Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

Today's audio is from the NIV. Switch to the NIV to read along with the audio.

Nueva Biblia Viva (NBV)
Version
Génesis 3-4

La caída del ser humano

La serpiente, que era el más astuto de todos los animales del campo creados por Dios el Señor, se le acercó a la mujer y le preguntó:

―¿Es verdad que Dios no les permite comer de ningún árbol que hay en el jardín?

La mujer le contestó:

―Sí podemos comer los frutos de cualquier árbol, menos del que está en el centro del jardín. Dios nos dijo que si comemos o tocamos el fruto de ese árbol, moriremos.

―¡Mentira! —silbó la serpiente—. ¡No morirán! Lo que pasa es que Dios sabe que, cuando ustedes coman del fruto de ese árbol, obtendrán todo el conocimiento, pues podrán conocer el bien y el mal. ¡Ese día ustedes serán como Dios!

La mujer contempló el árbol y se convenció de que su fruto era bueno para comer. Además, lo vio muy hermoso, y pensó que era su oportunidad para conseguir la sabiduría. Así que agarró el fruto y comió. Luego le dio de comer a su marido, el cual estaba con ella. Tan pronto lo comieron, se dieron cuenta de que estaban desnudos y sintieron vergüenza. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrir su desnudez.

Aquella tarde, a la hora en que sopla la brisa, el hombre y la mujer oyeron que Dios andaba por el jardín. Entonces corrieron a esconderse entre los árboles, para que Dios el Señor no los viera. Pero Dios el Señor llamó al hombre y le preguntó:

―¿Dónde estás?

10 El hombre le contestó:

―Oí que andabas por el jardín y me dio miedo, pues estoy desnudo. Así que me escondí.

11 ―¿Quién te dijo que estás desnudo? —le preguntó Dios el Señor—. ¿Acaso comiste del fruto del árbol que te ordené que no comieras?

12 El hombre contestó:

―La mujer que me diste para que me acompañara me dio del fruto de ese árbol, y yo lo comí.

13 Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer:

―¿Qué es lo que has hecho?

Ella respondió:

―La serpiente me engañó, y por eso comí de ese fruto.

14 Entonces Dios el Señor le dijo a la serpiente:

―Por haber hecho esto, te maldeciré. Serás la más desdichada de todos los animales, incluyendo los domésticos y los salvajes. A partir de este momento andarás arrastrándote sobre tu vientre y comerás polvo durante toda tu vida. 15 Habrá siempre enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la de ella. El descendiente de la mujer te aplastará la cabeza, mientras tú solamente le morderás el talón.

16 Luego Dios le dijo a la mujer:

―Haré que sufras bastante durante tus embarazos y que al tener tus hijos sientas mucho dolor. Y a pesar de eso, seguirás deseando a tu marido, y él tendrá dominio sobre ti.

17 Después Dios le dijo al hombre:

―La tierra estará bajo maldición por tu culpa, pues le hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto que te prohibí. Por eso, de aquí en adelante tendrás que trabajar muy duro para conseguir tu alimento. 18 La tierra te producirá espinas y cardos, y tendrás que comer plantas silvestres. 19 Para obtener tu alimento tendrás que trabajar mucho, hasta el día de tu muerte; ese día volverás a la tierra de la cual fuiste hecho, pues eres polvo y al polvo tendrás que volver.

20 Luego el hombre le puso a su mujer el nombre de Eva, pues ella sería la madre de todos los seres humanos.

21 Dios el Señor hizo túnicas de pieles de animales, y con ellas vistió al hombre y a su mujer. 22 Y dijo: «Ahora el ser humano es como uno de nosotros, pues sabe lo que es bueno y lo que es malo, no conviene que tome del fruto del árbol de la vida y viva para siempre». 23 Entonces Dios el Señor expulsó al hombre y a la mujer del jardín de Edén, y puso al hombre a que trabajara la tierra de la cual fue hecho. 24 Después de haber expulsado al hombre y a la mujer, Dios puso al oriente del jardín de Edén a los querubines, y una espada encendida que giraba en todas las direcciones, para evitar que nadie pudiera llegar hasta el árbol de la vida.

