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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
2 Reyes 23:31-25:30

Joacaz, rey de Judá

31 Joacaz tenía veintitrés años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. El nombre de su madre era Hamutal hija de Jeremías, de Libna.

32 Él hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, conforme a todas las cosas que habían hecho sus padres. 33 El faraón Necao lo encarceló en Ribla, en la tierra de Hamat, para que no reinara[a] en Jerusalén; e impuso sobre el país una multa de tres mil trescientos kilos de plata y treinta y tres kilos de oro.

34 El faraón Necao proclamó rey a Eliaquim hijo de Josías en lugar de Josías su padre, pero le cambió su nombre por el de Joacim. Y tomó a Joacaz y lo llevó[b] a Egipto, donde murió.

Joacim, rey de Judá

35 Joacim pagó al faraón la plata y el oro, pero tuvo que imponer un impuesto al país para dar el dinero conforme al mandato del faraón. Exigió la plata y el oro al pueblo de la tierra, a cada uno según la estimación de su patrimonio, para darlo al faraón Necao.

36 Joacim tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. El nombre de su madre era Zebuda hija de Pedaías, de Ruma.

37 Él hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, conforme a todas las cosas que habían hecho sus padres.

24 En sus días subió Nabucodonosor, rey de Babilonia, y Joacim fue su vasallo durante tres años. Luego cambió de parecer y se rebeló contra él. Entonces el SEÑOR envió contra él tropas de los caldeos, de los sirios, de los moabitas y de los amonitas; y las envió contra Judá para destruirla, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado por medio de sus siervos los profetas. Ciertamente esto vino contra Judá por mandato del SEÑOR, para quitarla de su presencia por los pecados de Manasés, por todo lo que él había hecho, así como por la sangre inocente que había derramado; pues había llenado Jerusalén de sangre inocente. Por eso el SEÑOR no estuvo dispuesto a perdonar.

Los demás hechos de Joacim y todas las cosas que hizo, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Joacim reposó con sus padres, y su hijo Joaquín reinó en su lugar.

El rey de Egipto no volvió a salir de su tierra, porque el rey de Babilonia había tomado todo lo que era del rey de Egipto, desde el arroyo de Egipto hasta el río Éufrates.

Joaquín y la cautividad de Jerusalén

Joaquín tenía dieciocho años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. El nombre de su madre era Nejusta hija de Elnatán, de Jerusalén.

Él hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, conforme a todas las cosas que había hecho su padre.

10 En aquel tiempo los servidores de Nabucodonosor, rey de Babilonia, subieron contra Jerusalén; y la ciudad fue sitiada. 11 También Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino contra la ciudad, cuando sus servidores la tenían sitiada. 12 Entonces Joaquín, rey de Judá, se entregó al rey de Babilonia, él con su madre, sus servidores, sus oficiales y sus funcionarios. El rey de Babilonia lo apresó en el octavo año de su reinado. 13 Luego sacó de allí todos los tesoros de la casa del SEÑOR y los tesoros de la casa del rey. Rompió en pedazos todos los utensilios de oro que había hecho Salomón, rey de Israel, para la casa del SEÑOR, como el SEÑOR había dicho. 14 Y llevó en cautiverio a toda Jerusalén: a todos los magistrados, a todos los guerreros valientes (un total de diez mil cautivos), y a todos los herreros y artesanos. No quedó nadie, excepto la gente más pobre del pueblo de la tierra.

15 También llevó cautivos a Babilonia a Joaquín, a la madre del rey, a las mujeres del rey, a los funcionarios del rey y a los poderosos del país; los llevó cautivos de Jerusalén a Babilonia. 16 El rey de Babilonia llevó cautivos a Babilonia a todos los hombres de guerra, que eran siete mil, a los artesanos y herreros que eran mil, y a todos los valientes ejercitados para la guerra.

17 El rey de Babilonia proclamó rey en lugar de Joaquín a su tío Matanías, y cambió su nombre por el de Sedequías.

Sedequías y la caída de Jerusalén

18 Sedequías tenía veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. El nombre de su madre era Hamutal hija de Jeremías, de Libna.

19 Él hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, conforme a todo lo que había hecho Joacim. 20 Ciertamente el furor del SEÑOR estaba contra Jerusalén y Judá, hasta que los echó de su presencia.

Entonces Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.

25 Y aconteció el diez del mes décimoa del noveno año de su reinado que Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino con todo su ejército contra Jerusalén. Luego acamparon contra ella y construyeron muros de asedio contra ella en derredor.

La ciudad estuvo sitiada hasta el año once del rey Sedequías. En el noveno día del mes cuarto[c] prevaleció el hambre en la ciudad, y no había alimentos para el pueblo de la tierra.

