Print Page Options Listen to Reading
Previous Prev Day Next DayNext

The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

Today's audio is from the NRSVUE. Switch to the NRSVUE to read along with the audio.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Deuteronomio 21-22

Expiación del pueblo por un asesinato

21 “Si en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da para que la tomes en posesión se halla un muerto tendido en el campo, y se ignora quién lo mató, entonces tus ancianos y jueces irán, y medirán la distancia hasta las ciudades que están alrededor del muerto. Y sucederá que los ancianos de la ciudad más cercana al muerto tomarán una vaquilla que no haya sido aún sometida al trabajo y que no haya llevado yugo. Los ancianos de aquella ciudad llevarán la ternera abajo, a un arroyo permanente donde no se haya arado ni sembrado, y allí en el arroyo romperán la nuca a la ternera.

“Después se acercarán los sacerdotes hijos de Leví, porque a ellos escogió el SEÑOR tu Dios para que le sirvan y para que bendigan en el nombre del SEÑOR. Por el dicho de ellos se decidirá todo pleito o todo daño. Todos los ancianos de aquella ciudad más cercana al muerto lavarán sus manos sobre la vaquilla desnucada en el arroyo, y declararán diciendo: ‘Nuestras manos no han derramado esta sangre ni nuestros ojos lo han visto. Oh SEÑOR, perdona a tu pueblo Israel al cual has redimido. No traigas culpa de sangre inocente en medio de tu pueblo Israel’. Así les será perdonada la culpa de sangre. De este modo eliminarás la culpa por la sangre inocente de en medio de ti, cuando hagas lo recto ante los ojos del SEÑOR.

Trato debido a una mujer cautiva

10 “Cuando vayas a la guerra contra tus enemigos y el SEÑOR tu Dios los entregue en tu mano, y tomes de ellos cautivos; 11 si entre los cautivos ves alguna mujer hermosa y la deseas y la quieres tomar para ti como mujer, 12 la llevarás a tu casa. Ella rapará su cabeza, se arreglará las uñas, 13 se quitará su vestido de cautiva y se quedará en tu casa. Hará duelo por su padre y por su madre durante un mes. Después de esto podrás unirte a ella; tú te casarás con ella, y ella será tu mujer. 14 Pero sucederá que si ella no te agrada, la dejarás ir libre, a su propia voluntad. No la venderás por dinero ni la tratarás brutalmente, porque la has deshonrado.

Derecho innegable del primogénito

15 “Si un hombre tiene dos mujeres (la una amada y la otra aborrecida); si tanto la amada como la aborrecida le han dado hijos, y si el hijo primogénito es de la mujer aborrecida, 16 sucederá que el día en que haga heredar a sus hijos lo que tiene, no podrá tratar como a primogénito al hijo de la mujer amada, prefiriéndolo al hijo de la aborrecida, el cual es el primogénito. 17 Reconocerá al hijo de la mujer aborrecida como primogénito para darle una doble porción de todo lo que tiene. Suyo es el derecho de la primogenitura, porque él es la primicia de su vigor.

Castigo para un hijo rebelde

18 “Si un hombre tiene un hijo porfiado y rebelde, que no obedece la voz de su padre ni la voz de su madre, y que a pesar de haber sido castigado por ellos, con todo no les obedece, 19 entonces su padre y su madre lo tomarán y lo llevarán ante los ancianos de su ciudad, al tribunal local. 20 Entonces dirán a los ancianos de la ciudad: ‘Este hijo nuestro es porfiado y rebelde. No obedece nuestra voz; es un libertino y un borracho’. 21 Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá. Así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel lo oirá y temerá.

Qué hacer con un ahorcado

22 “Si un hombre ha cometido pecado que merece la muerte, por lo cual se le ha dado la muerte, y lo has colgado de un árbol, 23 no quedará su cuerpo en el árbol durante la noche. Sin falta le darás sepultura el mismo día, porque el ahorcado es una maldición de Dios. Así no contaminarás la tierra que el SEÑOR tu Dios te da como heredad.

Animales y objetos extraviados

22 “Si encuentras extraviado el buey o la oveja de tu hermano, no te desentenderás de ellos. Deberás devolverlos a tu hermano. Y si tu hermano no vive cerca de ti, o no lo conoces, recógelo en tu casa. Estará contigo hasta que tu hermano lo busque, y entonces se lo devolverás. Lo mismo harás con su asno, con su vestido y con toda cosa perdida que tu hermano haya perdido y que tú halles. No podrás desentenderte de ello.

“No podrás ver caído en el camino el asno o el buey de tu hermano y desentenderte de ellos. Sin falta ayúdale a levantarlo.

