Print Page Options Listen to Reading
Previous Prev Day Next DayNext

The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

Today's audio is from the CSB. Switch to the CSB to read along with the audio.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Deuteronomio 11-12

11 “Amarás, pues, al SEÑOR tu Dios y guardarás su ordenanza, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los días.

“Hoy ustedes deben reconocer —no sus hijos que no la han conocido ni visto— la disciplina del SEÑOR su Dios: su grandeza, su mano poderosa y su brazo extendido, sus señales y sus obras que hizo en medio de Egipto al faraón rey de Egipto y a toda su tierra, y lo que hizo al ejército de Egipto, a sus caballos y a sus carros, cómo hizo que las aguas del mar Rojo se precipitaran sobre ellos cuando venían tras ustedes, y cómo el SEÑOR los destruyó hasta el día de hoy, y lo que ha hecho con ustedes en el desierto hasta que han llegado a este lugar, y lo que hizo con Datán y Abiram, hijos de Eliab hijo de Rubén, cómo la tierra abrió su boca y los tragó a ellos, a sus familias, sus tiendas y todo lo que les pertenecía en medio de todo Israel. Ciertamente son sus ojos los que han visto toda la gran obra que el SEÑOR ha hecho.

“Por tanto, guarden todos los mandamientos que yo les mando hoy, para que sean fuertes y lleguen a tomar la tierra a la cual cruzan para tomarla en posesión; a fin de que prolonguen sus[a] días en la tierra que el SEÑOR juró a sus padres que les daría a ellos y a sus descendientes: una tierra que fluye leche y miel.

Singularidad de la tierra prometida

10 “Ciertamente la tierra a la cual entras para tomarla en posesión no es como la tierra de Egipto, de donde has[b] salido, donde sembrabas tu semilla y la regabas con tu pie como a huerto de hortalizas. 11 La tierra a la cual cruzas para tomarla en posesión es una tierra de montes y de valles, que bebe el agua de la lluvia del cielo; 12 una tierra de la cual cuida el SEÑOR tu Dios. Los ojos del SEÑOR tu Dios están siempre sobre ella, desde el principio del año hasta el final de él.

13 “Sucederá que si obedecen cuidadosamente mis mandamientos que hoy les mando, para amar al SEÑOR su Dios y para servirle con todo su corazón y con toda su alma, 14 entonces él dará[c] la lluvia a la tierra de ustedes en su tiempo, tanto la lluvia temprana como la lluvia tardía. Así podrás recoger tu grano, tu vino y tu aceite. 15 Él dará[d] también hierba en tu campo para tu ganado. Así comerás y te saciarás.

16 “Guárdense, pues, no sea que su corazón se engañe y se aparten y sirvan a otros dioses, y se inclinen a ellos. 17 No sea que se encienda el furor del SEÑOR contra ustedes y cierre los cielos y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y perezcan rápidamente sobre la buena tierra que el SEÑOR les da.

18 “Por tanto, pondrán estas palabras mías en su corazón y en su alma. Las atarán a su mano como señal, y estarán como frontales entre sus ojos. 19 Las enseñarán a sus hijos, hablando de ellas sentado en tu casa o andando por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. 20 Las escribirás en los postes de tu casa y en las puertas de tus ciudades, 21 para que sus días y los días de sus hijos sobre la tierra que el SEÑOR juró a sus padres que les había de dar, sean tan numerosos como los días de los cielos sobre la tierra.

22 “Porque si guardan cuidadosamente todos estos mandamientos que yo les mando para que los cumplan, amando al SEÑOR su Dios, andando en todos sus caminos y siendo fieles a él, 23 entonces el SEÑOR también echará todas estas naciones de delante de ustedes, y desalojarán naciones más grandes y más poderosas que ustedes. 24 Todo lugar que pise la planta de su pie será de ustedes. Su territorio será desde el desierto hasta el Líbano, y desde el río, el río Éufrates, hasta el mar occidental. 25 Nadie prevalecerá ante ustedes. El SEÑOR su Dios pondrá miedo y pavor de ustedes sobre la faz de toda la tierra que pisen, como él se lo ha prometido.

Alternativa de bendición o maldición

26 “Mira, pues; yo pongo hoy delante de ustedes la bendición y la maldición: 27 la bendición, si obedecen los mandamientos del SEÑOR su Dios que yo les mando hoy; 28 y la maldición, si no obedecen los mandamientos del SEÑOR su Dios, sino que se apartan del camino que yo les mando hoy, para ir en pos de otros dioses que no han conocido.

29 “Sucederá que cuando el SEÑOR tu Dios te introduzca en la tierra a la cual vas para tomarla en posesión, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim y la maldición sobre el monte Ebal. 30 ¿Acaso no están estos al otro lado del Jordán, hacia donde se pone el sol, en la tierra de los cananeos que habitan en el Arabá, frente a Gilgal, junto a la encina[e] de Moré?

31 “Ciertamente ustedes van a cruzar el Jordán para ir a tomar posesión de la tierra que les da el SEÑOR su Dios, y la tomarán y habitarán en ella. 32 Entonces cuidarán de poner por obra todas las leyes y decretos que yo pongo hoy delante de ustedes.

El santuario único

12 “Estas son las leyes y los decretos que cuidarán de poner por obra en la tierra que el SEÑOR, Dios de sus padres, les ha dado, para que tengan posesión de ella todos los días que vivan sobre la tierra. Ciertamente destruirán todos los lugares donde las naciones que ustedes han de desalojar han servido a sus dioses sobre los montes altos, sobre las colinas y debajo de todo árbol frondoso. Derribarán sus altares, romperán sus piedras rituales y quemarán en el fuego sus árboles de Asera; quebrarán las imágenes de sus dioses y harán desaparecer sus nombres de aquel lugar.

“No harán así para con el SEÑOR su Dios, sino que buscarán el lugar que el SEÑOR su Dios haya escogido de todas sus tribus para poner allí su nombre y morar en él, y allá irán. Allá llevarán sus holocaustos, sus sacrificios, sus diezmos, la ofrenda alzada de sus manos, sus ofrendas votivas, sus ofrendas voluntarias y las primeras crías de sus vacas y de sus ovejas. Allí comerán delante del SEÑOR su Dios, y se regocijarán ustedes y sus familias por todo lo que sus manos hayan emprendido, conforme a lo que el SEÑOR su Dios los haya bendecido.

“No harán como todo lo que nosotros hacemos hoy aquí, cada uno como le parece bien; porque hasta ahora no han entrado al reposo y a la heredad que les da el SEÑOR su Dios. 10 Pero cruzarán el Jordán y habitarán en la tierra que el SEÑOR su Dios los hace heredar, y él les dará reposo de todos sus enemigos de alrededor; y habitarán seguros. 11 Entonces llevarán al lugar que el SEÑOR su Dios haya escogido para hacer habitar allí su nombre todas las cosas que yo les mando: sus holocaustos, sus sacrificios, sus diezmos, la ofrenda alzada de sus manos, y todas sus más selectas ofrendas votivas que hayan hecho al SEÑOR. 12 Y se regocijarán delante del SEÑOR su Dios, ustedes, sus hijos, sus hijas, sus siervos, sus siervas y el levita que esté dentro de sus ciudades, ya que él no tiene parte ni heredad con ustedes[f].

13 “Ten cuidado de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que veas. 14 Más bien, solo en el lugar que el SEÑOR haya escogido en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando. 15 No obstante, en todas tus ciudades podrás matar y comer carne con todo tu apetito, según te haya bendecido el SEÑOR tu Dios. Tanto el que está impuro como el que está puro la podrán comer, como si se tratara de una gacela o de un venado. 16 Solo que no comerán la sangre; la derramarán sobre la tierra como agua.

17 “Pero en tus ciudades no podrás comer el diezmo de tu grano, de tu vino nuevo, de tu aceite, ni de las primeras crías de tus vacas y de tus ovejas, ni ninguna de las ofrendas votivas que prometes, ni tus ofrendas voluntarias, ni la ofrenda alzada de tu mano. 18 Más bien, delante del SEÑOR tu Dios, en el lugar que el SEÑOR tu Dios haya escogido, la comerás, tú con tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva y el levita que está en tus ciudades, regocijándote delante del SEÑOR tu Dios por todo lo que tu mano ha emprendido. 19 Ten cuidado de no desamparar al levita en todos tus días sobre tu tierra.

20 “Cuando el SEÑOR tu Dios ensanche tu territorio como te ha prometido y tú digas: ‘Comeré carne’, porque tienes deseo de ella, podrás comer la carne con todo tu apetito. 21 Si está muy lejos de ti el lugar que el SEÑOR tu Dios haya escogido para poner allí su nombre, entonces matarás de tus vacas y de tus ovejas que el SEÑOR te haya dado, como yo te he mandado. Comerás en tus ciudades con todo tu apetito. 22 La comerás de la misma manera que se come la carne de la gacela o del venado; tanto el que está impuro como el que está puro la podrán comer. 23 Solo cuídate de no comer la sangre, porque la sangre es la vida; no comerás la vida junto con la carne. 24 No comerás la sangre, sino que la derramarás en la tierra como agua. 25 No comerás de ella, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, cuando hagas lo recto ante los ojos del SEÑOR.

26 “Pero tomarás las cosas que hayas consagrado y tus ofrendas votivas, e irás al lugar que el SEÑOR haya escogido. 27 Ofrecerás tus holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar del SEÑOR tu Dios. La sangre de tus sacrificios será derramada sobre el altar del SEÑOR tu Dios, pero podrás comer la carne.

