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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Levítico 25:47-27:13

47 Si un extranjero residente que convive contigo llega a prosperar y, en cambio, un hermano tuyo que convive con él se arruina y tiene que venderse a ese extranjero o a uno de sus familiares, 48 una vez vendido, le quedará el derecho de rescate; alguien de su familia lo podrá rescatar: 49 su tío o su primo o un pariente cercano de su familia lo podrá rescatar. Incluso, él mismo se podrá rescatar si tiene medios suficientes para ello. 50 Fijará con el comprador el tiempo transcurrido desde el año de la venta hasta el año jubilar y se calculará el precio de venta según el número de los años que quedan, valorando los días de trabajo como los de un jornalero. 51 Si faltan todavía muchos años, pagará por su rescate en proporción al precio por el cual se vendió. 52 Y si quedan pocos años hasta el año del jubileo, entonces hará el cálculo correspondiente y pagará por su rescate según los años que resten. 53 Estará a su servicio como un jornalero de contrato anual y no permitirás que sea tratado con dureza. 54 Pero si no es rescatado durante esos años, en el año del jubileo tanto él como sus hijos quedarán libres. 55 Porque sólo a mí me pertenecen los israelitas como siervos; ellos son mis siervos, pues yo fui quien los saqué de la tierra de Egipto. Yo soy el Señor, su Dios.

Mandato conclusivo

26 No se fabriquen ídolos, ni levanten esculturas o estatuas, ni erijan en su tierra piedras conmemorativas para postrarse ante ellas, porque yo soy el Señor, su Dios. Guarden mis sábados y veneren mi santuario. Yo soy el Señor.

Bendiciones

Si viven según mis leyes, guardan mis mandamientos y los ponen en práctica, yo les daré la lluvia a su tiempo, la tierra dará sus productos y los árboles del campo darán su fruto. La trilla se alargará hasta la vendimia, y la vendimia hasta la siembra; comerán su pan hasta saciarse y vivirán seguros en su tierra.

Yo garantizaré que haya paz en la tierra y podrán descansar sin que nadie turbe su sueño; haré desaparecer de su tierra los animales dañinos, y la espada enemiga no pasará por su país. Perseguirán a sus enemigos y caerán a espada delante de ustedes. Cinco de ustedes perseguirán a cien y cien de ustedes perseguirán a diez mil; sus enemigos caerán a filo de espada delante de ustedes.

Yo me volveré hacia ustedes, los haré fecundos, los multiplicaré y mantendré mi alianza con ustedes. 10 Comerán del abundante grano almacenado y tendrán que tirar la cosecha anterior para guardar la nueva. 11 Estableceré mi morada en medio de ustedes y jamás los rechazaré. 12 Caminaré en medio de ustedes, seré su Dios y ustedes serán mi pueblo. 13 Yo soy el Señor, su Dios que los saqué de la tierra de Egipto para que no fueran sus esclavos nunca más; rompí las sogas de su yugo y los hice caminar en libertad.

Maldiciones

14 Pero si no me obedecen ni viven de acuerdo a mis mandamientos, 15 si desprecian mis decretos y detestan mis estatutos, si quebrantan mi alianza y no ponen en práctica todos mis mandamientos, 16 yo haré lo siguiente con ustedes: haré que los visite el terror, la tisis y la fiebre, que consumirán sus ojos y atormentarán su vida. Sembrarán en balde, porque sus enemigos comerán la cosecha. 17 Me volveré contra ustedes, y sucumbirán delante de sus enemigos; los dominarán quienes los aborrecen y huirán sin que nadie los persiga.

18 Y si ni siquiera con esto me obedecen, los castigaré todavía siete veces más por sus transgresiones. 19 Quebrantaré su terca soberbia y haré que su cielo sea como el hierro y su tierra como el bronce. 20 Se agotará su fuerza en vano, pues la tierra no dará su cosecha ni los árboles del país darán su fruto.

21 Y si siguen enfrentándose conmigo y no me quieren obedecer, yo los azotaré siete veces más por sus transgresiones. 22 Mandaré contra ustedes animales salvajes que les arrebatarán sus hijos y devorarán su ganado; los diezmarán hasta dejar sus caminos desiertos.

23 Y si tampoco estas cosas consiguen que se enmienden, sino que siguen enfrentados conmigo, 24 yo también me enfrentaré con ustedes y los azotaré todavía siete veces por sus transgresiones.

25 Traeré contra ustedes la espada vengadora; ella se encargará de vengar la alianza. Y si se refugian en sus ciudades, yo enviaré la peste contra ustedes y caerán en manos del enemigo. 26 Cuando yo les corte el sustento de pan, cocerán diez mujeres su pan en un solo horno y lo repartirán racionado; comerán, pero nunca se saciarán.