Entonces se abrió una brecha en la ciudad, y huyeron de noche el rey[d] y todos los hombres de guerra por el camino de la puerta que estaba entre los dos muros, junto al jardín del rey, mientras los caldeos estaban junto y alrededor de la ciudad. Se dirigieron[e] hacia el Arabá, pero el ejército de los caldeos persiguió al rey y lo alcanzó en las llanuras de Jericó; y todo su ejército fue dispersado de su lado.

Entonces prendieron al rey y lo llevaron ante el rey de Babilonia, en Ribla, y este pronunció[f] sentencia contra aquel. Degollaron a los hijos de Sedequías en su presencia. Y a Sedequías le sacó los ojos, lo aprisionó con cadenas de bronce y lo hizo llevar a Babilonia.

El séptimo[g] día del mes quinto[h] del año diecinueve de Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, servidor del rey de Babilonia. Incendió la casa del SEÑOR, la casa del rey y todas las casas de Jerusalén; incendió todo edificio grande. 10 Todo el ejército de los caldeos que estaba con el capitán de la guardia demolió los muros alrededor de Jerusalén.

11 Nabuzaradán, capitán de la guardia, hizo llevar cautivo al resto del pueblo que había quedado en la ciudad, a los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia y al resto de la gente. 12 Sin embargo, el capitán de la guardia hizo quedar una parte de la gente más pobre de la tierra, como viñadores y labradores.

13 Los caldeos destrozaron las columnas de bronce que estaban en la casa del SEÑOR, así como las bases de las pilas móviles y la fuente de bronce que estaban en la casa del SEÑOR; y se llevaron el bronce a Babilonia. 14 También se llevaron las ollas, las palas, las despabiladeras, los cucharones y todos los utensilios de bronce con que servían. 15 El capitán de la guardia se llevó también los incensarios y los tazones para la aspersión, tanto los de oro como los de plata.

16 En cuanto a las dos columnas, la fuente y las bases de las pilas móviles que Salomón había hecho para la casa del SEÑOR, no hubo manera de pesar el bronce de todos estos objetos. 17 La altura de cada columna era de ocho metros. Encima tenían un capitel de bronce de un metro y medio de alto y alrededor, sobre el capitel, había una red y granadas, todo de bronce. La segunda columna tenía una labor igual, con la red.

18 El capitán de la guardia tomó también a Seraías, el sacerdote principal; a Sofonías, el segundo sacerdote; y a tres guardias de la puerta. 19 Y de la ciudad tomó a un funcionario que estaba encargado de los hombres de guerra; a cinco hombres de los más íntimos del rey que se hallaban en la ciudad y al escriba principal de la milicia, quien reclutaba al pueblo de la tierra, y a sesenta hombres del pueblo de la tierra que se hallaban en la ciudad. 20 Nabuzaradán, capitán de la guardia, los tomó y los llevó ante el rey de Babilonia, en Ribla. 21 El rey de Babilonia los hirió y los mató en Ribla, en la tierra de Hamat. Así fue llevado cautivo Judá lejos de su tierra.

Gedalías es asesinado

22 Sobre la gente que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había dejado en la tierra de Judá, el rey puso a Gedalías hijo de Ajicam, hijo de Safán. 23 Todos los jefes de los soldados, ellos y sus hombres (Ismael hijo de Netanías, Johanán hijo de Carea, Seraías hijo de Tanjumet, de Netofa, y Jazanías hijo de cierto hombre de Maaca) se enteraron de que el rey de Babilonia había puesto por gobernador a Gedalías. Ellos y sus hombres fueron a él en Mizpa. 24 Entonces Gedalías les juró a ellos y a sus hombres, diciéndoles: “No tengan temor a los servidores de los caldeos. Habiten en la tierra y sirvan al rey de Babilonia, y les irá bien”.

25 Pero aconteció en el mes séptimo[i] que Ismael hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la descendencia real, fue con diez hombres, e hirieron y dieron muerte a Gedalías y a los judíos y caldeos que estaban con él en Mizpa. 26 Entonces todo el pueblo se levantó, desde el menor hasta el mayor, con los jefes de los soldados, y se fueron a Egipto, porque tenían temor a los caldeos.

Evil-merodac honra a Joaquín

27 Aconteció el veintisiete del mes duodécimo[j] del año treinta y siete de la cautividad de Joaquín, rey de Judá, que Evil-merodac, rey de Babilonia, en el primer año de su reinado, indultó a Joaquín, rey de Judá, y lo sacó de la cárcel. 28 Habló con Joaquín amigablemente y puso su sitial más alto que los sitiales de los reyes que estaban con él en Babilonia. 29 Cambió su ropa de prisión, y Joaquín comía en la presencia del rey siempre, todos los días de su vida. 30 En cuanto a su ración, le fue dada una ración continua de parte del rey, cada cosa en su día, todos los días de su vida.