28 “Guarda y obedece todas estas palabras que yo te mando, para que cuando hagas lo bueno y recto ante los ojos del SEÑOR tu Dios, te vaya bien a ti, y a tus hijos después de ti, para siempre.

Medidas contra la idolatría

29 “Cuando el SEÑOR tu Dios haya destruido delante de ti las naciones a donde tú vas para desalojarlas, y las desalojes y habites en su tierra, 30 guárdate de que no caigas en la trampa siguiendo su ejemplo, después que hayan sido destruidas delante de ti. No indagues acerca de sus dioses, diciendo: “¿De qué manera rendían culto estas naciones a sus dioses para que también yo haga lo mismo?’. 31 No actuarás de esa manera con respecto al SEÑOR tu Dios. Ciertamente ellos hacen con sus dioses todo lo que el SEÑOR aborrece, pues aun a sus hijos y a sus hijas queman en el fuego para sus dioses.

32 “Tendrán cuidado de hacer todo lo que yo les mando; no añadirán[g] a ello, ni quitarán[h] de ello.

Lucas 8:22-39

Jesús calma la tempestad

22 Aconteció en uno de aquellos días que él entró en una barca, y también sus discípulos. Y les dijo:

—Pasemos a la otra orilla del lago.

Y zarparon. 23 Pero mientras ellos navegaban él se durmió. Entonces se desencadenó una tempestad de viento en el lago, y ellos se anegaban y peligraban. 24 Acercándose a él, lo despertaron diciendo:

—¡Maestro, Maestro! ¡Perecemos!

Y despertándose reprendió al viento y al oleaje del agua; y cesaron y se hizo bonanza. 25 Entonces les dijo:

—¿Dónde está la fe de ustedes?

Atemorizados, se maravillaron diciéndose los unos a los otros:

—¿Quién es este que manda aun a los vientos y al agua, y le obedecen?

Jesús sana a un endemoniado

26 Navegaron a la tierra de los gadarenos[a], que está frente a Galilea. 27 Al bajarse él a tierra, le salió al encuentro un hombre de la ciudad el cual tenía demonios. Desde hacía mucho tiempo no había llevado ropa[b], ni vivía en una casa sino entre los sepulcros. 28 Pero cuando vio a Jesús, exclamó, se postró delante de él y dijo a gran voz:

—¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? ¡Te ruego que no me atormentes!

29 Porque Jesús había mandado al espíritu inmundo que saliera del hombre, pues se había apoderado de él desde hacía mucho tiempo. Para guardarlo, lo ataban con cadenas y con grillos pero, rompiendo las ataduras, era impelido por el demonio a los desiertos. 30 Jesús le preguntó, diciendo:

—¿Cómo te llamas?

Y él dijo:

—Legión.

Porque muchos demonios habían entrado en él; 31 y le rogaban que no los mandara al abismo. 32 Había allí un hato de muchos cerdos que pacía en la montaña; y le rogaron que les dejara entrar en aquellos, y él les dio permiso. 33 Cuando los demonios salieron del hombre, entraron en los cerdos; y el hato se precipitó por un despeñadero al lago y se ahogó.

34 Los que apacentaban los cerdos, al ver lo que había acontecido, huyeron y dieron aviso en la ciudad y por los campos. 35 Y salieron a ver lo que había pasado. Fueron a Jesús y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo. 36 Los que lo habían visto les contaron cómo había sido salvado aquel endemoniado. 37 Entonces toda la multitud de la región de los gadarenos[c] le rogó que se apartara de ellos porque tenían mucho temor. Jesús subió a la barca y regresó. 38 El hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que lo dejara estar con él. Pero Jesús le respondió diciendo:

39 —Vuelve a tu casa y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios por ti.

Y él se fue proclamando por toda la ciudad cuán grandes cosas Jesús había hecho por él.

Salmos 70

Oración pidiendo liberación

70 Al músico principal. Salmo de David. Para conmemorar.

¡Ten a bien, oh Dios, librarme! ¡Oh SEÑOR, apresúrate a socorrerme!
Sean avergonzados y humillados los que buscan mi vida.
Vuelvan atrás y sean confundidos los que desean mi mal.
Vuelvan a causa de su vergüenza los que dicen: “¡Ajá, ajá!”.
Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan.
Digan siempre los que aman tu salvación:
“¡Dios sea engrandecido!”.
Aunque yo sea pobre y necesitado, ¡apresúrate y ven a mí, oh Dios! Tú eres mi ayuda y mi libertador. ¡Oh SEÑOR, no te tardes!

Proverbios 12:4

La mujer virtuosa es corona
de su marido,
pero la mala es como carcoma en sus huesos.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano