The Daily Audio Bible
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Los levitas encargados del arca
37 Y dejó allí, delante del arca del pacto de Jehová, a Asaf y a sus hermanos, para que ministrasen de continuo delante del arca, cada cosa en su día;
38 y a Obed-edom y a sus sesenta y ocho hermanos; y a Obed-edom hijo de Jedutún y a Hosá como porteros.
39 Asimismo al sacerdote Sadoc, y a los sacerdotes sus hermanos, delante del tabernáculo de Jehová en el lugar alto que estaba en Gabaón,
40 para que sacrificasen continuamente, mañana y tarde, holocaustos a Jehová en el altar del holocausto conforme a todo lo que está escrito en la ley de Jehová, que él prescribió a Israel;
41 y con ellos a Hemán, a Jedutún y a los otros escogidos declarados por sus nombres, para glorificar a Jehová, porque es eterna su misericordia.
42 Con ellos a Hemán y a Jedutún con trompetas y címbalos que hacían resonar, y con otros instrumentos para los cánticos de Dios. Los hijos de Jedutún eran porteros.
43 Luego, todo el pueblo se fue cada uno a su casa; y David se volvió para bendecir su casa.
Pacto de Dios con David
17 Aconteció que morando David en su casa, dijo David al profeta Natán: He aquí yo habito en casa de cedro, y el arca del pacto de Jehová debajo de cortinas.
2 Y Natán dijo a David: Haz todo lo que está en tu corazón, porque Dios está contigo.
3 En aquella misma noche vino palabra de Dios a Natán, diciendo:
4 Ve y di a David mi siervo: Así ha dicho Jehová: Tú no me edificarás casa en que habite.
5 Porque no he habitado en casa alguna desde el día que saqué a los hijos de Israel hasta hoy; antes estuve de tienda en tienda, y de tabernáculo en tabernáculo.
6 Por dondequiera que anduve con todo Israel, ¿he dicho a alguno de los jueces de Israel, a los cuales mandé que apacentasen a mi pueblo: Por qué no me edificáis una casa de cedro?
7 Por tanto, ahora dirás a mi siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo Israel;
8 y he estado contigo en todo cuanto has andado, y he cortado a todos tus enemigos de delante de ti, y voy a hacerte un gran nombre, como el nombre de los grandes de la tierra.
9 Asimismo fijaré lugar para mi pueblo Israel, y lo plantaré allí para que habite en él y no sea más removido; ni los hijos de iniquidad lo consumirán más, como antes,
10 y desde el tiempo en que puse los jueces sobre mi pueblo Israel; mas humillaré a todos tus enemigos. Te hago saber, además, que Jehová te edificará casa.
11 Y cuando tus días sean cumplidos para irte con tus padres, levantaré descendencia después de ti, a uno de entre tus hijos, y afirmaré su reino.
12 Él me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternamente.
13 Yo le seré por padre, y él me será por hijo; y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquél que fue antes de ti;
14 sino que lo confirmaré en mi casa y en mi reino eternamente, y su trono será firme para siempre.
15 Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, habló Natán a David.
16 Entró entonces el rey David y estuvo delante de Jehová, y dijo: Jehová Dios, ¿quién soy yo, y qué es mi casa, para que me hayas traído hasta aquí?
17 Y aun esto, oh Dios, te ha parecido poco, pues que has hablado de la casa de tu siervo para tiempo más lejano, y me has mirado como a un hombre excelente, oh Jehová Dios.
18 ¿Qué más puede añadir David pidiendo de ti para glorificar a tu siervo? Mas tú conoces a tu siervo.
19 Oh Jehová, por amor de tu siervo y según tu corazón, has hecho todas estas cosas tan grandes, para hacer notorias todas tus grandezas.
20 Jehová, no hay semejante a ti, ni hay Dios sino tú, según todas las cosas que hemos oído con nuestros oídos.
21 ¿Y qué pueblo hay en la tierra como tu pueblo Israel, a quien Dios haya ido a rescatar para darle renombre con grandezas y maravillas, echando a las naciones de delante de tu pueblo, que tú rescataste de Egipto?
22 Tú has constituido a tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre; y tú, Jehová, has venido a ser su Dios.
23 Ahora, pues, Jehová, la palabra que has hablado acerca de tu siervo y de su casa, sea firme para siempre, y haz como has dicho.
24 Permanezca, pues, y sea engrandecido tu nombre para siempre, a fin de que se diga: Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, es Dios para Israel. Y sea la casa de tu siervo David firme delante de ti.