Hechos 22:17-23:10

17 »Entonces, cuando volví a Jerusalén, mientras oraba en el templo, sucedió que caí en éxtasis 18 y vi al Señor que me decía: “Date prisa y sal de inmediato de Jerusalén, porque no recibirán tu testimonio acerca de mí”. 19 Y yo dije: “Señor, ellos saben bien que yo andaba encarcelando y azotando a los que creían en ti en todas las sinagogas; 20 y cuando se derramaba la sangre de tu testigo Esteban, yo también estaba presente, aprobaba su muerte y guardaba la ropa de los que le mataban”[a]. 21 Pero él me dijo: “Anda, porque yo te enviaré lejos, a los gentiles”.

Pablo ante el tribuno

22 Le escucharon hasta esta palabra. Entonces alzaron la voz diciendo:

—¡Quita de la tierra a tal hombre, porque no conviene que viva!

23 Como ellos daban voces, arrojaban sus ropas y echaban polvo al aire, 24 el tribuno mandó que metieran a Pablo en la fortaleza y ordenó que le sometieran a interrogatorio mediante azotes, para saber por qué causa daban voces así contra él. 25 Pero apenas lo estiraron con las correas, Pablo dijo al centurión que estaba presente:

—¿Es lícito a ustedes azotar a un ciudadano romano que no ha sido condenado?

26 Cuando el centurión oyó esto, fue e informó al tribuno diciendo:

—¿Qué vas a hacer? Pues este hombre es romano.

27 Vino el tribuno y le dijo:

—Dime, ¿eres tú romano?

Y él dijo:

—Sí.

28 El tribuno respondió:

—Yo logré esta ciudadanía con una gran suma.

Entonces Pablo dijo:

—Pero yo la tengo por nacimiento.

29 Así que, en seguida se retiraron de él los que le iban a interrogar. También el tribuno tuvo temor cuando supo que Pablo era ciudadano romano y que le había tenido atado.

Defensa de Pablo ante el Sanedrín

30 Al día siguiente, queriendo saber con certeza la verdadera razón por la que era acusado por los judíos, le desató y mandó reunir a todos los principales sacerdotes y a todo el Sanedrín de ellos. Y sacando a Pablo, lo presentó delante de ellos.

23 Entonces Pablo, fijando la vista en el Sanedrín, dijo:

—Hermanos, yo he vivido delante de Dios con toda buena conciencia hasta el día de hoy.

Y el sumo sacerdote Ananías mandó a los que estaban a su lado, que le golpearan en la boca. Entonces Pablo dijo:

—¡Dios te ha de golpear a ti, pared blanqueada! Tú estás sentado para juzgarme conforme a la ley; y quebrantando la ley, ¿mandas que me golpeen?

Los que estaban presentes le dijeron:

—¿Insultas tú al sumo sacerdote de Dios?

Y Pablo dijo:

—No sabía, hermanos, que fuera el sumo sacerdote; pues escrito está: No maldecirás al gobernante de tu pueblo[b].

Entonces Pablo, sabiendo que una parte del Sanedrín eran saduceos y la otra parte fariseos, gritó en el Sanedrín:

—Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseos. Es por la esperanza y la resurrección de los muertos que soy juzgado.

Cuando dijo esto, se produjo disensión entre los fariseos y los saduceos. La asamblea se dividió, porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángeles, ni espíritus; pero los fariseos afirman todas estas cosas. Se levantó un gran vocerío, y algunos de los escribas del partido de los fariseos se levantaron y contendían diciendo:

—No hallamos ningún mal en este hombre. ¿Y qué hay si un espíritu o un ángel le ha hablado[c]?

10 Como hubo grande disensión, el tribuno, temiendo que Pablo fuese despedazado, mandó a los soldados que bajaran para arrebatarlo de en medio de ellos y llevarlo a la fortaleza.

Salmos 2

El ungido asume el trono

¿Por qué se amotinan las naciones

y los pueblos traman cosas vanas?
Se presentan los reyes de la tierra,
y los gobernantes consultan unidos contra el SEÑOR y su ungido, diciendo:
“¡Rompamos sus ataduras!
¡Echemos de nosotros sus cuerdas!”.
El que habita en los cielos se reirá;
el Señor se burlará de ellos.
Entonces les hablará en su ira
y los turbará en su furor:
“¡Yo he instalado a mi rey
en Sion, mi monte santo!”.
Yo declararé el decreto:
el SEÑOR me ha dicho:
“Tú eres mi hijo; yo te engendré hoy.
Pídeme, y te daré por heredad
las naciones,
y por posesión tuya los confines de
la tierra.
Tú los quebrantarás con vara de hierro; como a vasija de alfarero los
desmenuzarás”.
10 Y ahora, oh reyes, sean sabios; acepten la corrección, oh gobernantes de la tierra.
11 Sirvan al SEÑOR con temor
y alégrense con temblor.
12 Besen al hijo, no sea que se enoje
y pierdan el camino;
pues se enciende de pronto su ira. ¡Bienaventurados todos los que en
él se refugian!

Proverbios 18:13

13 El que responde antes de oír
comete insensatez y deshonra.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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