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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Lamentaciones 3

Esperanza de liberación por la misericordia de Jehová

Yo soy el hombre que ha visto aflicción bajo el látigo de su enojo.

Me guió y me hizo caminar en tinieblas, y no en luz;
Sí, contra mí volvió y revolvió su mano todo el día.

Hizo envejecer mi carne y mi piel; quebrantó mis huesos;
Edificó baluartes contra mí, y me rodeó de amargura y de fatiga.
Me dejó en oscuridad, como los ya muertos de mucho tiempo.

Me cercó por todos lados, y no puedo salir; ha hecho pesadas mis cadenas;
Aun cuando grito y pido auxilio, cierra los oídos a mi oración;
Cercó mis caminos con piedras sillares, torció mis senderos.

10 Fue para mí como oso que acecha, como león en escondrijo;
11 Torció mis caminos, y me despedazó; me ha dejado hecho un horror.
12 Entesó su arco, y me puso como blanco de sus saetas.
13 Hizo entrar en mis riñones las saetas de su aljaba.
14 He venido a ser la irrisión de todo mi pueblo, su cantinela de todos los días;
15 Me llenó de amarguras, me embriagó de ajenjos.

16 Mis dientes quebró con guijarro, me cubrió de ceniza;
17 Y mi alma se alejó de la paz, me olvidé de la felicidad,
18 Y dije: Perecieron mis fuerzas, y mi esperanza en Jehová.

19 Acuérdate de mi miseria y de mi vida errante, del ajenjo y del veneno;
20 Mi alma lo recuerda todavía, y está abatida dentro de mí;
21 Esto es lo que medito en mi corazón, y por lo que espero.
22 Las gracias de Jehová no se han acabado, sus misericordias no se han agotado.
23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.
24 Mi porción es Jehová, dice mi alma; por eso espero en él.

25 Bueno es Jehová para los que en él esperan, para el alma que le busca.
26 Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.
27 Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud.

28 Que se siente solo y calle, porque es él quien se lo impuso;
29 Ponga su boca en el polvo, por si aún hay esperanza;
30 Dé la mejilla al que le hiere, y sea colmado de afrentas.

31 Porque el Señor no desecha para siempre;
32 Si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias;
33 Porque no humilla ni aflige por gusto a los hijos de los hombres.

34 Cuando se desmenuza bajo los pies a todos los encarcelados del país,
35 Cuando se tuerce el derecho del hombre delante de la presencia del Altísimo,
36 Cuando se hace entuerto al hombre en su causa, ¿el Señor no lo ve?
37 ¿Quién será aquel que haya hablado y las cosas sucedieron? ¿No es el Señor el que decide?

38 ¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno?
39 ¿Por qué se lamenta el hombre? ¡Que sea un valiente contra sus pecados!

40 Escudriñemos nuestros caminos, y examinémoslos, y volvámonos a Jehová;
41 Levantemos nuestros corazones sobre nuestras manos al Dios que está en los cielos;
42 Nosotros nos hemos rebelado, y fuimos desleales; tú no has perdonado.

43 Te has cubierto de ira y nos has perseguido; mataste sin piedad;
44 Te cubriste de nube para que no pasase nuestra oración;
45 Nos has hecho basura y desecho en medio de los pueblos.

46 Todos nuestros enemigos abren contra nosotros su boca;
47 Terror y fosa es nuestra porción, desolación y ruina;
48 Ríos de aguas echan mis ojos por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo.
49 Mis ojos destilan y no cesan; ya no hay alivio
50 Hasta que Jehová mire y vea desde los cielos;
51 Mis ojos atormentan a mi alma por todas las hijas de mi ciudad.

52 Mis enemigos me dieron caza como a ave, sin haber por qué;
53 Sofocaron mi vida en una cisterna, y echaron piedras sobre mí;
54 Las aguas cubrieron mi cabeza; y dije: Estoy perdido.

55 Invoqué tu nombre, oh Jehová, desde lo profundo de la fosa;
56 Oíste mi grito; no cierres tu oído a mi grito de socorro.
57 Te acercaste el día que te invoqué; y dijiste: No temas.

58 Abogaste, Señor, la causa de mi alma; redimiste mi vida.
59 Tú has visto, oh Jehová, mi agravio; defiende mi causa.
60 Has visto toda su venganza, todos sus planes contra mí.

61 Has oído sus insultos, oh Jehová, todas sus maquinaciones contra mí;
62 Los dichos de los que contra mí se levantaron, y sus tramas contra mí todo el día.
63 Su sentarse y su levantarse mira; yo soy su copla.