27 Y si aun con todo esto no me obedecen, sino que siguen enfrentándose conmigo, 28 yo me enfrentaré contra ustedes con ira y los castigaré también siete veces más por sus transgresiones: 29 tendrán incluso que comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas. 30 Destruiré sus santuarios de los altos y demoleré sus altares de incienso; apilaré sus cadáveres sobre los cadáveres de sus ídolos y los detestaré. 31 Devastaré sus ciudades, asolaré sus santuarios y no oleré la fragancia de su suave perfume. 32 Arrasaré la tierra de suerte que sus enemigos residentes en ella se horrorizarán al verla; 33 a ustedes los dispersaré entre las naciones, desenvainaré la espada detrás de ustedes, su tierra quedará arrasada y sus ciudades desiertas. 34 Entonces la tierra podrá resarcirse de sus años sabáticos, mientras dure la desolación y ustedes estén en la tierra de sus enemigos. La tierra podrá descansar entonces y resarcirse de sus años sabáticos. 35 Mientras dure la desolación, la tierra descansará los días de descanso que no le dieron cuando vivían en ella.

36 Y a los que de ustedes sobrevivan, los llenaré de tal cobardía que, estando en la tierra de sus enemigos, el simple sonido de una hoja que se mueva los pondrá en fuga, huirán como ante la espada y caerán sin que nadie los persiga. 37 Y aunque nadie los persiga, tropezarán los unos con los otros como se tropieza a la vista de la espada. No podrán resistir delante de sus enemigos. 38 Perecerán en medio de las naciones y la tierra de sus enemigos los devorará. 39 Y los que sobrevivan se pudrirán por su maldad en las tierras de sus enemigos; por la maldad de sus antepasados se pudrirán con ellos.

Arrepentimiento y vigencia de la alianza

40 Entonces confesarán su maldad y la maldad de sus antepasados, la rebeldía con la que se rebelaron contra mí. Y porque se enfrentaron a mí, 41 también yo me enfrentaré a ellos y los llevaré a la tierra de sus enemigos; entonces su corazón incircunciso se humillará y reconocerán su pecado. 42 Yo recordaré mi alianza con Jacob, con Isaac y con Abrahán, y también me acordaré de la tierra. 43 Pero antes, ellos tendrán que abandonar la tierra que, estando deshabitada, podrá resarcirse de sus años sabáticos mientras ellos padecen el castigo por sus maldades, pues despreciaron mis decretos y detestaron mis estatutos. 44 Sin embargo, aunque ellos estén en el país de sus enemigos, yo no los rechazaré ni los aborreceré hasta exterminarlos, invalidando así mi alianza con ellos, porque yo soy el Señor, su Dios. 45 Más bien me acordaré en favor suyo de nuestra primera alianza, cuando los saqué de la tierra de Egipto a la vista de las naciones, para ser su Dios. Yo soy el Señor.

Sumario

46 Estos son los estatutos, ordenanzas y leyes que estableció el Señor entre él y los israelitas en el monte Sinaí por medio de Moisés.

V.— APÉNDICE (27)

Rescate de lo consagrado al Señor (27,1-34)

Personas y animales

27 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

— Habla a los israelitas y diles: Cuando alguien haga un voto al Señor, si es concerniente a personas lo tasarás así: a un varón de veinte hasta sesenta años lo valorarás en cincuenta siclos de plata, según el valor del siclo del santuario; a una mujer la valorarás en treinta siclos. De cinco hasta veinte años, al varón lo valorarás en veinte siclos y a la mujer en diez siclos. De un mes hasta cinco años, valorarás al varón en cinco siclos de plata y a la mujer en tres siclos de plata. Si tienen más de setenta años, al varón lo valorarás en quince siclos y a la mujer en diez siclos.

Pero si el que ha hecho el voto es muy pobre para pagar lo tasado, entonces será llevado ante el sacerdote, quien fijará el precio de acuerdo con los recursos de quien hizo el voto. Si el voto es concerniente a un animal de los que pueden ser presentados como ofrenda al Señor, todo animal ofrecido al Señor será considerado como algo sagrado. 10 No se podrá cambiar ni sustituir, ni bueno por malo ni malo por bueno; si un animal es cambiado por otro, uno y otro se considerarán como algo sagrado. 11 Si se trata de animales impuros, que no pueden ser presentados como ofrenda al Señor, entonces el animal será presentado al sacerdote, 12 que lo tasará, según sea bueno o sea malo, y el oferente tendrá que atenerse a la tasación del sacerdote. 13 Pero si quien lo ofrece quiere más tarde rescatarlo, deberá añadir una quinta parte del valor sobre lo tasado.

Marcos 10:32-52

Jesús anuncia por tercera vez su muerte y su resurrección (Mt 20,17-19; Lc 18,31-34)

32 En el camino que sube hacia Jerusalén, Jesús iba delante de sus discípulos, que estaban admirados; por su parte, quienes iban detrás estaban asustados. Jesús entonces, llamando de nuevo a los Doce, se puso a hablarles de lo que estaba a punto de sucederle. 33 Les dijo:

— Ya ven ustedes que estamos subiendo a Jerusalén. Allí el Hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley que lo condenarán a muerte y lo pondrán en manos de extranjeros 34 que se burlarán de él, lo escupirán, lo golpearán y lo matarán. Pero después de tres días resucitará.

