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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Levítico 24

Prescripciones rituales y otras disposiciones (24—26)

Aceite para las lámparas

24 El Señor habló a Moisés y le dijo:

— Ordena a los israelitas que te traigan aceite puro de oliva para el alumbrado, para que las lámparas ardan continuamente. Aarón las preparará fuera del velo del testimonio, en la Tienda del encuentro, para que ardan permanentemente desde la tarde hasta la mañana ante el Señor; es norma perpetua para las futuras generaciones. Preparará las lámparas sobre el candelabro de oro puro para que ardan de manera permanente ante el Señor.

Los panes ofrecidos

Tomarás flor de harina y cocinarás con ella doce panes de ocho kilos cada uno; los colocarás ante el Señor en dos hileras sobre la mesa de oro puro, seis en cada hilera. Sobre cada hilera pondrás incienso puro que servirá para el pan como perfume, ofrenda en honor del Señor: Cada sábado, sin excepción, lo prepararás ante el Señor, en nombre de los israelitas, como alianza perpetua.

Todo será para Aarón y sus hijos, que lo comerán en lugar sagrado; porque, entre lo ofrecido al Señor, es algo muy sagrado que les pertenece por derecho perpetuo.

Caso de un blasfemo

10 Había entre los israelitas un hijo de madre israelita y de padre egipcio; un día tuvo una riña con un israelita dentro del campamento 11 y pronunció de manera blasfema el nombre divino. Su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan. 12 Llevado ante Moisés, lo mantuvieron detenido hasta que la palabra del Señor les revelara lo que debían hacer con él.

13 El Señor habló a Moisés y le dijo:

14 — Saca al blasfemo fuera del campamento. Que todos los que lo oyeron blasfemar pongan las manos sobre su cabeza, y que toda la comunidad lo apedree. 15 Después te dirigirás a los israelitas y les dirás: Todo el que maldiga a su Dios, cargará con las consecuencias de su pecado. 16 Y el que blasfeme contra el nombre del Señor será castigado con la muerte: toda la comunidad lo apedreará; sea extranjero o sea nativo, si blasfema contra el nombre divino, morirá.

Ley del talión

17 Asimismo el que hiera mortalmente a cualquier persona, será castigado con la muerte. 18 El que mate un animal deberá resarcir al dueño por él: animal por animal. 19 Y al que hiera a su prójimo, se le pagará con la misma moneda: 20 fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; según la herida hecha a otro, igual se le hará a él.

21 El que hiera a un animal deberá resarcir por ello; mas el que hiera mortalmente a una persona, será castigado con la muerte. 22 Juzgarán con el mismo estatuto al extranjero que al nativo. Yo soy el Señor, su Dios.

Castigo del blasfemo

23 Después de hablar así Moisés a los israelitas, ellos sacaron del campamento al blasfemo y lo apedrearon. Los israelitas hicieron según el Señor había ordenado a Moisés.

Salmos 31

Salmo 31 (30)

Mi destino está en tus manos

31 Al maestro del coro. Salmo de David.
Señor, en ti confío,
que no quede jamás defraudado;
¡líbrame con tu fuerza salvadora!
Acerca hacia mí tu oído,
date prisa en socorrerme.
Sé para mí fortaleza protectora,
morada inaccesible que me salve,
pues tú eres mi bastión, mi baluarte;
honrando tu nombre, guíame y condúceme.
Libérame de la trampa que me tienden,
porque tú eres mi refugio.
A tus manos encomiendo mi vida;
tú, Señor, Dios fiel, me has rescatado.
Odio a quienes sirven a ídolos falsos,
en Dios pongo mi confianza.
Por tu amor me alegro y me regocijo,
porque tú has mirado mis pesares,
tú conoces mis angustias.
No me entregaste al enemigo,
me mantuviste en lugar seguro.
10 Apiádate de mí, Señor,
que soy presa de la angustia;
se consumen de pena mis ojos,
todo mi ser y mis entrañas.
11 Se agota mi vida en el dolor,
en gemidos mi existencia,
se debilita mi fuerza por mi maldad
y mis huesos se consumen.
12 Soy la burla de mis adversarios
y, aún más, la de mis vecinos,
el horror de los que me conocen;
quien me ve por la calle, huye de mí.
13 He sido olvidado como un muerto,
soy como un cacharro roto.
14 Puedo oír a muchos difamando,
hay terror por todas partes;
contra mí conspiran juntos,
traman arrebatarme la vida.
15 Pero yo, Señor, en ti confío,
yo he dicho: “Tú, Señor, eres mi Dios”.
16 Mi destino está en tus manos,
líbrame de mis rivales y de quienes me persiguen.
17 Muéstrate favorable con tu siervo,
por tu amor ponme a salvo.
18 Señor, a ti te invoco,
que no quede defraudado;
queden así los malvados,
que en el abismo sucumban.
19 Enmudezcan los labios mentirosos
que se insolentan contra el justo
llenos de orgullo y desprecio.
20 ¡Qué inmensa es la bondad
que reservas a quien te venera!
La ofreces a quienes en ti confían,
y todo el mundo es testigo.
21 Tu rostro los ampara y protege
de las conjuras humanas;
los resguardas en tu Tienda
de las lenguas pendencieras.
22 ¡Bendito sea el Señor
que me demostró su amor
en momentos de angustia!
23 Yo, azorado, llegué a pensar:
“Me has apartado de tu presencia”.
Pero tú oías mi voz suplicante
mientras a ti clamaba.
24 ¡Amen al Señor todos sus fieles!
El Señor cuida a quienes son leales
y a los arrogantes castiga con creces.
25 ¡Manténganse firmes, sigan con ánimo
cuantos en el Señor tienen esperanza!