Ejemplos de conducta piadosa

“La mujer no se vestirá con ropa de hombre ni el hombre se pondrá vestido de mujer; porque cualquiera que hace esto es una abominación al SEÑOR tu Dios.

“Si encuentras en el camino, en algún árbol o en la tierra, el nido de un pájaro con polluelos o con huevos, y la madre está sobre los polluelos o sobre los huevos, no tomes la madre con los polluelos. Dejarás ir a la madre y podrás tomar para ti los polluelos, para que te vaya bien y prolongues tus días.

“Cuando construyas una casa nueva, haz una baranda a tu azotea, para que no traigas culpa de sangre a tu casa, si alguien se cayera de ella.

“No sembrarás tu viña con mezcla de semillas, no sea que el producto entero de la semilla que hayas sembrado, así como el fruto de la viña, sea confiscado.

10 “No ararás con buey y con asno juntamente.

11 “No te vestirás con mezcla de lana y lino.

12 “Harás borlas en los cuatro extremos de tu manto con que te cubras.

Sobre la virginidad y el matrimonio

13 “Si un hombre toma mujer y después de haberse unido a ella le toma aversión, 14 la acusa de conducta denigrante y le propaga mala fama diciendo: ‘A esta mujer tomé por esposa, me uní a ella y no hallé en ella evidencias de virginidad’, 15 entonces el padre y la madre de la joven tomarán las evidencias de la virginidad de la joven y las llevarán a los ancianos de la ciudad, al tribunal. 16 El padre de la joven dirá a los ancianos: ‘Yo di a mi hija por mujer a este hombre, y él le tiene aversión. 17 Y he aquí la acusa de conducta denigrante, diciendo: No he hallado en tu hija evidencias de virginidad. Pero aquí están las evidencias de la virginidad de mi hija’. Y extenderán la sábana delante de los ancianos de la ciudad.

18 “Entonces los ancianos de la ciudad tomarán al hombre y lo castigarán. 19 Por cuanto propagó mala fama a una virgen de Israel, le impondrán una multa de un kilo de plata (lo cual darán al padre de la joven); y ella será su mujer. Él no la podrá despedir en toda su vida.

20 “Pero si el asunto es verdad, que no se habían hallado evidencias de virginidad en la joven, 21 entonces la sacarán a la puerta de la casa de su padre. Luego los hombres de su ciudad la apedrearán, y ella morirá; porque hizo vileza en Israel fornicando en la casa de su padre. Así quitarás el mal de en medio de ti.

Juicio sobre ofensas sexuales

22 “Si se sorprende a un hombre acostado con una mujer de otro hombre, ambos morirán: el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer. Así quitarás el mal de Israel.

23 “Si un hombre halla en la ciudad a una joven virgen desposada con otro hombre, y se acuesta con ella, 24 entonces los sacarán a ambos a la puerta de aquella ciudad, y los apedrearán. Así morirán: la joven, porque estando en la ciudad no gritó; y el hombre, porque violó a la mujer de su prójimo. Así quitarás el mal de en medio de ti.

25 “Pero si un hombre halla en el campo a una joven desposada, y la fuerza y se acuesta con ella, morirá solo el hombre que se acostó con ella. 26 A la joven no le harás nada; la joven no tiene culpa de muerte. Su caso es semejante al del hombre que se levanta contra su prójimo y le quita la vida, 27 porque él la halló en el campo y aunque la joven desposada hubiera gritado, no habría habido quien la librara.

28 “Si un hombre halla a una joven virgen que no esté desposada, y la fuerza y se acuesta con ella, y son descubiertos, 29 entonces el hombre que se acostó con ella dará al padre de la joven quinientos cincuenta gramos de plata; y ella será su mujer. Porque él la violó, no la podrá despedir en toda su vida.

30 “Ningún hombre tomará la mujer de su padre ni descubrirá el manto[a] de su padre.

Lucas 9:51-10:12

El viaje decisivo a Jerusalén

51 Aconteció que, cuando se cumplía el tiempo en que había de ser recibido arriba, él afirmó su rostro para ir a Jerusalén.

52 Envió mensajeros delante de sí, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos, 53 pero no lo recibieron porque vieron en su cara que iba a Jerusalén. 54 Al ver esto, sus discípulos Jacobo y Juan le dijeron:

—Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo y los consuma?

55 Él se dio vuelta y los reprendió[a], 56 y fueron a otra aldea.

Lo que cuesta seguir a Jesús

57 Mientras ellos iban por el camino, cierto hombre le dijo:

—¡Te seguiré a dondequiera que vayas!

