario que estás rodeado del favor de Dios. Que eres salvo en Jesucristo. Que estás seguro en Cristo. Dios es por ti. La victoria es tuya.