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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Job 1-3

Integridad y prosperidad de Job

Hubo un hombre en la tierra de Uz, que se llamaba Job. Aquel hombre era íntegro y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Le nacieron siete hijos y tres hijas. Poseía siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientos asnos y muchísimos siervos. Y aquel hombre era el más grande de todos los orientales.

Sus hijos iban y celebraban un banquete en la casa de cada uno, en su día, y mandaban a llamar a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellos. Y cuando habían transcurrido los días de banquete, sucedía que Job mandaba a llamarlos y los purificaba. Levantándose muy de mañana, ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Pues decía Job: “Quizás mis hijos habrán pecado y habrán maldecido a Dios en su corazón”. De esta manera hacía continuamente.

Satanás cuestiona la integridad de Job

Aconteció cierto día que vinieron los hijos de Dios para presentarse ante el SEÑOR, y entre ellos vino también Satanás. Y el SEÑOR le preguntó a Satanás:
—¿De dónde vienes?
Satanás respondió al SEÑOR diciendo:
—De recorrer la tierra y de andar por ella.
Y el SEÑOR le preguntó a Satanás:
—¿No te has fijado en mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra: un hombre íntegro y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?
Y Satanás respondió al SEÑOR diciendo:
—¿Acaso teme Job a Dios de balde? 10 ¿Acaso no le has protegido a él, a su familia y a todo lo que tiene? El trabajo de sus manos has bendecido, y sus posesiones se han aumentado en la tierra. 11 Pero extiende, por favor, tu mano y toca todo lo que tiene, ¡y verás si no te maldice en tu misma cara!
12 Y el SEÑOR le respondió a Satanás:
—He aquí, todo lo que él tiene está en tu poder. Solamente no extiendas tu mano contra él.
Entonces Satanás salió de la presencia del SEÑOR.

Satanás arruina la casa de Job

13 Aconteció cierto día, cuando sus hijos y sus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa de su hermano, el primogénito, 14 que un mensajero llegó a Job y le dijo:
—Estando los bueyes arando, y las asnas paciendo cerca de ellos, 15 cayeron de sorpresa los sabeos y se los llevaron. Y a los criados mataron a filo de espada. Solo yo escapé para darte la noticia.
16 Todavía estaba este hablando, cuando llegó otro y le dijo:
—¡Cayó del cielo fuego de Dios, y quemó las ovejas y consumió a los criados! Solo yo escapé para darte la noticia.
17 Todavía estaba este hablando, cuando llegó otro y le dijo:
—Los caldeos formaron tres escuadrones, arremetieron contra los camellos y se los llevaron. Mataron a los criados a filo de espada. Solo yo escapé para darte la noticia.
18 Todavía estaba este hablando, cuando llegó otro y le dijo:
—Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa de su hermano, el primogénito. 19 Y he aquí que vino un fuerte viento del otro lado del desierto y golpeó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes y murieron. Solo yo escapé para darte la noticia.
20 Entonces Job se levantó, rasgó su manto y se rapó la cabeza; se postró a tierra y adoró. 21 Y dijo:
—Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. El SEÑOR dio, y el SEÑOR quitó. ¡Sea bendito el nombre del SEÑOR!
22 En todo esto Job no pecó ni atribuyó a Dios despropósito alguno.

Satanás arruina la salud de Job

Aconteció cierto día que vinieron los hijos de Dios para presentarse ante el SEÑOR, y entre ellos vino también Satanás para presentarse ante el SEÑOR. El SEÑOR preguntó a Satanás:

—¿De dónde vienes?
Y Satanás respondió al SEÑOR:
—De recorrer la tierra y de andar por ella.
El SEÑOR preguntó a Satanás:
—¿No te has fijado en mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra: un hombre íntegro y recto, temeroso de Dios y apartado del mal; y que todavía se aferra a su integridad a pesar de que tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin motivo?
Y Satanás respondió al SEÑOR diciendo:
—¡Piel por piel! Todo lo que el hombre tiene lo dará por su vida. Pero extiende, pues, tu mano y toca sus huesos y su carne, y verás si no te maldice en tu misma cara.
Y el SEÑOR respondió a Satanás:
—He aquí, él está en tu poder; pero respeta su vida.
Entonces Satanás salió de la presencia del SEÑOR e hirió a Job con llagas malignas desde la planta de sus pies hasta su coronilla. Tomaba un pedazo de tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de las cenizas. Entonces su mujer le dijo:
—¿Todavía te aferras a tu integridad? ¡Maldice a Dios y muérete!
10 Pero él le respondió:
—¡Has hablado como hablaría cualquiera de las mujeres insensatas! Recibimos el bien de parte de Dios, ¿y no recibiremos también el mal?
En todo esto Job no pecó con sus labios.

Job es visitado por sus tres amigos

11 Entonces tres amigos de Job —Elifaz el temanita, Bildad el sujita y Zofar el namatita— se enteraron de todo el mal que le había sobrevenido y vinieron, cada uno de su lugar. Convinieron juntos en ir a él para expresarle su condolencia y para consolarlo. 12 Y cuando alzaron los ojos desde lejos y no le pudieron reconocer, lloraron alzando la voz. Cada uno rasgó su manto y esparció polvo hacia el cielo sobre su cabeza. 13 Luego se sentaron en tierra con él por siete días y siete noches. Y ninguno de ellos le decía una sola palabra porque veían que el dolor era muy grande.

Job maldice el día en que nació

Después de esto, Job abrió su boca y maldijo su día. Tomó Job la palabra y dijo:

—Perezca el día en que nací
y la noche en que se dijo:
“¡Un varón ha sido concebido!”.
Sea aquel día tinieblas.
Dios no pregunte por él desde arriba
ni resplandezca la claridad sobre él.
Reclámenlo para sí las tinieblas
y la densa oscuridad;
repose sobre él una nube,
y cáusele terror el oscurecimiento del día.
Apodérese de aquella noche
la oscuridad.
No sea contada junto con
los días del año
ni aparezca en el cómputo de los meses.
¡He aquí, sea aquella noche estéril;
no penetren en ella los gritos de júbilo!
Maldíganla los que maldicen el día[a], los que se aprestan a instigar al Leviatán[b].
Oscurézcanse sus estrellas matutinas. Espere la luz, pero no le llegue
ni vea los destellos de la aurora;
10 porque no cerró las puertas de la matriz, para esconder de mis ojos el sufrimiento.
11 »¿Por qué no morí en las entrañas,
o expiré al salir del vientre?
12 ¿Por qué me recibieron las rodillas? ¿Para qué los pechos que mamé?
13 Pues ahora yacería y estaría en quietud. Dormiría y tendría reposo
14 junto con los reyes y los consejeros de la tierra
que reedificaron ruinas para sí;
15 o con los príncipes que poseían el oro
y que llenaban de plata sus casas.
16 ¡Oh! ¿Por qué no fui escondido como un abortivo,
como las criaturas que nunca vieron la luz?
17 Allí los impíos dejan de perturbar; allí descansan los de agotadas fuerzas.
18 Los prisioneros están juntos en descanso y no escuchan la voz del capataz.
19 Tanto el pequeño como el grande están allí;
y el esclavo ya libre de su amo.
20 »¿Para qué darle luz al que sufre,
y vida a los de alma amargada;
21 a los que esperan la muerte,
y no llega aunque la busquen más que a tesoros enterrados;
22 a los que se alegran ante el gozo
y se regocijan cuando hallan
el sepulcro;
23 al hombre cuyo camino está escondido, y a quien Dios ha cercado?
24 Porque antes de mi pan viene mi suspiro, y mis gemidos corren como el agua.
25 El miedo que presentía me ha sobrevenido;
lo que me daba terror me ha acontecido.
26 No tengo tranquilidad;
no tengo quietud; no tengo sosiego; más bien, me invade la desesperación.

1 Corintios 14:1-17

El don de lenguas y la edificación

14 Sigan el amor; y anhelen los dones espirituales, pero sobre todo, profeticen. Porque el que habla en una lengua no habla a los hombres sino a Dios; porque nadie le entiende, pues en espíritu habla misterios. En cambio, el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. El que habla en una lengua se edifica a sí mismo, mientras que el que profetiza edifica a la iglesia. Así que, yo quisiera que todos ustedes hablaran en lenguas, pero más, que profetizaran; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete, para que la iglesia reciba edificación.

Ahora pues, hermanos, si yo fuera a ustedes hablando en lenguas, ¿de qué provecho les sería, si no les hablara con revelación, o con conocimiento, o con profecía, o con enseñanza? Aun las cosas inanimadas como la flauta o el arpa, cuando producen sonido, si no hacen clara distinción de tonos, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o se toca con el arpa? También, si la trompeta produce un sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla? Así también ustedes, si mediante la lengua no producen palabras comprensibles, ¿cómo se entenderá lo que se dice? Porque estarán hablando al aire. 10 Hay, por ejemplo, tanta diversidad de idiomas en el mundo; y ninguno carece de significado. 11 Por eso, si yo desconozco el significado del idioma, seré como extranjero al que habla, y el que habla será como extranjero para mí.

12 Así también ustedes; puesto que anhelan los dones espirituales, procuren abundar en ellos para la edificación de la iglesia. 13 Por eso, quien habla en una lengua, pida en oración poderla interpretar. 14 Porque si yo oro en una lengua, mi espíritu ora; pero mi entendimiento queda sin fruto. 15 ¿Qué pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento. Cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento. 16 Pues de otro modo, si das gracias con el espíritu, ¿cómo dirá “amén” a tu acción de gracias el que ocupa el lugar de indocto, ya que no sabe lo que estás diciendo? 17 Porque tú, a la verdad, expresas bien la acción de gracias, pero el otro no es edificado.

Salmos 37:12-29

12 El impío maquina contra el justo
y cruje sus dientes contra él.
13 El Señor se reirá de él
porque ve que viene su día.
14 Los impíos desenvainan la espada
y tensan el arco
para derribar al pobre y al necesitado, para matar a los de recto proceder.
15 Pero la espada de ellos entrará en
su propio corazón,
y su arco será roto.
16 Mejor es lo poco del justo
que las riquezas de muchos impíos.
17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados;
pero es el SEÑOR quien sostiene
al justo.
18 El SEÑOR conoce los días
de los íntegros,
y la heredad de ellos será para siempre.
19 No serán avergonzados
en el tiempo malo;
en los días de hambre serán saciados.
20 Pero los impíos perecerán,
y los enemigos del SEÑOR serán consumidos como el sebo
de los carneros;
se disiparán como el humo.
21 El impío toma prestado y no paga,
pero el justo tiene compasión y da.
22 Los que él bendiga heredarán la tierra, y los que él maldiga serán eliminados.
23 Por el SEÑOR son afirmados los pasos del hombre,
y él se complacerá en su camino.
24 Si cae, no quedará postrado
porque el SEÑOR sostiene su mano.
25 Yo he sido joven y he envejecido; pero no he visto a un justo
desamparado
ni a sus descendientes
mendigando pan.
26 En todo tiempo tiene compasión
y presta,
y su descendencia es para bendición.
27 Apártate del mal y haz el bien,
y vivirás para siempre.
28 Porque el SEÑOR ama la rectitud
y no desampara a sus fieles.
Para siempre serán guardados,
pero la descendencia de los impíos será exterminada.
29 Los justos heredarán la tierra
y vivirán para siempre sobre ella.

Proverbios 21:25-26

25 El deseo del perezoso lo mata, porque sus manos rehúsan trabajar.
26 Hay quien todo el día codicia y codicia, pero el justo da y no escatima.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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