58 Jesús le dijo:

—Las zorras tienen cuevas y las aves del cielo tienen nidos pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.

59 Dijo a otro:

—Sígueme.

Pero él le dijo:

—Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre.

60 Y Jesús le dijo:

—Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero tú ¡ve y anuncia el reino de Dios!

61 Entonces también le dijo otro:

—Te seguiré, Señor, pero primero permite que me despida de los que están en mi casa.

62 Pero Jesús le dijo:

—Ninguno que ha puesto su mano en el arado y sigue mirando atrás es apto para el reino de Dios.

La misión de los setenta

10 Después de estas cosas, el Señor designó a otros setenta[b] a los cuales envió delante de sí de dos en dos a toda ciudad y lugar a donde él había de ir. Y les decía: “A la verdad, la mies es mucha pero los obreros son pocos. Rueguen, pues, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. ¡Vayan! He aquí yo los envío como corderos en medio de lobos. No lleven bolsa ni alforjas ni calzado; ni saluden a nadie por el camino.

“En cualquier casa donde entren, primeramente digan: ‘Paz sea a esta casa’. Si hay allí un hijo de paz, la paz de ustedes reposará sobre él; pero si no, volverá a ustedes. Posen en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que les den porque el obrero es digno de su salario. No anden de casa en casa. En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les pongan delante. Sanen a los enfermos que haya allí y díganles: ‘El reino de Dios se ha acercado[c] a ustedes’.

10 “Pero en cualquier ciudad donde entren y no los reciban, salgan a sus calles y digan: 11 ‘Aun el polvo de su ciudad que se ha pegado a nuestros pies lo sacudimos contra ustedes. Pero sepan esto: que el reino de Dios se ha acercado’[d]. 12 Les digo que en aquel día será más tolerable para Sodoma que para aquella ciudad.

Salmos 74

Lamento por la ruina del templo

74 Masquil[a] de Asaf.

¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre?
¿Por qué humea tu furor
contra las ovejas de tu prado?
Acuérdate de tu congregación
que adquiriste en tiempos antiguos
y redimiste para que sea la tribu
de tu heredad:
este monte Sion en el cual
has habitado.
Dirige tus pasos hacia las ruinas perpetuas;
todo lo ha destruido el enemigo en
el santuario.
Tus adversarios han rugido en medio de tu santuario
y han puesto sus estandartes por señal.
Fueron semejantes a los que levantan el hacha contra el tupido bosque.
Ahora, con hachas y barras
han destruido todas tus entalladuras.
Han prendido fuego a tu santuario; han profanado el tabernáculo de tu nombre, echándolo a tierra.
Dijeron en su corazón:
“¡Destruyámoslos de una vez!”. Han quemado todos los lugares
de culto a Dios en el país.
Ya no distinguimos nuestras señales;
ya no hay profeta,
ni con nosotros hay quien sepa hasta cuándo…
10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos ha de afrentar el adversario?
¿Ha de ultrajar el enemigo tu nombre perpetuamente?
11 ¿Por qué retraes tu mano
y retienes tu diestra en tu seno?
12 Sin embargo, Dios es mi Rey desde los tiempos antiguos.
Él es quien obra salvación en medio de la tierra.
13 Tú con tu poder dividiste el mar; rompiste sobre las aguas la cabeza
de los monstruos acuáticos.
14 Tú machacaste las cabezas
del Leviatán[b],
y lo diste por comida a los moradores del desierto.
15 Tú abriste el manantial y el arroyo;
tú secaste los ríos inagotables.
16 Tuyo es el día,
tuya es también la noche;
tú estableciste la luna y el sol.
17 Tú fijaste todas las fronteras
de la tierra.
El verano y el invierno, tú los formaste.
18 Acuérdate de que el enemigo ha
injuriado al SEÑOR;
un pueblo vil ha blasfemado tu nombre.
19 No entregues a las fieras la vida
de tu tórtola;
no olvides para siempre
la congregación de tus pobres.
20 Mira el pacto;
porque los tenebrosos lugares
de la tierra
están llenos de moradas de violencia.
21 No vuelva avergonzado el oprimido; alaben tu nombre el pobre
y el necesitado.
22 Levántate, oh Dios; defiende tu causa. Acuérdate de cómo te injuria
el vil todo el día.
23 No olvides el vocerío de tus enemigos; constantemente sube el tumulto
de los que se levantan contra ti.

Proverbios 12:11

11 El que cultiva su tierra se saciará
de pan,
pero el que persigue cosas vanas es falto de entendimiento.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano