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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Números 24-25

El tercer mensaje de Balán

24 Balán vio que le agradaba al SEÑOR bendecir a Israel, así que no fue a buscar profecías como antes sino que miró hacia el desierto. Balán miró y vio a los israelitas acampados por tribus. Luego el Espíritu de Dios se apoderó de él, y Balán dijo esta profecía:

«Este es el mensaje de Balán hijo de Beor,
    el hombre cuyos ojos ven claramente,
el que oye palabras de Dios,
    el que tiene visiones dadas por Dios Todopoderoso[a],
    y cae ante él con sus ojos descubiertos.

»¡Qué hermosas son tus carpas, Jacob!
    ¡Qué bello es tu campamento, Israel!
Tus carpas son como extensas filas de palmeras[b],
    como jardines al lado de un río,
como áloes plantados por el SEÑOR,
    como cedros a la orilla del agua.
Los cántaros[c] de los israelitas rebosarán de agua,
    sus semillas recibirán agua abundante.
Su rey será más grande que Agag,
    y su reino será grandioso.

»Dios los sacó de Egipto;
    él es para ellos su fortaleza,
    como los cuernos para el toro salvaje.
Israel vencerá a sus enemigos,
    romperá sus huesos
    y los herirá con sus flechas.[d]
Israel se echará a descansar como un león.
    ¿Quién se atreverá a despertarlo?
¡Bendito el que te bendiga
    y maldito el que te maldiga!»

10 Entonces Balac se enojó con Balán y golpeándose las manos le dijo:

—Te he llamado para que maldigas a mis enemigos, pero lo que has hecho es bendecirlos tres veces. 11 ¡Así que vete ahora a tu casa! Dije que te recompensaría, pero como puedes ver, el SEÑOR ha hecho que pierdas tu recompensa.

12 Balán le dijo a Balac:

—¿Acaso no les dije a los mensajeros que me enviaste: 13 “Aunque Balac me diera su casa llena de oro y plata yo no podría hacer nada, bueno ni malo, sino obedecer el mandato del SEÑOR y hablar lo que el SEÑOR me ordene que diga”? 14 Bueno, regreso a mi pueblo, pero antes ven, que te voy a decir lo que en el futuro este pueblo hará con el tuyo.

Último mensaje de Balán

15 Entonces Balán dijo esta profecía:

«Este es el mensaje de Balán hijo de Beor,
    el hombre cuyos ojos ven claramente,
16 el que oye palabras de Dios,
    el que conoce la ciencia del Altísimo,
el que tiene visiones dadas por Dios Todopoderoso,
    y cae ante él con sus ojos descubiertos:

17 »Veo a los israelitas viniendo,
    pero no ahora, sino en el futuro.
    Los veo, pero no cerca.
Como una estrella saldrá un rey del pueblo de Jacob.
    Se levantará un gobernante de los israelitas.
Él aplastará las cabezas de los de Moab
    y las de todos los hijos de Set.
18 Se apoderará de Edom,
    y tomará posesión de su enemigo Seír[e].
    Israel mostrará su poderío.

19 »Un gobernante vendrá de Jacob
    y destruirá a los que queden en esas ciudades».

20 Luego Balán dirigió su mirada hacia Amalec y le dijo esta profecía:

«Amalec fue la más importante de las naciones,
    pero su fin será la destrucción total».

21 Luego Balán dirigió su mirada hacia los quenitas y les dijo su profecía:

«El lugar donde ustedes viven es seguro
    como un nido en lo alto de la montaña.
22 Pero Caín[f] será destruido
    cuando Asiria lo haga prisionero».

23 Después Balán dijo esta profecía:

«Nadie podrá vivir
    cuando Dios haga estas cosas.
24 Vendrán barcos de la costa de Quitín[g]
    y derrotarán a Asiria y a Éber[h],
    pero ellos también serán destruidos».

25 Entonces Balán se levantó y volvió a su casa, y Balac también se fue por su camino.

Israel en Peor

25 Los israelitas se establecieron en Acacias[i], y allí los hombres empezaron a corromperse con las mujeres moabitas. Ellas invitaban a los israelitas a acompañarlas en los sacrificios para sus dioses falsos y los israelitas comían de esos sacrificios y adoraban a esos dioses falsos. De esta manera, Israel comenzó a adorar a Baal Peor, lo que hizo que el SEÑOR se enojara con Israel. Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés:

—Lleva a todos los jefes del pueblo y mátalos públicamente. Deja que sus cuerpos queden colgados ante el SEÑOR.

Moisés les dijo a todos los jueces de Israel:

—Maten a todo el que entre ustedes se haya unido a la adoración a Baal Peor.

Justo en ese momento uno de los israelitas vino y trajo una mujer madianita a donde estaba su familia. Hizo esto delante de Moisés y de todos los israelitas, quienes se encontraban llorando a la entrada de la carpa del encuentro. Finés, que era hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón, viendo esto, se alejó de la reunión, tomó su lanza y siguió al israelita hasta su carpa. Allí Finés atravesó por el estómago[j] al israelita y a la mujer madianita y así fue como se detuvo la plaga que afligía a los israelitas, aunque la plaga ya había matado a 24 000 de ellos.

10 El SEÑOR le dijo a Moisés:

11 —Finés hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón salvó a los israelitas de mi ira al enojarse como yo contra los que pecaron, por lo cual yo no destruiré a los israelitas en mi ira. 12 Así que dile a Finés que yo hago este pacto de amistad con él: 13 Yo le entrego el sacerdocio para siempre a él y a sus descendientes porque se indignó en favor de su Dios e hizo purificación de parte de los israelitas.

14 El nombre del israelita que fue muerto junto con la mujer madianita era Zimri hijo de Salu, y jefe de una familia de la tribu de Simeón. 15 El nombre de la mujer madianita que murió era Cozbí hija de Zur, el jefe de una familia de Madián.

16 El SEÑOR le dijo a Moisés:

17 —Ataquen y maten a los madianitas, 18 porque en Peor ellos los atacaron a ustedes con sus engaños, como en el caso de Cozbí, la hija de un jefe madianita, que fue muerta el día que la plaga vino a Israel por lo que pasó en Peor.

Lucas 2:1-35

Nacimiento de Jesús

(Mt 1:18-25)

En esos días el emperador Augusto ordenó que se levantara un censo de todo el mundo habitado. Este primer censo se levantó cuando Cirenio era el gobernador de Siria. Por lo tanto, cada uno tenía que ir a inscribirse a su propio pueblo.

Entonces José también salió del pueblo de Nazaret de Galilea. Se fue a Judea, a Belén, al pueblo del rey David, porque era descendiente de él. Se registró con María, quien estaba comprometida con él. Ella estaba embarazada y mientras estaban allí, llegó el momento de que diera a luz. Al nacer su hijo primogénito, lo envolvió en retazos de tela y lo acostó en un pesebre dentro de la casa,[a] porque no había ningún lugar para ellos en el cuarto de huéspedes.[b]

Anuncio de los ángeles a los pastores

Cerca de ahí había algunos pastores que pasaban la noche en el campo cuidando su rebaño. Y se les apareció un ángel del Señor. El esplendor de la presencia del Señor los rodeó y se aterrorizaron. 10 Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo, traigo buenas noticias que les darán mucha alegría a todos. 11 Hoy en el pueblo del rey David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. 12 Como señal, encontrarán a un bebé envuelto en retazos de tela, acostado en un pesebre».

13 De repente, junto al ángel, apareció una gran multitud de ángeles del cielo, y todos alababan a Dios:

14 «¡Alaben a Dios en los cielos!
    ¡Que haya paz en la tierra para la gente que agrada a Dios!»

15 Cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se dijeron entre ellos: «Vamos a Belén a ver lo que ha sucedido y lo que el Señor nos ha anunciado».

16 Así que fueron de prisa y encontraron a María y a José, y vieron al bebé acostado en el pesebre. 17 Cuando los pastores lo vieron, les contaron a todos lo que se les había dicho acerca del niño. 18 Todos los que escucharon se asombraron de lo que los pastores les contaron, 19 pero María reflexionaba sobre todo esto y trataba de entenderlo. 20 Después los pastores regresaron alabando a Dios por su grandeza, por todo lo que habían visto y oído. Todo había sucedido como se les había dicho.

21 Cuando el bebé tenía ocho días de nacido, fue circuncidado y le pusieron por nombre Jesús. Este fue el nombre que el ángel le dio antes de que María quedara embarazada.

Jesús es presentado en el templo

22 Cuando llegó el día en que José y María debían ser purificados[c] como decía la ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor. 23 Como está escrito en la ley del Señor: «Todo primer varón debe ser dedicado al Señor».[d] 24 (A)Fueron a ofrecer el sacrificio tal como la ley del Señor dice: «Ofrezcan un par de tórtolas o dos pichones».[e]

25 Había un hombre en Jerusalén que se llamaba Simeón. Dedicaba su vida a Dios y hacía su voluntad. Vivía esperando el tiempo en que Dios le trajera consuelo a Israel.[f] El Espíritu Santo estaba con él y le había dado a conocer 26 que no moriría sin haber visto al Mesías, a quien el Señor enviaría. 27 El Espíritu hizo ir a Simeón al área del templo. Cuando María y José trajeron al niño Jesús al templo para cumplir la ley, 28 Simeón tomó al niño en sus brazos y alabó a Dios:

29 «Ahora, Señor, puedes dejar que tu siervo muera en paz,
    como lo prometiste.
30 He visto con mis propios ojos cómo nos vas a salvar.
31     Todas las naciones podrán ver ahora cuál es tu plan.
32 Él será una luz que revelará tu camino a todas las naciones,
    y traerá honor a tu pueblo Israel».

33 Los padres de Jesús se asombraron por lo que Simeón decía sobre él. 34 Entonces Simeón les dio su bendición y le dijo a María, la mamá de Jesús:

—Dios ha elegido a este niño. Por él, en Israel muchos caerán y muchos se levantarán. Él será una señal de Dios que muchos no aceptarán. 35 Sacará a la luz las verdaderas intenciones de muchos, las cuales han estado secretas hasta ahora. También te hará sufrir como si te traspasara una espada.

Salmos 59

La derrota de mis enemigos

Al director. Al compás de «No destruyas». Poema de David, cuando Saúl envió gente a su casa para tratar de matarlo.

Dios mío, sálvame de mis enemigos;
    ayúdame a derrotar a los que me atacan.
Rescátame de los que hacen el mal,
    sálvame de esos asesinos.

Ellos tratan de matarme.
    SEÑOR, hay hombres perversos que quieren atacarme
    a pesar de que no he cometido ningún delito ni pecado.
No he hecho nada malo.
    Sin embargo, corren ellos listos para atacarme.
¡Levántate, y ven a ayudarme!
    Mira lo que está sucediendo.
Tú eres el SEÑOR,
    Dios de los ejércitos, el Dios de Israel.
Levántate y castiga a todas las naciones;
    no tengas piedad de esos traidores perversos. Selah

Esa gente mala regresa como perros,
    rondando y gruñendo por las calles de la ciudad.
¡Óyelos! Echan espuma por la boca
    y dicen cosas crueles sin importar quién los esté escuchando.
SEÑOR, tú te ríes de ellos,
    te burlas de toda esa gente.
Yo te cantaré mis canciones de alabanza
    porque tú, Dios, eres mi refugio.
10 Dios con su fiel amor vendrá a mi encuentro;
    me ayudará a derrotar a mis enemigos.
11 Dios mío, no los mates de una vez.
    Si fuera así la gente se olvidaría.
Señor y Protector nuestro,
    dispérsalos y derrótalos con todo tu poder.
12 La gente mala peca cuando miente
    y desea el mal.
Castígalos por todo lo que dicen;
    haz que su orgullo los atrape.
13 Destrúyelos con toda tu furia,
    hasta que no quede nada de ellos.
Entonces, todo el mundo sabrá
    que Dios gobierna sobre el pueblo de Jacob. Selah

14 La gente mala viene a la ciudad gruñendo por las calles,
    como perros al atardecer.
15 Vaga por las calles buscando comida,
    pero no encuentra nada de comer y sigue quejándose.
16 Pero yo cantaré a tu poder,
    y por la mañana cantaré alegre alabando tu fiel amor;
porque tú eres mi refugio,
    mi protección en tiempos de peligro.
17 Te cantaré alabanzas, Dios mío.
    Pues eres mi fuerza y mi refugio,
    el Dios que me demuestra su fiel amor.

Proverbios 11:14

14 Un mal gobierno destruye la nación,
    pero la salva un buen número de consejeros.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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