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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
Version
1 Reyes 18

Encuentro de Elías y Acab

18 Después de muchos días, la palabra del Señor vino a Elías en el tercer año(A), diciéndole: «Ve, muéstrate a Acab, y enviaré lluvia sobre la superficie de la tierra(B)». Y Elías fue a mostrarse a Acab. Y el hambre era intensa en Samaria. Y Acab llamó a Abdías que era mayordomo de la casa(C). (Y Abdías temía[a] en gran manera al Señor(D); pues cuando Jezabel destruyó[b] a los profetas del Señor(E), Abdías tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en una cueva, y los sustentó(F) con pan y agua). Entonces Acab dijo a Abdías: «Ve por la tierra a todas las fuentes de agua y a todos los valles; quizá hallaremos hierba y conservaremos con vida los caballos y los mulos, y no tendremos que matar parte del ganado». Y dividieron la tierra entre ellos para recorrerla; Acab se fue solo por un camino, y Abdías se fue solo por otro.

Abdías estaba en el camino cuando Elías le salió al encuentro, y Abdías lo reconoció(G) y cayó sobre su rostro, y le dijo: «¿Es usted Elías, mi señor?». Él le respondió: «Yo soy. Ve, dile a tu señor: “Aquí está Elías”». Y él dijo: «¿Qué pecado he cometido, que entrega a su siervo en manos de Acab para que me mate? 10 Vive el Señor su Dios(H), que no hay nación ni reino adonde mi señor no haya enviado a buscarlo; y cuando decían: “No está aquí”, hacía jurar al reino o a la nación que no lo habían hallado. 11 Y ahora dices: “Ve, dile a tu señor: ‘Aquí está Elías’”. 12 Y sucederá que cuando lo deje, el Espíritu del Señor(I) lo llevará adonde yo no sepa; así que cuando yo vaya y se lo diga a Acab y él no pueda encontrarlo, me matará, aunque yo su siervo he temido[c] al Señor desde mi juventud. 13 ¿No le han contado a mi señor lo que hice cuando Jezabel mató a los profetas del Señor, que escondí a cien de los profetas del Señor de cincuenta en cincuenta en una cueva, y los sustenté con pan y agua(J)? 14 Y ahora usted me dice: “Ve, dile a tu señor: ‘Aquí está Elías’”; entonces me matará». 15 Elías le dijo: «Vive el Señor de los ejércitos(K), delante de quien estoy, que hoy ciertamente me mostraré a él».

16 Abdías fue al encuentro de Acab, y le dio aviso; y Acab fue al encuentro de Elías. 17 Cuando Acab vio a Elías, Acab le dijo(L): «¿Eres tú, perturbador de Israel?». 18 Y él respondió: «Yo no he perturbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, porque ustedes han abandonado los mandamientos del Señor(M) y han seguido a los Baales(N). 19 Ahora pues, envía a reunir conmigo a todo Israel en el monte Carmelo(O), junto con 450 profetas de Baal(P) y 400 profetas de la Asera(Q) que comen a la mesa de Jezabel».

Elías y los profetas de Baal

20 Acab envió mensaje a todos los israelitas y reunió a los profetas en el monte Carmelo. 21 Elías se acercó a todo el pueblo y dijo: «¿Hasta cuándo vacilarán entre[d] dos opiniones(R)? Si el Señor es Dios, síganlo(S); y si Baal, síganlo a él». Pero el pueblo no le respondió ni una palabra. 22 Entonces Elías dijo al pueblo: «Solo yo he quedado como profeta del Señor(T), pero los profetas de Baal son 450 hombres(U). 23 Que nos den, pues, dos novillos. Que escojan un novillo para ellos y lo despedacen, y lo coloquen sobre la leña, pero que no le pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro novillo y lo colocaré sobre la leña, y no le pondré fuego. 24 Entonces invoquen el nombre de su dios, y yo invocaré el nombre del Señor; y el Dios que responda por fuego, ese es Dios(V)». Y todo el pueblo respondió: «La idea es buena».

25 Y Elías dijo a los profetas de Baal: «Escojan un novillo para ustedes y prepárenlo primero, pues son los más, e invoquen el nombre de su dios, pero no le pongan fuego». 26 Entonces tomaron el novillo que les dieron y lo prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: «Oh Baal, respóndenos». Pero no hubo voz(W) ni nadie respondió. Y danzaban[e] alrededor del altar que habían hecho[f]. 27 Como al mediodía, Elías se burlaba de ellos y decía: «Clamen en voz alta, pues es un dios; tal vez estará meditando o se habrá desviado, o estará de viaje, quizá esté dormido y habrá que despertarlo». 28 Y gritaban a grandes voces y se sajaban, según su costumbre(X), con espadas y lanzas hasta que la sangre chorreaba sobre ellos. 29 Pasado el mediodía, se pusieron a gritar frenéticamente[g] hasta la hora de ofrecerse el sacrificio de la tarde(Y); pero no hubo voz, ni nadie respondió ni nadie hizo caso.

