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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Nueva Biblia Viva (NBV)
Version
Josué 11-12

Conquista de los reinos del norte

11 Cuando el rey Jabín de Jazor se enteró de lo ocurrido, envió mensajes urgentes a los siguientes reyes:

Jobab rey de Madón;

al rey de Simrón;

al rey de Acsaf;

a todos los reyes de la región montañosa del norte;

a los reyes del Arabá al sur de Quinéret,

a los de las llanuras,

a los reyes de las zonas montañosas de Nafot Dor en el occidente,

a los reyes de Canaán del oriente y del occidente,

a los reyes de los amorreos, de los hititas, de los ferezeos, de los jebuseos en las colinas, y de los heveos en las ciudades del monte Hermón en la tierra de Mizpa.

Todos estos reyes respondieron afirmativamente, movilizando sus ejércitos, y se unieron para aplastar a Israel. Los ejércitos, con sus caballos y carros abarcaban todo lo que se podía ver alrededor de las aguas de Merón. Allí establecieron su campamento. El Señor le dijo a Josué: «No les tengas miedo, porque mañana a esta hora habrán muerto todos. Inutilizarás sus caballos y quemarás sus carros».

Josué y sus hombres de guerra llegaron repentinamente a las aguas de Merón y atacaron. Y el Señor los entregó en manos de los israelitas, quienes los persiguieron hasta Sidón la grande y hasta un lugar llamado Misrefot Mayin (Minas de Sal) y hasta el valle de Mizpa al oriente. Ninguno de los enemigos sobrevivió a la batalla. Josué y sus hombres hicieron como el Señor había ordenado: inutilizaron los caballos y quemaron todos los carros.

10 En el camino de regreso, Josué tomó a Jazor y mató a su rey —Jazor había sido en su tiempo la capital de la federación de todos estos reinos—. 11 Los israelitas dieron muerte a toda persona e incendiaron la ciudad.

12 Luego atacaron y destruyeron a las demás ciudades con sus reyes. Todos los habitantes fueron muertos de la manera que Moisés había ordenado mucho tiempo antes. 13 Sin embargo, Josué no quemó las ciudades construidas sobre los montes, salvo Jazor. 14 Todo el botín y el ganado de las ciudades arrasadas lo tomaron los israelitas para sí mismos, pero mataron a toda la gente. 15 Así lo había ordenado el Señor a su siervo Moisés, y Moisés había pasado esta orden a Josué el cual hizo según se le había ordenado. Cuidadosamente obedeció todas las órdenes que el Señor le había dado a Moisés.

Síntesis de la conquista

16 De modo que Josué conquistó toda la tierra: las montañas, el Néguev, la tierra de Gosén, las llanuras, el Arabá, y las montañas y las llanuras de Israel. 17 El territorio israelita ahora se extendía desde el monte Jalac, cerca de Seír, hasta Baal Gad en el valle del Líbano, al pie del monte Hermón. Josué mató a todos los reyes que vivían en aquellos territorios. 18 Tardó mucho tiempo en llevar a cabo todo esto. 19 Con ninguna de las ciudades hizo un pacto de paz, salvo con los heveos de Gabaón. Todos los demás fueron destruidos. 20 El Señor puso en los enemigos el deseo de pelear contra Israel en lugar de pedir la paz. Por eso los mataron sin misericordia, como el Señor se lo había ordenado a Moisés.

21 Durante este período Josué derrotó a todos los gigantes descendientes de Anac que vivían en las montañas de Hebrón, Debir, Anab, Judá e Israel. Los mató a todos y destruyó completamente sus ciudades. 22 Ninguno quedó en la tierra de Israel, aunque algunos quedaron en Gaza, Gat y Asdod.

23 Josué, pues, tomó posesión de toda la tierra como Dios le había ordenado a Moisés. Se la entregó al pueblo de Israel como herencia, y la dividió entre las tribus. Finalmente la tierra reposó de todas las guerras.

Reyes derrotados por Moisés

12 Esta es la lista de los reyes del lado oriental del río Jordán cuyas ciudades fueron destruidas por los israelitas. El área abarca toda la región desde el valle del Arnón hasta el monte Hermón incluyendo las ciudades del desierto oriental.

Sijón, rey de los amorreos, que vivía en Hesbón. Su reino se extendía desde Aroer sobre la ribera del río Arnón, y desde el centro del valle del Arnón hasta el río Jaboc que es el límite de los amonitas. Esto abarca la mitad del área actual de Galaad que queda al norte del río Jaboc.

Sijón controlaba también el valle del río Jordán en el norte hasta las costas del lago de Galilea y al sur hasta el Mar Salado y las faldas del monte Pisgá.

Og, rey de Basán, último de los refaítas, que vivía en Astarot y Edrey, reinaba sobre un territorio que se extendía desde el monte Hermón hasta Salcá, sobre el monte Basán en el oriente, y en el occidente se extendía hasta los límites de los reinos de Guesur y Macá. Su reino también se extendía hacia el sur y abarcaba la mitad norte de Galaad hasta tocar la frontera del reino de Sijón, rey de Hesbón. Moisés y el pueblo de Israel habían destruido estos pueblos, y Moisés les dio las tierras a las tribus de Rubén y Gad, y a la media tribu de Manasés.

Reyes derrotados por Josué

Esta es la lista de los reyes destruidos por Josué y los guerreros de Israel en el lado occidental del Jordán. Esta tierra, que queda entre Baal Gad en el valle del Líbano y el monte Jalac al occidente del monte Seír, Josué la repartió a las distintas tribus de Israel. 8-24 Abarcaba las regiones montañosas, los valles, el Arabá, las faldas de las montañas, el desierto de Judea, y el Néguev. Los pueblos que vivían allí eran los hititas, los amorreos, los cananeos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos:

El rey de Jericó;

el rey de Hai, cerca de Betel;

el rey de Jerusalén;

el rey de Hebrón;

el rey de Jarmut;

el rey de Laquis;

el rey de Eglón;

el rey de Guézer;

el rey de Debir;

el rey de Guéder;

el rey de Jormá;

el rey de Arad;

el rey de Libná;

el rey de Adulán;

el rey de Maquedá;

el rey de Betel;

el rey de Tapúaj;

el rey de Héfer;

el rey de Afec;

el rey de Sarón;

el rey de Madón;

el rey de Jazor;

el rey de Simrón Merón;

el rey de Acsaf;

el rey de Tanac;

el rey de Meguido;

el rey de Cedes;

el rey de Jocneán del Carmelo;

el rey de Dor, de la provincia de Nafot Dor;

el rey de Goyim en Guilgal;

y el rey de Tirsá.

En total fueron treinta y uno los reyes que fueron destruidos junto con sus ciudades.

Lucas 17:11-37

Jesús sana a diez leprosos

11 Un día, Jesús siguió su viaje hacia Jerusalén, pasando por Samaria y Galilea. 12 Cuando entró en un pueblo, diez hombres que estaban enfermos de lepra le salieron al encuentro. Ellos se pararon un poco lejos de él, 13 y le gritaron:

―¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!

14 Él, al verlos, les dijo:

―Vayan a presentarse a los sacerdotes.

Y mientras aún iban en el camino, quedaron sanos.

15 Uno de ellos, al verse sano, regresó alabando a Dios a gritos.

16 Y se echó sobre sus rodillas, tocando con su rostro el suelo, a los pies de Jesús, y le dio las gracias. Este hombre era samaritano.

17 Jesús preguntó:

―¿No eran diez los que quedaron sanos? ¿Dónde están los otros nueve? 18 ¿Sólo este extranjero regresó a dar gloria a Dios? 19 —Y le dijo al hombre—: Levántate y vete. Tu fe te ha sanado.

La venida del reino de Dios

20 Los fariseos le preguntaron cuándo vendría el reino de Dios.

Él les contestó:

―El reino de Dios no vendrá como algo que todo mundo pueda ver. 21 Nadie podrá decir: “¡Aquí está!” o “¡Allá está!”, porque el reino de Dios ya está entre ustedes.

22 Les dijo a sus discípulos:

―Llegará el tiempo en que ustedes desearán ver por lo menos uno de los días del Hijo del hombre, pero no podrán. 23 Algunos les dirán: “¡Allá está!” o “¡Aquí está!”, pero no vayan, no los sigan. 24 Porque el día del Hijo del hombre, él resplandecerá como un relámpago que ilumina el cielo de un lado hasta el otro. 25 Pero primero tiene que sufrir mucho y ser rechazado por la gente de esta generación.

26 »Cuando regrese el Hijo del hombre, las cosas estarán como en los tiempos de Noé: 27 comían, bebían y se casaban, hasta el día en que Noé entró en el barco, llegó el diluvio y los destruyó a todos.

28 »Lo mismo pasó en tiempos de Lot: comían y bebían, compraban y vendían, sembraban y edificaban. 29 Pero cuando Lot salió de Sodoma, cayó fuego y azufre del cielo y acabó con todos.

30 »Así será el día en que el Hijo del hombre aparezca. 31 En aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas dentro de la casa, que no baje a sacarlas. El que esté en el campo, que no regrese a su casa. 32 ¡Recuerden lo que le sucedió a la esposa de Lot! 33 El que trate de conservar su vida, la perderá. El que la pierda, la conservará. 34 Aquella noche habrá dos personas en una misma cama: una será llevada y la otra será dejada. 35-36 Dos mujeres estarán moliendo juntas: una será llevada y la otra será dejada».[a]

37 Le preguntaron: —¿Dónde ocurrirá eso, Señor?

Él les respondió:

―Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres.

Salmos 84

Al director musical. Sígase la tonada de «La canción del lagar». Salmo de los hijos de Coré.

84 ¡Cuán hermoso es el lugar donde tú habitas, oh Señor Todopoderoso! Casi me desmayo pues mi deseo más intenso es entrar en los atrios del Señor; con todo mi ser, alma y cuerpo, alabaré alegremente al Dios viviente. Hasta los gorriones encuentran casa cerca de tus altares; y la golondrina hace allí su nido, para empollar a sus pequeños; oh Señor Todopoderoso, mi rey y mi Dios. ¡Dichosos quienes pueden morar en tu templo y cantar tus alabanzas!

Dichosos quienes son fuertes en el Señor y desean por sobre todo seguir tus pasos. Cuando atraviesen el Valle del Llanto se les convertirá en región de manantiales, donde los estanques se llenen de las lluvias de bendiciones. Continuamente crecerán en fortaleza y cada uno se presentará ante Dios en Sion.

Oh Señor Todopoderoso, escucha mi oración. Escucha, Dios de Israel. Oh Dios, defensor nuestro, ten piedad de aquel que ungiste como rey tuyo.

10 Un sólo día en tu templo es mejor que mil en cualquier otro sitio. Preferiría ser portero del templo de mi Dios que vivir una vida cómoda en palacios de maldad. 11 Porque el Señor es nuestra luz y nuestra protección. Él nos da gracia y gloria. Ningún bien se les negará a quienes hagan lo que es justo.

12 Oh Señor Todopoderoso, son felices los que en ti confían.

Proverbios 13:5-6

El hombre justo detesta la mentira, pero el malvado trae deshonra y vergüenza.

La justicia protege al hombre que es recto, pero la maldad destruye al pecador.

Nueva Biblia Viva (NBV)

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