The Daily Audio Bible
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31 ¡Oh generación!, atended vosotros a la palabra de Jehová. ¿He sido yo un desierto para Israel, o una tierra de tinieblas? ¿Por qué ha dicho mi pueblo: Vagamos a nuestras anchas; nunca más vendremos a ti?
32 ¿Puede una doncella olvidarse de su atavío, o una desposada de sus galas? Pues mi pueblo se ha olvidado de mí por innumerables días.
33 ¿Por qué adornas tu camino para hallar amor? Por eso, aun a las malvadas enseñaste tus caminos.
34 Aun en tus faldas se halló la sangre de las almas de los pobres inocentes. No los hallaste cometiendo ningún delito; sin embargo, en todas estas cosas dices:
35 Soy inocente, de seguro su ira se apartó de mí. He aquí, yo entraré en juicio contigo, porque dijiste: No he pecado.
36 ¿Por qué eres tan ligera, cambiando tus caminos? También serás avergonzada de Egipto, como fuiste avergonzada de Asiria.
37 También de allí saldrás con las manos sobre la cabeza, porque Jehová desechó a aquellos en quienes tú confiabas, y no prosperarás por ellos.
3 Dicen: Si alguno deja a su mujer, y yéndose ésta de él se junta a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo mancillada? Tú, pues, has fornicado con muchos amantes; y, con todo, ¿quieres volver a mí?, dice Jehová.
2 Alza tus ojos a las alturas, y ve si hay lugar en que no te hayas prostituido. Junto a los caminos te sentabas para ellos como árabe en el desierto, y con tus fornicaciones y con tu maldad has contaminado la tierra.
3 Por esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia tardía; y has tenido frente de ramera, y no quisiste tener vergüenza.
4 A lo menos desde ahora, ¿no me llamarás a mí: Padre mío, tú eres el amigo de mi juventud?
5 ¿Guardará su enojo para siempre? ¿Hasta el final lo guardará? He aquí cómo has hablado, pero has hecho maldades y las has colmado.
Jehová exhorta a Israel y a Judá al arrepentimiento
6 Me dijo Jehová en los días del rey Josías: ¿Has visto lo que ha hecho la apóstata Israel? Ella se fue sobre todo monte alto y debajo de todo árbol frondoso, y allí ha fornicado.
7 Y dije: Después de hacer todo esto, se volverá a mí; pero no se volvió, y lo vio su hermana la traidora Judá.
8 Ella vio que por haber cometido adulterio la apóstata Israel, yo la había despedido y le había dado carta de repudio; pero no tuvo temor la pérfida Judá su hermana, sino que también fue ella y fornicó.
9 Y sucedió que por la ligereza de su fornicación, la tierra fue contaminada, y adulteró con la piedra y con el leño.
10 Con todo esto, su hermana la pérfida Judá no se volvió a mí de todo corazón, sino fingidamente, dice Jehová.
11 Y me dijo Jehová: Ha resultado justa la apóstata Israel en comparación con la desleal Judá.
12 Ve y proclama estas palabras hacia el norte, y di: Vuélvete, oh apóstata Israel, dice Jehová; no haré caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy yo, dice Jehová, no guardaré para siempre el enojo.
13 Tan sólo, reconoce tu maldad, que contra Jehová tu Dios has prevaricado, y te diste a dioses extranjeros debajo de todo árbol frondoso, y no oíste mi voz, dice Jehová.
14 Convertíos, hijos apóstatas, dice Jehová, porque yo soy vuestro señor; y os tomaré uno de cada ciudad, y dos de cada familia, y os introduciré en Sión;
15 y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con conocimiento y con inteligencia.
16 Y acontecerá que cuando os multipliquéis y crezcáis en la tierra, en esos días, dice Jehová, no se dirá más: Arca del pacto de Jehová; ni vendrá al pensamiento, ni se hará mención de ella, ni la echarán de menos, ni se hará otra.
17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová; y todas las naciones se reunirán con ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón.
18 En aquellos días andará la casa de Judá con la casa de Israel, y vendrán juntamente de la tierra del norte a la tierra que hice heredar a vuestros padres.
Prosigue el poema de la conversión
19 Pero yo había dicho: ¿Cómo te pondré entre los hijos, y te daré la tierra deseable, la más excelente heredad de las naciones? Y dije: Me llamarás: Padre mío; y no te apartarás de en pos de mí.
20 Pero como la esposa infiel abandona a su compañero, así fuisteis desleales contra mí, oh casa de Israel, dice Jehová.
21 Voz fue oída sobre las alturas, el llanto suplicante de los hijos de Israel; porque han pervertido su camino, de Jehová su Dios se han olvidado.
22 Volveos, hijos apóstatas, y sanaré vuestras apostasías. Aquí estamos; hemos venido a ti, porque tú eres Jehová nuestro Dios.
23 Ciertamente falsedad eran los collados, y el bullicio sobre los montes; ciertamente en Jehová nuestro Dios está la salvación de Israel.
24 La confusión consumió el trabajo de nuestros padres desde nuestra juventud; sus ovejas, sus vacas, sus hijos y sus hijas.
25 Yazcamos en nuestra confusión, y que nuestra afrenta nos cubra; porque hemos pecado contra Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día, y no hemos atendido a la voz de Jehová nuestro Dios.