30 Entonces Elías dijo a todo el pueblo: «Acérquense a mí». Y todo el pueblo se acercó a Elías. Entonces él reparó el altar del Señor que había sido derribado(Z). 31 Elías tomó doce piedras conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, a quien había venido la palabra del Señor, diciendo: «Israel será tu nombre(AA)». 32 Con las piedras edificó un altar en el nombre del Señor(AB), e hizo una zanja alrededor del altar, suficientemente grande para contener dos medidas (14.6 litros) de semilla. 33 Dispuso después la leña, cortó el novillo en pedazos y lo colocó sobre la leña(AC). 34 Y dijo: «Llenen cuatro cántaros de agua y derrámenla sobre el holocausto y sobre la leña». Después dijo: «Háganlo por segunda vez; y lo hicieron por segunda vez». Y añadió: «Háganlo por tercera vez»; y lo hicieron por tercera vez. 35 El agua corría alrededor del altar, y también llenó la zanja de agua. 36 Y a la hora de ofrecerse el sacrificio de la tarde(AD), el profeta Elías se acercó y dijo: «Oh Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel(AE), que se sepa hoy que Tú eres Dios en Israel(AF), que yo soy Tu siervo y que he hecho todas estas cosas por palabra Tuya(AG). 37 Respóndeme, oh Señor, respóndeme, para que este pueblo sepa que Tú, oh Señor, eres Dios, y que has hecho volver sus corazones». 38 Entonces cayó el fuego del Señor, y consumió el holocausto(AH), la leña, las piedras y el polvo, y secó el agua de la zanja. 39 Cuando todo el pueblo lo vio, se postraron sobre su rostro y dijeron: «El Señor, Él es Dios(AI); el Señor, Él es Dios». 40 Entonces Elías les dijo: «Prendan a los profetas de Baal, que no se escape ninguno de ellos». Los prendieron, y Elías los hizo bajar al torrente Cisón(AJ) y allí los degolló(AK).

Fin de la sequía

41 Y Elías dijo a Acab: «Sube, come y bebe; porque se oye el estruendo de mucha lluvia». 42 Acab subió a comer y a beber, pero Elías subió a la cumbre del Carmelo(AL); y allí se agachó en tierra(AM) y puso su rostro entre las rodillas. 43 Y dijo a su criado: «Sube ahora, y mira hacia el mar». Y él subió, miró y dijo: «No hay nada». Y Elías dijo siete veces: «Vuelve a mirar». 44 Y sucedió que a la séptima vez, él dijo: «Veo una nube(AN) tan pequeña como la mano de un hombre, que sube del mar». Y Elías le dijo: «Sube, y dile a Acab: “Prepara[h] tu carro y desciende, para que la fuerte lluvia no te detenga”». 45 Al poco tiempo, el cielo se oscureció con nubes y viento, y hubo gran lluvia. Y Acab montó en su carro y fue a Jezreel(AO). 46 Y la mano del Señor estaba sobre Elías(AP), quien ajustándose el cinturón(AQ) corrió delante de Acab hasta Jezreel.

Hechos 11

Informe de Pedro

11 Los apóstoles y los hermanos(A) que estaban por toda Judea oyeron que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. Cuando Pedro subió a Jerusalén, los que eran de la circuncisión[a](B) le reprocharon: «Tú entraste en casa de incircuncisos y comiste con ellos(C)».

Entonces Pedro comenzó a explicarles en orden lo sucedido(D): «Estaba yo en la ciudad de Jope orando(E), y vi en éxtasis una visión(F): un objeto[b] semejante a un gran lienzo que descendía, bajado del cielo por las cuatro puntas, y vino hasta mí. Cuando fijé mis ojos en él y lo observaba, vi[c] cuadrúpedos terrestres, fieras, reptiles y aves del cielo. También oí una voz que me decía: “Levántate Pedro, mata[d] y come”. Pero yo dije: “De ninguna manera, Señor, porque nada impuro[e] o inmundo ha entrado jamás en mi boca”. Pero una voz del cielo respondió por segunda vez: “Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tú impuro[f](G)”. 10 Esto sucedió tres veces, y todo volvió a ser llevado arriba al cielo.

11 »En aquel momento se aparecieron tres hombres delante de la casa donde estábamos, los cuales habían sido enviados a mí desde Cesarea(H). 12 Y el Espíritu Santo me dijo que fuera con ellos(I) sin dudar[g](J). Estos seis hermanos fueron también conmigo(K) y entramos en la casa de aquel hombre. 13 Y él nos contó cómo había visto al ángel de pie en su casa, el cual le dijo[h]: “Envía unos hombres a Jope y haz traer a Simón, que también se llama Pedro, 14 quien te dirá palabras(L) por las cuales serás salvo, tú y toda tu casa(M)”.