Eclesiastés 7

Paradojas y contrastes

Más vale buen nombre que buen perfume,
y el día de la muerte más que el día del nacimiento.
Mejor ir a un duelo que a una fiesta,
porque en duelo acaba toda vida humana,
y el que aún vive debe tenerlo en cuenta.
Más vale pena que risa,
pues tras un cara triste hay un corazón feliz.
Los sabios piensan en la muerte,
los necios en la diversión.
Más vale oír reprensión de sabio
que escuchar coplas de necios;
como crepitar de cardos bajo la olla
así es la risa del necio;
y esto también es vana ilusión.
La violencia ofusca al sabio
y el soborno pervierte la conciencia.
Más vale el final que el comienzo,
más vale paciencia que arrogancia.
No te dejes llevar por la cólera,
pues la cólera habita dentro del necio.
10 No te preguntes por qué
cualquier tiempo pasado fue mejor,
pues esa no es pregunta de sabios.
11 Mucho vale sabiduría con hacienda
y aprovecha a todos los que viven;
12 porque sabiduría y riqueza
dan la misma sombra;
la ventaja de la sabiduría
es que da vida a sus dueños.

13 Observa la obra de Dios:
¿quién podrá enderezar lo que él torció?
14 En día de felicidad, sé feliz;
en día de adversidad, reflexiona;
uno y otro los ha hecho Dios
para que nadie descubra su futuro.

Justos y malvados

15 He visto de todo en mis días ilusos:
gente honrada que perece en su honradez
y gente mala que perdura en su maldad.
16 No seas demasiado honrado,
ni te hagas sabio en exceso;
¿por qué causar tu propia ruina?
17 No seas demasiado malo,
ni seas insensato;
¿por qué morir antes de tu hora?
18 Bueno es tener en cuenta
las dos cosas,
pues el que respeta a Dios
de todo sale bien parado.
19 La sabiduría hace al sabio más fuerte
que diez gobernadores de una ciudad.
20 No hay nadie tan honrado en la tierra
que haga el bien sin pecar nunca.
21 No hagas caso de todo lo que se dice,
y no tendrás que oír que tu siervo te critica;
22 pues bien sabes que muchas veces
también tú has criticado a otros.

23 Todo esto lo he investigado con sabiduría pensando llegar a sabio, pero estaba lejos de mi alcance. 24 Cuanto existe es remoto y muy profundo: ¿quién podrá descubrirlo?

La mujer

25 Me dediqué a conocer, examinar y buscar sabiduría y perspicacia, para reconocer que la maldad es necedad, y la insensatez, locura. 26 Y he descubierto que la mujer es más amarga que la muerte: es, en efecto, una trampa, su corazón un lazo y sus brazos cadenas. El que agrada a Dios se libra de ella, pero el pecador queda atrapado en sus redes. 27 Mira, esto he descubierto —dice Cohélet— después de analizar caso por caso:

28 aunque, no encontré;
si hallé a un hombre entre mil,
mujer no encontré ninguna.

29 Mira lo único que he averiguado: Dios hizo al ser humano perfecto, pero ellos se buscaron excesivas complicaciones.

2 Timoteo 3

Tiempos difíciles

No pierdas esto de vista: cuando se acerque el fin llegarán momentos difíciles. Los que vivan entonces se volverán egoístas, avaros, fanfarrones, soberbios, calumniadores, rebeldes a sus padres, desagradecidos, sacrílegos. Serán duros de corazón, desleales, difamadores, disolutos, inhumanos, malévolos, traidores, temerarios y engreídos; buscarán su propio placer en lugar de buscar a Dios y querrán aparentar una vida piadosa cuya autenticidad quedará desmentida por su conducta. ¡Apártate de esa clase de gente! A ella pertenecen los que se cuelan de rondón en las casas y sorben el seso de mujeres incautas cargadas de pecados y agitadas por toda suerte de pasiones; mujeres que andan siempre curioseando, pero son absolutamente incapaces de dar con la verdad. De la misma manera que Janés y Jambrés se enfrentaron a Moisés, estos de ahora se enfrentan a la verdad. Son personas de mente pervertida, sin garantía alguna en lo que atañe a la fe. Pero no podrán ir muy lejos porque todos se darán cuenta de su insensatez, como sucedió con Janés y Jambrés.

III.— NUEVA INVITACIÓN A LA FIDELIDAD, CON PABLO COMO EJEMPLO (3,10—4,8)

Invitación a la fidelidad

10 Tú, en cambio, has seguido de cerca mi enseñanza, mi estilo de vida y mis proyectos. Has imitado mi fe, mi mansedumbre, mi amor y mi paciencia. 11 Me has acompañado en las persecuciones y sufrimientos, como los que padecí en Antioquía, Iconio y Listra. ¡Cuántas persecuciones tuve que soportar! Pero de todas me libró el Señor. 12 Por lo demás, todos los que aspiren a llevar una vida cristiana auténticamente piadosa, sufrirán persecución. 13 En cuanto a los perversos y embaucadores, irán de mal en peor, engañando a los demás, pero siendo ellos los engañados.

14 Por tu parte, permanece fiel a lo que aprendiste y aceptaste. Sabes quiénes fueron tus maestros, 15 y que desde la cuna te han sido familiares las sagradas Escrituras como fuente de sabiduría en orden a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. 16 Toda Escritura está inspirada por Dios y es provechosa para enseñar, para argumentar, para corregir y para educar en la rectitud, 17 a fin de que el creyente esté perfectamente equipado para hacer toda clase de bien.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España