Caín y Abel

Adán tuvo relaciones con su esposa Eva, y ella quedó embarazada, y dio a luz a su hijo Caín, y dijo: «Gracias al Señor, he tenido un hijo varón». Después volvió a tener otro hijo al cual le puso por nombre Abel. Abel fue pastor de ovejas, en cambio Caín fue un agricultor.

Después de algún tiempo, Caín le dio al Señor una ofrenda de lo que había cosechado. También Abel le dio una ofrenda al Señor. Le ofreció las primeras y mejores crías de sus ovejas. Al Señor le agradó Abel y su ofrenda, pero no se agradó de Caín ni de su ofrenda. Por eso Caín se enojó muchísimo y andaba amargado.

Entonces el Señor le preguntó: «¿Por qué estás tan enojado y andas amargado? Si hicieras lo correcto podrías andar con tu frente en alto. Pero si actúas mal, el pecado, como una fiera, está listo a lanzarse sobre ti y destruirte. Sin embargo, tú puedes dominarlo».

Un día Caín invitó a su hermano a dar un paseo. Cuando estaban en el campo, Caín atacó a su hermano y lo mató.

Poco tiempo después el Señor le preguntó a Caín:

―¿Dónde está Abel, tu hermano?

Caín le contestó:

―No lo sé. ¿Acaso tengo la obligación de cuidar a mi hermano?

10 Pero el Señor le dijo:

―¿Qué hiciste? Desde la tierra, la sangre de tu hermano me pide justicia. 11 Por eso, quedarás bajo la maldición de la tierra, la cual se ha tragado la sangre de tu hermano, al que tú mataste. 12 Cuando trabajes la tierra, no te dará cosechas. Vivirás en el mundo como un fugitivo, sin poder encontrar descanso.

13 Caín le dijo al Señor:

―Ese castigo es más de lo que puedo soportar. 14 Hoy me echas de esta tierra, y tendré que vivir lejos de tu presencia. Tendré que vivir huyendo como un fugitivo, expuesto a que cualquiera que me encuentre me mate.

15 El Señor le contestó:

―Eso no sucederá. Si alguien te mata, será castigado siete veces.

Luego el Señor le puso una marca a Caín, para que nadie lo matara. 16 Entonces Caín se alejó de la presencia del Señor y fue a vivir en la región de Nod —tierra de los errantes—, al oriente del Edén.

17 Caín tuvo relaciones con su esposa, la cual quedó embarazada y dio a luz a Enoc. Caín fundó una ciudad y le puso el nombre de Enoc, en honor a su hijo.

18 Enoc fue el padre de Irad,

Irad fue padre de Mejuyael,

Mejuyael fue padre de Metusael,

y este fue el padre de Lamec.

19 Lamec tuvo dos esposas: Ada y Zila. 20 Ada dio a luz a Jabal, que es el antepasado de los que viven en carpas y se dedican a la cría de ganado. 21 Jabal tuvo un hermano llamado Jubal, que es el antepasado de los que tocan el arpa y la flauta. 22 También Zila, la otra esposa de Lamec, dio a luz a Tubal Caín, que hacía toda clase de objetos de bronce y de hierro. Tubal Caín tuvo una hermana que se llamaba Noama.

23 Un día, Lamec les dijo a sus esposas:

«¡Escúchenme, mujeres de Lamec!

¡Oigan bien lo que les digo!

A un hombre que me hirió, lo maté,

y lo mismo hice con un muchacho que me golpeó.

24 »Si el que mate a Caín

será vengado siete veces,

entonces, el que mate a Lamec

será vengado setenta y siete veces».

25 Adán volvió a tener relaciones con su esposa, la cual dio a luz un hijo al que le puso por nombre Set, pues dijo: «Dios me ha dado otro hijo en lugar de Abel, al que Caín mató». 26 También Set tuvo un hijo, al que llamó Enós. Desde ese tiempo la gente comenzó a invocar el nombre del Señor.

Mateo 2:13-3:6

La huida a Egipto

13 Cuando los visitantes ya habían partido, un ángel del Señor se le apareció a José en sueños y le dijo:

«Levántate y huye a Egipto con el niño y su madre, y quédate allá hasta que yo te avise, porque el rey Herodes va a buscar al niño para matarlo».

14 Aquella misma noche huyó José con María y el niño hacia Egipto, 15 donde habrían de permanecer hasta la muerte del rey Herodes. Así se cumplió lo que había predicho el Señor por medio del profeta:

«De Egipto llamé a mi Hijo».[a]

16 Entonces Herodes se puso furioso por la burla de los sabios y mandó matar a todos los niños varones que vivieran en Belén y sus alrededores y que tuvieran dos años o menos. Lo ordenó así tomando en cuenta el tiempo que los sabios le habían indicado. 17 Así se cumplió lo que había dicho el profeta Jeremías:

18 «Gritos de agonía y llanto incontenible se escuchan en Ramá; es Raquel que llora desconsolada la muerte de sus hijos».[b]

El regreso a Nazaret

19 Cuando Herodes murió, un ángel del Señor se le apareció en sueños a José en Egipto, 20 y le dijo:

«Levántate y regresa con el niño y su madre a Israel; porque los que querían matarlo ya murieron».

21 Así fue como José regresó a la tierra de Israel con el niño y su madre. Pero en el camino se enteró de que Arquelao, hijo de Herodes, reinaba en Judea, y tuvo miedo de ir allí.

22 Luego Dios le indicó en sueños que fuera a Galilea; 23 y se fueron a vivir a un lugar llamado Nazaret. Así se cumplieron las predicciones de los profetas que afirmaban que Jesús sería llamado nazareno.

Juan el Bautista prepara el camino

En aquellos días, Juan el Bautista comenzó a predicar en el desierto de Judea. Este era su mensaje: «Arrepiéntanse de sus pecados porque el reino de los cielos se ha acercado».

Siglos atrás, el profeta Isaías había hablado de Juan y lo describió así:[c]

«Una voz clama en el desierto: “Prepárenle el camino al Señor; que nada le estorbe a su paso”».

Juan usaba ropa hecha de pelo de camello y se la sujetaba con un cinto de cuero. Su alimentación consistía en langostas del desierto y miel silvestre.

Toda la gente de Jerusalén, de todo el valle del Jordán y de toda Judea, iba al desierto a escucharlo. A los que reconocían que eran pecadores, él los bautizaba en el río Jordán.

Salmos 2

¿Por qué se unen las naciones en contra del Señor y en vano conspiran? Los reyes de la tierra se preparan para la batalla; los gobernantes se asocian contra el Señor y contra su ungido. «Vamos, rompamos sus cadenas», dicen, «liberémonos de la esclavitud de Dios».

¡Pero el Señor de los cielos se ríe! Se burla de ellos. Y luego, con ardiente furia los reprende y los llena de espanto. El Señor declara: «Este es el rey que he elegido. Lo he puesto en el trono de Jerusalén, mi santo monte».

Su elegido responde: «Yo revelaré los eternos propósitos de Dios, pues el Señor me ha dicho: “Tú eres mi hijo. Hoy mismo te he concebido. Pídeme, y te daré como herencia todas las naciones del mundo. ¡Tuyos serán los confines de la tierra! ¡Gobiérnalas con vara de hierro; rómpelas como vasijas de barro!”».

10 Ustedes, los reyes, obren sabiamente. 11 Sirvan al Señor con temor reverente; con temblor ríndale alabanza. 12 Bésenle los pies, antes que se encienda su ira y perezcan en el camino, pues su ira se inflama de repente. ¡Dichosos los que en él buscan el refugio!

Proverbios 1:7-9

Lo primero que hay que hacer para empezar a ser sabios, es honrar al Señor. Sólo los necios desprecian la sabiduría y la disciplina.

Exhortaciones a buscar la sabiduría

Advertencia contra el engaño

Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no rechaces las enseñanzas de tu madre. Lo que aprendas de ellos adornará tu cabeza como una corona, tu cuello como un collar.

Nueva Biblia Viva (NBV)

Nueva Biblia Viva, © 2006, 2008 por Biblica, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.