4 ¡Si te volvieras, oh Israel!, dice Jehová, sí, vuélvete a mí. Y si quitas de delante de mí tus abominaciones, y no andas de acá para allá,
2 y juras: Vive Jehová, en verdad, en justicia y en rectitud, entonces las naciones se bendecirán en él, y en él se gloriarán.
3 Porque así dice Jehová a todo varón de Judá y de Jerusalén: Arad campo para vosotros, y no sembréis entre espinos.
4 Circuncidaos a Jehová, y quitad el prepucio de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien la apague, por la maldad de vuestras obras.
La invasión extranjera, anunciada y descrita
5 Anunciad en Judá, y proclamad en Jerusalén, y decid: Tocad trompeta en la tierra; pregonad a voz en grito, y decid: Reuníos, y entrémonos en las ciudades fortificadas.
6 Alzad bandera hacia Sión, escapad, no os detengáis; porque yo hago venir calamidad desde el norte, y gran destrucción.
7 El león sube de la espesura, y el destruidor de naciones está en marcha, y ha salido de su lugar para poner tu tierra en desolación; tus ciudades quedarán asoladas y sin morador.
8 Por esto vestíos de cilicio, endechad y aullad; porque la ira de Jehová no se ha apartado de nosotros.
9 Y sucederá en aquel día, dice Jehová, que desfallecerá el corazón del rey y el corazón de los príncipes, y los sacerdotes estarán atónitos, y se asombrarán los profetas.
10 Y dije: ¡Ay, Jehová Dios! Verdaderamente en gran manera has engañado a este pueblo y a Jerusalén, diciendo: Paz tendréis; pues la espada ha penetrado hasta el alma.
11 En aquel tiempo se dirá de este pueblo y de Jerusalén: Viento seco de las alturas del desierto vino a la hija de mi pueblo, no para aventar, ni para limpiar.
12 Viento demasiado fuerte para eso me vendrá a mí; y ahora yo también pronunciaré juicios contra ellos.
13 He aquí que subirá como denso nublado, y sus carros como torbellino; más ligeros son sus caballos que las águilas. ¡Ay de nosotros, porque estamos perdidos!
14 Lava de maldad tu corazón, oh Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo morarán dentro de ti tus siniestros pensamientos?
15 Porque una voz trae las nuevas desde Dan, y hace oír la calamidad desde los montes de Efraín.
16 Decid a las naciones: He aquí, haced oír acerca de Jerusalén: Vigías enemigos vienen de tierra lejana, y lanzarán su voz contra las ciudades de Judá.
17 Como guardas de campo están en derredor de ella, porque se rebeló contra mí, dice Jehová.
18 Tu camino y tus obras te causaron esto; ésta es tu maldad, por lo cual esta amargura penetra hasta tu corazón.
Saludo
1 Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, y el hermano Timoteo,
2 a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz sean a vosotros, de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Pablo pide que Dios les conceda sabiduría espiritual
3 Damos gracias al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, orando siempre por vosotros,
4 habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis hacia todos los santos,
5 a causa de la esperanza que os está reservada en los cielos, de la cual ya oísteis antes por la palabra verdadera del evangelio,
6 el cual ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y está llevando fruto y creciendo también en vosotros, desde el día que lo oísteis y comprendisteis la gracia de Dios en verdad,
7 como lo habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de Cristo en nuestro lugar,
8 quien también nos ha informado de vuestro amor en el Espíritu.
9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del cabal conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,
10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el pleno conocimiento de Dios;
11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad;
12 con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;
13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,
14 en quien tenemos redención por medio de su sangre, el perdón de pecados.
La supremacía de Cristo
15 El cual es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
16 Porque por él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, las visibles y las invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas tienen consistencia en él;
El Dios de la victoria y del juicio
Al músico principal; sobre Neginot. Salmo de Asaf. Cántico.
76 Dios es conocido en Judá;
En Israel es grande su nombre.
2 En Salem está su tabernáculo,
Y su habitación en Sión.
3 Allí quebró las saetas del arco,
El escudo, la espada y las armas de guerra.
Selah
4 Glorioso eres tú, majestuoso desde los montes de caza.
5 Los fuertes de corazón fueron despojados, duermen su sueño;
No hizo uso de sus manos ninguno de los varones fuertes.
6 Ante tu reprensión, oh Dios de Jacob,
El carro y el caballo fueron entorpecidos.
7 Tú, temible eres tú;
¿Y quién podrá estar en pie delante de ti cuando se encienda tu ira?
8 Desde los cielos hiciste oír juicio
La tierra se espantó y quedó suspensa
9 Cuando te levantaste, oh Dios, para juzgar,
Para salvar a todos los humildes de la tierra.
Selah
10 Ciertamente el furor del hombre te reporta alabanza;
Te ceñirás de él como un ornamento.
11 Haced votos y cumplidlos a Jehová vuestro Dios;
Todos los que están alrededor de él, traigan ofrendas al Temible.
12 Cortará él el aliento de los príncipes;
Temible es a los reyes de la tierra.
21 Teme a Jehová, hijo mío, y al rey;
No provoques a ira a ninguno de los dos;
22 Porque su castigo vendrá de repente;
Y el furor de ambos, ¿quién lo podrá prever?
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.