The Daily Audio Bible
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Reinado de Nadab
25 Nadab, hijo de Jeroboam, comenzó a reinar sobre Israel en el segundo año de Asá rey de Judá; y reinó sobre Israel dos años.
26 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, andando en el camino de su padre, y en los pecados con que hizo pecar a Israel.
27 Y Basá hijo de Ahías, el cual era de la casa de Isacar, conspiró contra él, y lo hirió Basá en Gibetón, que era de los filisteos; porque Nadab y todo Israel tenían sitiado a Gibetón.
28 Lo mató, pues, Basá en el tercer año de Asá rey de Judá, y reinó en lugar suyo.
29 Y cuando él vino al reino, mató a toda la casa de Jeroboam, sin dejar alma viviente de los de Jeroboam, hasta raerla, conforme a la palabra que Jehová habló por su siervo Ahías silonita;
30 por los pecados que Jeroboam había cometido, y con los cuales hizo pecar a Israel; y por su provocación con que provocó a enojo a Jehová Dios de Israel.
31 Los demás hechos de Nadab, y todo lo que hizo, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?
32 Y hubo guerra entre Asá y Basá rey de Israel, todo el tiempo de ambos.
Reinado de Basá
33 En el tercer año de Asá rey de Judá, comenzó a reinar Basá hijo de Ahías sobre todo Israel en Tirsá; y reinó veinticuatro años.
34 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, y anduvo en el camino de Jeroboam, y en su pecado con que hizo pecar a Israel.
16 Y vino palabra de Jehová a Jehú hijo de Hanani contra Basá, diciendo:
2 Por cuanto yo te levanté del polvo y te puse por príncipe sobre mi pueblo Israel, y has andado en el camino de Jeroboam, y has hecho pecar a mi pueblo Israel, provocándome a ira con tus pecados;
3 he aquí yo barreré la posteridad de Basá; y pondré su casa como la casa de Jeroboam hijo de Nebat.
4 El que de Basá muera en la ciudad, lo comerán los perros; y el que de él muera en el campo, lo comerán las aves del cielo.
5 Los demás hechos de Basá, y las cosas que hizo, y su poderío, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?
6 Y durmió Basá con sus padres, y fue sepultado en Tirsá, y reinó en su lugar Elá su hijo.
7 Pues la palabra de Jehová por el profeta Jehú hijo de Hanani había sido contra Basá y también contra su casa, con motivo de todo lo malo que hizo ante los ojos de Jehová, provocándole a ira con las obras de sus manos, para que fuese hecha como la casa de Jeroboam; y también por haber exterminado a ésta.
Reinados de Elá y de Zimrí
8 En el año veintiséis de Asá rey de Judá comenzó a reinar Elá hijo de Basá sobre Israel en Tirsá; y reinó dos años.
9 Y conspiró contra él su siervo Zimrí, comandante de la mitad de los carros. Estando él en Tirsá, bebiendo y embriagado en casa de Arsá su mayordomo,
10 vino Zimrí y lo hirió y lo mató, en el año veintisiete de Asá rey de Judá; y reinó en lugar suyo.
11 Y luego que llegó a reinar y estuvo sentado en su trono, mató a toda la casa de Basá, sin dejar en ella varón, ni parientes ni amigos.
12 Así exterminó Zimrí a toda la casa de Basá, conforme a la palabra que Jehová había proferido contra Basá por medio del profeta Jehú,
13 por todos los pecados de Basá y los pecados de Elá su hijo, con los cuales ellos pecaron e hicieron pecar a Israel, provocando a enojo con sus vanidades a Jehová Dios de Israel.
14 Los demás hechos de Elá, y todo lo que hizo, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?
15 En el año veintisiete de Asá rey de Judá, comenzó a reinar Zimrí, y reinó siete días en Tirsá; y el pueblo había acampado contra Gibetón, ciudad de los filisteos.
16 Y el pueblo que estaba en el campamento oyó decir: Zimrí ha conspirado, y ha dado muerte al rey. Entonces todo Israel puso aquel mismo día por rey sobre Israel a Omrí, general del ejército, en el campo de batalla.
17 Y subió Omrí de Gibetón, y con él todo Israel, y sitiaron a Tirsá.
18 Mas viendo Zimrí tomada la ciudad, se metió en el palacio de la casa real, y prendió fuego a la casa consigo; y así murió,
19 por los pecados que había cometido, haciendo lo malo ante los ojos de Jehová, y andando en los caminos de Jeroboam, y en su pecado que cometió, haciendo pecar a Israel.
20 El resto de los hechos de Zimrí, y la conspiración que hizo, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?
Reinado de Omrí
21 Entonces el pueblo de Israel fue dividido en dos partes: la mitad del pueblo seguía a Tibní hijo de Ginat para hacerlo rey, y la otra mitad seguía a Omrí.
22 Mas el pueblo que seguía a Omrí pudo más que el que seguía a Tibní hijo de Ginat; y Tibní murió, y Omrí fue rey.
23 En el año treinta y uno de Asá rey de Judá, comenzó a reinar Omrí sobre Israel, y reinó doce años; en Tirsá reinó seis años.