Petición de los hijos de Zebedeo (Mt 20,20-28)

35 Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron:

— Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte.

36 Jesús les preguntó:

— ¿Qué quieren que haga por ustedes?

37 Le dijeron:

— Concédenos que nos sentemos junto a ti en tu gloria: el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.

38 Jesús les respondió:

— No saben lo que están pidiendo. ¿Pueden ustedes beber la misma copa de amargura que yo estoy bebiendo, o ser bautizados con el mismo bautismo con que yo estoy siendo bautizado?

39 Ellos le contestaron:

— ¡Sí, podemos hacerlo!

Jesús les dijo:

— Pues bien, beberán de la copa de amargura que yo estoy bebiendo y serán bautizados con mi propio bautismo; 40 pero que se sienten el uno a mi derecha y el otro a mi izquierda, no es cosa mía concederlo; es para quienes ha sido reservado.

41 Cuando los otros diez discípulos oyeron esto, se enfadaron con Santiago y Juan. 42 Entonces Jesús los reunió y les dijo:

— Como muy bien saben ustedes, los que se tienen por gobernantes de las naciones las someten a su dominio, y los que ejercen poder sobre ellas las rigen despóticamente. 43 Pero entre ustedes no debe ser así. Antes bien, si alguno quiere ser grande, que se ponga al servicio de los demás; 44 y si alguno quiere ser principal, que se haga servidor de todos. 45 Porque así también el Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida en pago de la libertad de todos.

Curación del ciego Bartimeo (Mt 20,29-34; Lc 18,35-43)

46 En esto llegaron a Jericó. Y más tarde, cuando Jesús salía de allí acompañado de sus discípulos y de otra mucha gente, un ciego llamado Bartimeo (es decir, hijo de Timeo) estaba sentado junto al camino pidiendo limosna. 47 Al enterarse de que era Jesús de Nazaret quien pasaba, empezó a gritar:

— ¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!

48 Muchos le decían que se callara, pero él gritaba cada vez más:

— ¡Hijo de David, ten compasión de mí!

49 Entonces Jesús se detuvo y dijo:

— Llámenlo.

Llamaron al ciego, diciéndole:

— Ten confianza, levántate, él te llama.

50 El ciego, arrojando su capa, dio un salto y se acercó a Jesús. 51 Jesús le preguntó:

— ¿Qué quieres que haga por ti?

Contestó el ciego:

— Maestro, que vuelva a ver.

52 Jesús le dijo:

— Puedes irte. Tu fe te ha salvado.

Al punto recobró la vista y siguió a Jesús por el camino.

Salmos 45

Salmo 45 (44)

Toda radiante entra la hija del rey

45 Al maestro del coro. Según “Los lirios”. De los hijos de Coré. Poema. Canto de amor.
De mi corazón nace un hermoso canto,
voy a recitar mi poema al rey;
es mi lengua pluma de diestro poeta.
Tú eres el más bello de los hombres,
en tus labios la gracia se derrama,
por eso Dios te bendice por siempre.
Valiente, cíñete al costado la espada
que es tu esplendor y tu grandeza.
Cabalga victorioso en favor
de la verdad, la clemencia y la justicia;
que tu diestra te colme de hazañas.
Tus flechas están afiladas,
se te somenten los pueblos,
desfallecen los enemigos del rey:
Tu trono, como el de Dios, es eterno,
es tu cetro real cetro de rectitud.
Tú amas la justicia y odias la maldad,
por eso Dios, tu Dios, te ha ungido
entre tus amigos con aceite de gozo.
Mirra, acacia y áloe impregnan tus vestiduras,
entre palacios de marfil las arpas te deleitan.
10 Hijas de reyes hay entre tus escogidas,
a tu derecha está la reina entre oro de Ofir.
11 Escucha, hija, mira, acerca tu oído,
olvida tu pueblo y la casa de tu padre.
12 El rey está prendado de tu belleza,
él es tu señor, ¡póstrate ante él!
13 Hija de Tiro, con obsequios
te agasajan los poderosos del pueblo.
14 Toda radiante entra la hija del rey,
de brocado de oro es su vestido.
15 Con bordados ropajes la llevan al rey,
las doncellas marchan tras ella,
sus amigas la acompañan.
16 Avanzan con gozo y alegría,
van entrando al palacio del rey.
17 Tendrás hijos a cambio de tus padres
y los erigirás príncipes por toda la tierra.
18 Yo haré que su nombre se recuerde por siempre,
eternamente han de alabarte los pueblos.

Proverbios 10:22

22 La bendición del Señor enriquece
sin que nada le añada el esfuerzo.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España