25 Porque tú, Dios mío, revelaste al oído a tu siervo que le has de edificar casa; por eso ha hallado tu siervo motivo para orar delante de ti.
26 Ahora, pues, Jehová, tú eres el Dios que has hablado de tu siervo este bien;
27 y ahora te has dignado bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti; porque lo que tú, oh Jehová, bendices, será bendito para siempre.
David extiende sus dominios
18 Después de estas cosas aconteció que David derrotó a los filisteos, y los humilló, y tomó a Gat y sus villas de manos de los filisteos.
2 También derrotó a Moab, y los moabitas fueron sometidos a David, trayéndole tributo.
3 Asimismo derrotó David a Hadad-ézer rey de Sobá, en Hamat, cuando éste iba a asegurar su dominio sobre el río Eufrates.
4 Y le apresó David mil carros, siete mil de a caballo, y veinte mil hombres de a pie; y desjarretó David los caballos de todos los carros, excepto los de cien carros que dejó.
5 Y viniendo los sirios de Damasco en ayuda de Hadad-ézer rey de Sobá, David hirió de ellos veintidós mil hombres.
6 Y puso David guarnición en Siria de Damasco, y los sirios fueron sometidos a David, pagándole tributos; porque Jehová daba la victoria a David dondequiera que iba.
7 Tomó también David los escudos de oro que llevaban los siervos de Hadad-ézer, y los trajo a Jerusalén.
8 Asimismo de Tibhat y de Cun, ciudades de Hadad-ézer, tomó David muchísimo bronce, con el que Salomón hizo el estanque de bronce, las columnas y los utensilios de bronce.
9 Y oyendo Tou rey de Hamat que David había deshecho todo el ejército de Hadad-ézer rey de Sobá,
10 envió a Adoram su hijo al rey David, para saludarle y felicitarle por haber peleado con Hadad-ézer y haberle vencido; porque Tou tenía guerra contra Hadad-ézer. Le envió también toda clase de utensilios de oro, de plata y de bronce;
11 los cuales el rey David dedicó a Jehová, con la plata y el oro que había tomado de todas las naciones de Edom, de Moab, de los hijos de Amón, de los filisteos y de Amalec.
12 Además de esto, Abisay hijo de Sarvia destrozó en el valle de la Sal a dieciocho mil edomitas.
13 Y puso guarnición en Edom, y todos los edomitas fueron sometidos a David; porque Jehová daba el triunfo a David dondequiera que iba.
Oficiales de David
14 Reinó David sobre todo Israel, y juzgaba con justicia a todo su pueblo.
15 Y Joab hijo de Sarvia era general del ejército, y Josafat hijo de Ahilud, canciller.
16 Sadoc hijo de Ahitub y Abimélec hijo de Abiatar eran sacerdotes, y Savsá, secretario.
17 Y Benaía hijo de Joyadá estaba sobre los cereteos y peleteos; y los hijos de David eran los príncipes cerca del rey.
El justo juicio de Dios
2 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas al otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas practicas lo mismo.
2 Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad.
3 ¿Y te figuras, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios?
4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?
5 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,
6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:
7 vida eterna a los que, perseverando en hacer bien, buscan gloria y honra e inmortalidad,
8 pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia.
9 Tribulación y angustia sobre todo ser humano que obra el mal, el judío primeramente y también el griego,
10 pero gloria y honra y paz a todo el que obra el bien, al judío primeramente y también al griego;
11 porque ante Dios no hay acepción de personas.
12 Porque todos los que han pecado sin ley, sin ley también perecerán; y todos los que han pecado bajo la ley, por la ley serán juzgados
13 (porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los cumplidores de la ley serán justificados.
14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,
15 los cuales muestran la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos),
16 en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.
Los judíos y la ley
17 Mira que tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en Dios,
18 y conoces su voluntad, e instruido por la ley apruebas lo mejor,
19 y estás confiado en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,
20 instructor de ignorantes, maestro de niños, que tienes en la ley la quintaesencia del conocimiento y de la verdad.
21 Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas: No hurtar, ¿hurtas?
22 Tú que dices: No adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio?
23 Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?
24 Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.
16 Jehová es Rey eternamente para siempre;
De su tierra han sido barridos los gentiles.
17 El deseo de los humildes escuchas, oh Jehová;
Tú confortas su corazón, y tienes atento tu oído,
18 Para hacer justicia al huérfano y al oprimido,
A fin de que no vuelva más a infundir terror el hombre hecho de arcilla.
8 El que posee entendimiento ama su alma;
El que guarda la inteligencia hallará el bien.
9 El testigo falso no quedará sin castigo,
Y el que habla mentiras perecerá.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.