24 Y Omrí compró a Sémer el monte de Samaria por dos talentos de plata, y edificó en el monte; y llamó el nombre de la ciudad que edificó, Samaria, del nombre de Sémer, que fue dueño de aquel monte.
25 Y Omrí hizo lo malo ante los ojos de Jehová, e hizo peor que todos los que habían reinado antes de él;
26 pues anduvo en todos los caminos de Jeroboam hijo de Nebat, y en el pecado con el cual hizo pecar a Israel, provocando a ira a Jehová Dios de Israel con sus ídolos.
27 Los demás hechos de Omrí, y todo lo que hizo, y las valentías que ejecutó, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?
28 Y Omrí durmió con sus padres, y fue sepultado en Samaria, y reinó en lugar suyo Acab su hijo.
Reinado de Acab
29 Comenzó a reinar Acab hijo de Omrí sobre Israel el año treinta y ocho de Asá rey de Judá.
30 Y reinó Acab hijo de Omrí sobre Israel en Samaria veintidós años. Y Acab hijo de Omrí hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que todos los que reinaron antes de él.
31 Porque le fue ligera cosa andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nebat, y tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal rey de los sidonios, y fue y sirvió a Baal, y lo adoró.
32 E hizo altar a Baal, en el templo de Baal que él edificó en Samaria.
33 Hizo también Acab una imagen de Aserá, haciendo así Acab más que todos los reyes de Israel que reinaron antes que él, para provocar la ira de Jehová Dios de Israel.
34 En su tiempo Hiel de Betel reedificó a Jericó. A precio de la vida de Abiram su primogénito echó el cimiento, y a precio de la vida de Segub su hijo menor puso sus puertas, conforme a la palabra que Jehová había hablado por Josué hijo de Nun.
Elías predice la sequía
17 Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.
2 Y vino a él palabra de Jehová, diciendo:
3 Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán.
4 Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer.
5 Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán.
6 Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo.
7 Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra.
Elías y la viuda de Sarepta
8 Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo:
9 Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente.
10 Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba.
11 Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.
12 Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir.
13 Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.
14 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.
15 Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días.
16 Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por medio de Elías.
17 Después de estas cosas aconteció que cayó enfermo el hijo del ama de la casa; y la enfermedad fue tan grave que no quedó en él aliento.
18 Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer a memoria mis pecados, y para hacer morir a mi hijo?
19 Él le dijo: Dame acá tu hijo. Entonces él lo tomó de su regazo, y lo llevó al aposento donde él estaba, y lo puso sobre su cama.
20 Y clamando a Jehová, dijo: Jehová Dios mío, ¿aun a la viuda en cuya casa estoy hospedado has afligido, haciéndole morir su hijo?
21 Y se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él.
22 Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él, y revivió.
23 Tomando luego Elías al niño, lo trajo del aposento a la casa, y lo dio a su madre, y le dijo Elías: Mira, tu hijo vive.
24 Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca.
24 Al día siguiente entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo convocado a sus parientes y amigos más íntimos.
25 Cuando Pedro entró, salió Cornelio a su encuentro, y postrándose a sus pies, adoró.
26 Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre.
27 Y conversando con él, entró, y halló a muchos que se habían reunido.
28 Y les dijo: Vosotros conocéis perfectamente cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo;
29 por lo cual, al ser llamado, vine sin replicar. Así que pregunto: ¿Por qué causa me habéis hecho venir?
30 Entonces Cornelio dijo: Hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestiduras resplandecientes,
31 y dijo: Cornelio, tu oración ha sido escuchada, y tus limosnas han sido recordadas delante de Dios.
32 Envía, pues, a Jope, y haz venir a Simón el que tiene por sobrenombre Pedro, el cual se hospeda en casa de Simón, un curtidor, junto al mar; y cuando llegue, él te hablará.
33 Así que luego envié por ti; y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha ordenado.
34 Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas,
35 sino que en toda nación, el que le teme y practica lo que es justo, le es acepto.
36 Él envió la palabra a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos.
37 Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que predicó Juan:
38 cómo ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste pasó haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
39 Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero.
40 A éste, Dios le resucitó al tercer día, y le concedió hacerse visible;
41 no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había escogido de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos.
42 Y nos encargó que predicásemos al pueblo, y testificásemos solemnemente que él es el designado por Dios como Juez de vivos y muertos.
43 De éste dan testimonio todos los profetas, que todo el que crea en él, recibirá perdón de pecados por su nombre.
44 Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el mensaje.
45 Y todos los creyentes que eran de la circuncisión y habían venido con Pedro, se quedaron atónitos de que el don del Espíritu Santo se hubiese derramado también sobre los gentiles.
46 Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.
47 Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?
48 Y ordenó que fuesen bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.
Exhortación a los guardas del templo
Cántico gradual.
134 Mirad, bendecid a Jehová,
Vosotros todos los siervos de Jehová,
Los que en la casa de Jehová estáis por las noches.
2 Alzad vuestras manos al santuario,
Y bendecid a Jehová.
3 Desde Sión te bendiga Jehová,
El cual ha hecho los cielos y la tierra.
9 El que cubre la falta se gana amistades;
Mas el que la divulga, aparta al amigo.
10 La reprensión aprovecha al entendido,
Más que cien azotes al necio.
11 El hombre malo no busca sino la rebelión,
Pero se enviará contra él un mensajero cruel.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.