15 »Cuando comencé a hablar, el Espíritu Santo descendió[i] sobre ellos(N), tal como lo hizo sobre nosotros al principio(O). 16 Entonces me acordé de las palabras del Señor, cuando[j] dijo: “Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con[k] el Espíritu Santo(P)”. 17 Por tanto, si Dios les dio a ellos el mismo don que también nos dio a nosotros(Q) después de creer en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder impedírselo a Dios[l](R)?».

18 Al oír esto se calmaron, y glorificaron a Dios(S), diciendo: «Así que también a los gentiles ha concedido Dios el arrepentimiento que conduce a la vida(T)».

La iglesia en Antioquía

19 Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que sobrevino después de la muerte de Esteban(U), llegaron hasta Fenicia(V), Chipre(W) y Antioquía(X), no hablando la palabra a nadie, sino solo a los judíos. 20 Pero había algunos de ellos, hombres de Chipre(Y) y de Cirene(Z), los cuales al llegar a Antioquía(AA), hablaban también a los griegos[m](AB), predicando el evangelio del Señor Jesús(AC). 21 La mano del Señor estaba con ellos(AD), y gran número que creyó(AE) se convirtió al Señor.

22 La noticia[n] de esto llegó a[o] oídos de la iglesia de Jerusalén y enviaron a Bernabé(AF) a[p] Antioquía(AG), 23 el cual, cuando vino y vio la gracia de Dios(AH), se regocijó y animaba a todos para que con corazón firme[q] permanecieran fieles al Señor; 24 porque era un hombre bueno, y lleno del Espíritu Santo(AI) y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor(AJ).

25 Bernabé salió rumbo a Tarso(AK) para buscar a Saulo; 26 y cuando lo encontró, lo trajo a Antioquía(AL). Y se reunieron con la iglesia por todo un año, y enseñaban a las multitudes[r]; y a los discípulos(AM) se les llamó cristianos(AN) por primera vez en Antioquía.

27 Por aquellos[s] días unos profetas(AO) descendieron de Jerusalén a Antioquía(AP). 28 Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo(AQ), daba a entender por el Espíritu Santo, que ciertamente habría una gran hambre en toda la tierra[t](AR). Y esto ocurrió durante el reinado del emperador Claudio(AS).

29 Los discípulos(AT), conforme a lo que cada uno tenía, determinaron enviar una ayuda a los hermanos que habitaban en Judea(AU). 30 Y así lo hicieron, mandándola a los ancianos(AV) por mano de Bernabé(AW) y de Saulo(AX).

Salmos 135

El Señor en la naturaleza y en la historia

135 ¡Aleluya(A)!
Alaben el nombre del Señor;
Alábenlo, siervos del Señor(B),
Los que están en la casa del Señor,
En los atrios de la casa de nuestro Dios(C).
¡Aleluya! Porque el Señor es bueno(D);
Canten alabanzas a Su nombre(E), porque es agradable(F).
Porque el Señor ha escogido a Jacob para sí(G),
A Israel para posesión Suya(H).

Porque yo sé que el Señor es grande(I),
Y que nuestro Señor está sobre todos los dioses(J).
Todo cuanto el Señor quiere, lo hace(K),
En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.
Él hace subir las nubes(L) desde los extremos de la tierra,
Hace los relámpagos para la lluvia(M)
Y saca el viento de Sus depósitos(N).

Hirió a los primogénitos de Egipto(O),
Tanto de hombre como de animal.
Envió señales y prodigios en medio de ti(P), oh Egipto,
Sobre Faraón y todos sus siervos(Q).
10 Hirió(R) a muchas naciones(S)
Y mató a reyes poderosos;
11 A Sehón(T), rey de los amorreos,
A Og(U), rey de Basán,
Y a todos los reinos de Canaán(V);
12 Y dio sus tierras en herencia(W),
En herencia a Israel Su pueblo.
13 Tu nombre, Señor, es eterno(X);
Tu memoria, Señor, por todas las generaciones.
14 Porque el Señor juzgará a Su pueblo(Y),
Y tendrá compasión de Sus siervos(Z).
15 (AA)Los ídolos de las naciones son plata y oro,
Obra de manos de hombre.
16 Tienen boca, y no hablan;
Tienen ojos, y no ven;
17 Tienen oídos, y no oyen;
Tampoco hay aliento en su boca.
18 Los que los hacen serán semejantes a ellos,
, todos los que en ellos confían.

19 Oh casa de Israel(AB), bendigan ustedes al Señor;
Oh casa de Aarón, bendigan al Señor;
20 Oh casa de Leví, bendigan al Señor;
Los que temen al Señor(AC), bendigan al Señor.
21 Bendito desde Sión sea el Señor(AD),
Que mora en Jerusalén(AE).
¡Aleluya!

Proverbios 17:12-13

12 Mejor es encontrarse con una osa privada de sus cachorros(A),
Que con un necio en su necedad(B).
13 Al que devuelve mal por bien(C),
El mal no se apartará de su casa(D).

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