64 Dales el pago, oh Jehová, según la obra de sus manos.
65 Entrégalos al endurecimiento de corazón; tu maldición caiga sobre ellos.
66 Persíguelos en tu furor, y extermínalos de debajo de los cielos, oh Jehová.

Hebreos 1

Cristo, plenitud de la revelación

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,

en estos últimos días nos ha hablado en el Hijo, a quien designó heredero de todo, por medio del cual hizo también el universo;

el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la fiel representación de su ser real, y el que sostiene todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,

hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.

El Hijo, superior a los ángeles

Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:

Mi Hijo eres tú,
Yo te he engendrado hoy,

y otra vez:

Yo seré a él Padre,
Y él me será a mí hijo?
Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice:
Adórenle todos los ángeles de Dios.
Ciertamente de los ángeles dice:
El que hace a sus ángeles espíritus,
Y a sus ministros llama de fuego.
Mas del Hijo dice:
Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;
Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
Has amado la justicia, y aborrecido la maldad,
Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo,
Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
10 Y:
Tú, oh Señor, en el principio pusiste los fundamentos de la tierra,
Y los cielos son obra de tus manos.
11 Ellos perecerán, mas tú permaneces;
Y todos ellos se envejecerán como una vestidura,
12 Y como un manto los enrollarás, y serán cambiados;
Pero tú eres el mismo,
Y tus años no se acabarán.
13 Y, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
14 ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que van a heredar la salvación?

Salmos 102

Oración de un afligido

Oración del que sufre, cuando está angustiado, y delante de Jehová derrama su lamento.

102 Jehová, escucha mi oración,
Y llegue a ti mi clamor.
No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia;
Inclina a mí tu oído;
Apresúrate a responderme el día en que te invoque.

Porque mis días se desvanecen como humo,
Y mis huesos están quemados cual tizón.
Mi corazón está marchito como la hierba cortada,
Y me olvido de comer mi pan.
Por la voz de mis gemidos
Mis huesos se han pegado a mi piel.
Soy semejante al pelícano del desierto;
Soy como búho entre ruinas;
Me desvelo y gimo
Como el pájaro solitario sobre el tejado.
Cada día me insultan mis enemigos;
Los que contra mí se enfurecen, se han conjurado para maldecirme.
Por lo cual yo como ceniza a manera de pan,
Y mi bebida mezclo con lágrimas,
10 A causa de tu enojo y de tu ira;
Pues me alzaste en vilo y me has arrojado.
11 Mis días son como sombra que se alarga,
Y me he secado como la hierba.

12 Mas tú, Jehová, permanecerás para siempre,
Y tu memoria de generación en generación.
13 Te levantarás y tendrás misericordia de Sión,
Porque es tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo ha llegado.
14 Porque tus siervos aman sus piedras,
Y del polvo de ella tienen compasión.
15 Entonces las naciones temerán el nombre de Jehová,
Y todos los reyes de la tierra tu gloria;
16 Por cuanto Jehová habrá edificado a Sión,
Y en su gloria será manifestado;
17 Habrá considerado la oración de los desvalidos,
Y no habrá desechado el ruego de ellos.
18 Se escribirá esto para la generación venidera;
Y el pueblo que está por nacer alabará a JAH,
19 Porque miró desde lo alto de su santuario;
Jehová miró desde los cielos a la tierra,
20 Para escuchar el gemido de los cautivos,
Para librar a los sentenciados a muerte;
21 Para pregonar en Sión el nombre de Jehová,
Y su alabanza en Jerusalén,
22 Cuando los pueblos se congreguen a una,
Y los reyes para dar culto a Jehová.

23 Él debilitó mi fuerza en el camino;
Acortó mis días.
24 Dije: Dios mío, no me cortes en la mitad de mis días;
Por generación de generaciones son tus años.

25 Desde el principio tú fundaste la tierra,
Y los cielos son obra de tus manos.
26 Ellos perecerán, mas tú permanecerás;
Y todos ellos como una vestidura se envejecerán;
Como un vestido los mudarás, y serán mudados;
27 Pero tú eres el mismo,
Y tus años no se acabarán.
28 Los hijos de tus siervos habitarán seguros,
Y su descendencia será establecida delante de ti.

Proverbios 26:21-22

21 El carbón para brasas, y la leña para el fuego;
Y el hombre rencilloso para encender contienda.
22 Las palabras del chismoso son como golosinas,
Y penetran hasta las entrañas.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.