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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
2 Reyes 1-2

Elías anuncia el final de Ocozías

Después de la muerte de Acab, Moab se rebeló contra Israel. Ocozías se cayó por la celosía de su sala en el piso superior, en Samaria, y quedó malherido. Entonces envió mensajeros diciéndoles:

—Vayan y consulten a Baal-zebub, dios de Ecrón, si he de sanar de esta enfermedad.

Entonces el ángel del SEÑOR dijo a Elías el tisbita:

—Levántate, sube al encuentro de los mensajeros del rey de Samaria y diles: “¿Acaso no hay Dios en Israel para que ustedes vayan a consultar a Baal-zebub, dios de Ecrón? Por tanto, así ha dicho el SEÑOR: ‘De la cama a la cual subiste no descenderás, sino que ciertamente morirás’ ”.

Entonces Elías se fue. Y cuando los mensajeros regresaron al rey, este les preguntó:

—¿Por qué han regresado?

Ellos le respondieron:

—Un hombre vino a nuestro encuentro y nos dijo: “Vayan, regresen al rey que los envió y díganle que así ha dicho el SEÑOR: ‘¿Acaso no hay Dios en Israel, para que tú mandes a consultar a Baal-zebub, dios de Ecrón? Por tanto, de la cama a la cual subiste no descenderás, sino que ciertamente morirás’ ”.

Entonces él les preguntó:

—¿Qué aspecto tenía aquel hombre que vino a su encuentro y les dijo estas palabras?

Ellos le respondieron:

—Era un hombre velludo, que tenía ceñido un cinto de cuero a la cintura.

Entonces dijo:

—Él es Elías el tisbita.

Elías confirma a Ocozías su final

Entonces Ocozías envió a Elías un jefe de cincuenta con sus cincuenta hombres. Este fue a él, y he aquí que él estaba sentado en la cumbre del monte, y le dijo:

—Oh hombre de Dios, el rey ha dicho: “¡Desciende!”.

10 Elías respondió y dijo al jefe de cincuenta:

—Si yo soy hombre de Dios, que descienda fuego del cielo y te consuma a ti con tus cincuenta.

Entonces descendió fuego del cielo y lo consumió a él con sus cincuenta.

11 El rey volvió a enviarle otro jefe de cincuenta con sus cincuenta, y este le habló diciendo:

—Oh hombre de Dios, el rey ha dicho así: “¡Desciende pronto!”.

12 Elías respondió y les dijo:

—Si yo soy hombre de Dios, que descienda fuego del cielo y te consuma a ti con tus cincuenta.

Entonces descendió del cielo fuego de Dios y lo consumió a él con sus cincuenta.

13 Volvió a enviar un tercer jefe de cincuenta con sus cincuenta. Aquel tercer jefe de cincuenta subió, y al llegar se hincó de rodillas ante Elías y le rogó diciendo:

—¡Oh hombre de Dios, te ruego que sea de valor a tus ojos mi vida y la vida de estos cincuenta siervos tuyos! 14 He aquí, ha descendido fuego del cielo y ha consumido a los dos primeros jefes de cincuenta con sus cincuenta. ¡Sea ahora mi vida de valor a tus ojos!

15 Entonces el ángel del SEÑOR dijo a Elías:

—Desciende con él; no le tengas miedo.

Elías se levantó, fue con él al rey 16 y le dijo:

—Así ha dicho el SEÑOR: “Por cuanto enviaste mensajeros a consultar a Baal-zebub, dios de Ecrón (¿acaso no hay Dios en Israel para consultar su palabra?), por tanto, de la cama a la cual subiste no descenderás, sino que ciertamente morirás”.

Muerte de Ocozías rey de Israel

17 Y Ocozías murió, conforme a la palabra del SEÑOR que Elías había hablado. En su lugar comenzó a reinar Joram[a], en el segundo año de Joram hijo de Josafat, rey de Judá, porque Ocozías no tenía hijo.

18 Las demás cosas que hizo Ocozías, ¿no están escritas en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

Elías es llevado al cielo

Aconteció que cuando el SEÑOR iba a arrebatar a Elías al cielo en un torbellino, Elías venía de Gilgal con Eliseo. Y Elías dijo a Eliseo:

—Por favor, quédate aquí, porque el SEÑOR me ha enviado a Betel.

Eliseo dijo:

—¡Vive el SEÑOR, y vive tu alma, que no te dejaré!

Entonces descendieron a Betel. Y los hijos de los profetas que estaban en Betel salieron al encuentro de Eliseo, y le preguntaron:

—¿Sabes que hoy el SEÑOR arrebatará a tu señor por encima de tu cabeza?

Él respondió:

—Sí, yo lo sé. Callen.

Elías le volvió a decir:

—Eliseo, por favor, quédate aquí, porque el SEÑOR me ha enviado a Jericó.

Y él dijo:

—¡Vive el SEÑOR, y vive tu alma, que no te dejaré!

Y fueron a Jericó. Entonces los hijos de los profetas que estaban en Jericó se acercaron a Eliseo y le preguntaron:

—¿Sabes que hoy el SEÑOR arrebatará a tu señor por encima de tu cabeza?

Y él respondió:

—Sí, yo lo sé. Callen.

Luego le dijo Elías:

—Por favor, quédate aquí, porque el SEÑOR me ha enviado al Jordán.

Y él dijo:

—¡Vive el SEÑOR, y vive tu alma, que no te dejaré!

Fueron, pues, los dos. Y llegaron cincuenta hombres de los hijos de los profetas y se pararon al frente, a lo lejos. También ellos dos se pararon junto al Jordán. Entonces Elías tomó su manto, lo dobló y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado; y ambos pasaron en seco. Y sucedió que cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo:

—Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea arrebatado de tu lado.

Eliseo dijo:

—Te ruego que pase a mí una doble porción de tu espíritu.

10 Él dijo:

—Has pedido algo difícil. Si me ves cuando sea arrebatado de tu lado, te será concedido; si no, no.

11 Aconteció que mientras ellos iban y conversaban, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego los separó a los dos, y Elías subió al cielo en un torbellino. 12 Eliseo, al verlo, gritó:

—¡Padre mío, padre mío! ¡Carro de Israel, y sus jinetes!

Nunca más lo vio. Y agarrando sus ropas, las rasgó en dos partes.

Eliseo sucede a Elías

13 Entonces Eliseo recogió el manto de Elías, que se le había caído, y regresó. Luego, deteniéndose a la orilla del Jordán, 14 tomó el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas y dijo:

—¿Dónde está el SEÑOR, el Dios de Elías?

Y cuando él también golpeó las aguas, estas se apartaron a uno y a otro lado; y Eliseo cruzó. 15 Lo vieron los hijos de los profetas que estaban en Jericó, al otro lado, y dijeron:

—¡El espíritu de Elías reposa sobre Eliseo!

Entonces fueron hacia él, se postraron ante él en tierra, 16 y le dijeron:

—He aquí, con tus siervos hay cincuenta hombres valerosos. Que vayan ellos y busquen a tu señor; no sea que el Espíritu del SEÑOR lo haya levantado y lo haya arrojado en alguna montaña o en algún valle.

Él dijo:

—No los manden.

17 Ellos insistieron hasta que sintiéndose él avergonzado, dijo:

—Envíenlos.

Entonces enviaron a cincuenta hombres, los cuales lo buscaron durante tres días, pero no lo hallaron. 18 Cuando volvieron a él, que se había quedado en Jericó, les dijo:

—¿No les dije que no fueran?

Eliseo sanea las aguas de Jericó

19 Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo:

—He aquí, el lugar de esta ciudad es bueno, como lo ve mi señor; pero las aguas son malas, y la tierra es estéril.

20 Entonces él dijo:

—Tráiganme una vasija nueva y pongan en ella sal.

Se la trajeron. 21 Y salió al manantial de las aguas, echó dentro la sal y dijo:

—Así ha dicho el SEÑOR: “Yo saneo estas aguas, y no habrá en ellas más muerte ni esterilidad”.

22 Y así fueron saneadas las aguas hasta el día de hoy, conforme a las palabras que Eliseo pronunció.

Eliseo y los muchachos de Betel

23 Después fue de allí a Betel; y cuando subía por el camino, salieron unos muchachos pequeños de la ciudad y se burlaban de él diciéndole:

—¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo!

24 Volviéndose hacia atrás, los vio y los maldijo en el nombre del SEÑOR. Entonces salieron dos osos del bosque y despedazaron a cuarenta y dos de aquellos niños.

25 De allí fue al monte Carmelo, y de allí volvió a Samaria.

Hechos 13:42-14:7

42 Cuando ellos salían, les rogaron que el sábado siguiente les hablaran de estos temas. 43 Entonces una vez despedida la congregación, muchos de los judíos y de los prosélitos piadosos siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes les hablaban y les persuadían a perseverar fieles en la gracia de Dios.

44 El sábado siguiente se reunió casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios. 45 Y cuando los judíos vieron las multitudes se llenaron de celos, y blasfemando contradecían lo que Pablo decía. 46 Entonces Pablo y Bernabé, hablando con valentía, dijeron:

—Era necesario que se les hablara a ustedes primero la palabra de Dios; pero ya que la han desechado y no se juzgan dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles. 47 Porque así nos ha mandado el Señor:

Te he puesto por luz a los gentiles,

a fin de que seas para salvación

hasta lo último de la tierra[a].

48 Al oír esto, los gentiles se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron cuantos estaban designados para la vida eterna. 49 Y la palabra del Señor se difundía por toda la región.

50 Pero los judíos instigaron a unas mujeres piadosas y distinguidas y a los principales de la ciudad, y provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé, y los echaron de sus territorios. 51 Entonces sacudieron el polvo de sus pies contra ellos, y se fueron a Iconio. 52 Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo.

Pablo y Bernabé en Iconio

14 Aconteció en Iconio que entraron juntos en la sinagoga de los judíos y hablaron de tal manera que creyó un gran número, tanto de judíos como de griegos. Pero los judíos que no creyeron incitaron y predispusieron el ánimo de los gentiles en contra de los hermanos. Con todo eso, ellos continuaron mucho tiempo hablando con valentía, confiados en el Señor, quien daba testimonio a la palabra de su gracia concediendo que se hicieran señales y prodigios por medio de las manos de ellos.

La gente de la ciudad estaba dividida: Unos estaban con los judíos, otros con los apóstoles. Como surgió un intento de parte de los gentiles y los judíos, junto con sus gobernantes, para afrentarlos y apedrearlos, se enteraron y huyeron a Listra y a Derbe, ciudades de Licaonia, y por toda la región de alrededor. Y allí anunciaban el evangelio.

Salmos 139

Omnipresencia y omnisciencia de Dios

139 Al músico principal. Salmo de David.Oh SEÑOR, tú me has examinado y conocido.

Tú conoces cuando me siento y cuando me levanto;
desde lejos entiendes mi pensamiento.
Mi caminar y mi acostarme has considerado;
todos mis caminos te son conocidos.
Pues aún no está la palabra en mi lengua, y tú, oh SEÑOR, ya la sabes toda.
Detrás y delante me rodeas,
y sobre mí pones tu mano.
Tal conocimiento me es maravilloso; tan alto que no lo puedo alcanzar.
¿A dónde me iré de tu Espíritu?
¿A dónde huiré de tu presencia?
Si subo a los cielos, allí estás tú;
si en el Seol hago mi cama, allí tú estás.
Si tomo las alas del alba
y habito en el extremo del mar,
10 aun allí me guiará tu mano
y me asirá tu diestra.
11 Si digo: “Ciertamente, las tinieblas me encubrirán
y se hará noche la luz que me rodea”,
12 aun las tinieblas no encubren de ti
y la noche resplandece como el día. Lo mismo te son las tinieblas que la luz.
13 Porque tú formaste mis entrañas; me entretejiste en el vientre de mi madre.
14 Te doy gracias, porque
has[a]hecho maravillas.
Maravillosas son tus obras,
y mi alma lo sabe muy bien.
15 No fueron encubiertos de ti mis huesos a pesar de que fui hecho en lo oculto
y entretejido en lo profundo de la tierra.
16 Tus ojos vieron mi embrión
y en tu libro estaba escrito todo aquello que a su tiempo fue formado,
sin faltar nada de ello.
17 ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!
¡Cuán grande es la suma de ellos!
18 Si los enumerara, serían más que la arena. Despierto, y aún estoy contigo.
19 ¡Oh Dios, si dieras muerte al impío
de modo que los sanguinarios se apartaran de mí!
20 Porque contra ti urden planes;
se rebelan en vano contra ti.
21 ¿Acaso no aborrezco, oh SEÑOR,
a los que te aborrecen
y contiendo contra los que se levantan contra ti?
22 Los aborrezco por completo; los tengo por enemigos.
23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
pruébame y conoce mis pensamientos.
24 Ve si hay en mí camino de perversidad
y guíame por el camino eterno.

Proverbios 17:19-21

19 El que ama la transgresión
ama las contiendas,
y el que se enaltece busca la ruina.
20 El perverso de corazón nunca hallará el bien,
y el de doble lengua caerá en el mal.
21 Quien engendra al necio lo hace para su tristeza,
y el padre del insensato no se alegrará.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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