The Daily Audio Bible
Today's audio is from the NLT. Switch to the NLT to read along with the audio.
Pecado de Israel y cautividad
10 Israel era una viña frondosa,
que daba fruto abundante.
Cuantos más eran sus frutos,
más se multiplicaban sus altares.
Cuanto más rica era su tierra,
más embellecía sus estelas.
2 Tienen el corazón dividido
y ahora lo van a pagar.
El Señor romperá sus altares
y destruirá sus estelas.
3 Ahora andan diciendo:
“Nos hemos quedado sin rey
por no haber respetado al Señor;
pero, ¿qué haría por nosotros el rey?”.
4 Pronuncian discursos,
juran en falso, hacen pactos;
pero el derecho es planta venenosa
que crece en los surcos del campo.
5 Los habitantes de Samaría
tiemblan por el becerro de Bet-Avén;
el pueblo y sus sacerdotes
hacen duelo por él, por su gloria,
ahora que ha sido deportado.
6 También a él lo llevan a Asiria,
como ofrenda para el gran rey.
Efraín cargará con su vergüenza
e Israel se avergonzará de su acción.
7 Desaparecerá el rey de Samaría
como astilla que arrastra el agua.
8 Los altozanos de la iniquidad,
lugar del pecado de Israel,
serán completamente destruidos;
cardos y espinas crecerán en sus altares.
Dirán a las montañas: “Cúbrannos”,
y a las colinas: “Caigan sobre nosotros”.
9 Desde los días de Guibeá
has seguido pecando, Israel.
¡Han persistido en su pecado!
¿No será entonces en Guibeá
donde la guerra alcance a los inicuos?
10 Se han hecho reos de doble culpa
y seré yo quien los castigue
reuniendo pueblos contra ellos.
11 Efraín era novilla bien domada
a quien le gustaba trillar.
Pues bien, yo pondré el yugo
sobre su hermosa cerviz;
unciré a Efraín para que are
y, mientras Judá abre los surcos,
a Jacob le tocará rastrillar.
12 Siembren justicia y cosecharán amor;
preparen el barbecho para el cultivo,
porque es tiempo de buscar al Señor;
[esperen] hasta que él venga
y derrame sobre ustedes salvación.
13 Pero como sembraron maldad,
cosecharon iniquidad
y comieron el fruto de la mentira.
Porque confiaste en tu poder,
en la multitud de tus guerreros,
14 un clamor de guerra
se alza contra tu pueblo;
todas tus fortalezas serán asoladas,
como Salmán asoló a Bet-Arbel
aquel día de la batalla,
cuando, junto con sus hijos
fue estrellada la madre [contra el suelo].
15 Es lo que les acarreará Betel
a causa de la extrema maldad de ustedes.
Y al nacer el día, morirá el rey de Israel.
Dios: un padre para Israel
11 Cuando Israel era niño, yo lo amé
y de Egipto llamé a mi hijo.
2 Pero cuanto más los llamaba,
más se apartaban de mí:
ofrecían sacrificios a los Baales
y quemaban ofrendas a los ídolos.
3 Fui yo quien enseñó a andar a Efraín
sosteniéndolo por los brazos;
sin embargo no comprendieron
que era yo quien los cuidaba.
4 Con lazos humanos
y vínculos de amor los atraía.
Fui para ellos como quien alza
a un niño hasta sus mejillas;
me inclinaba hacia ellos
para darles de comer.
5 Pero rehusaron convertirse,
por lo que tendrán que volver a Egipto
y un asirio será su rey.
6 La espada arrasará sus ciudades,
socavará sus defensas
y todos serán destruidos
a causa de sus maquinaciones.
7 Mi pueblo persiste en su infidelidad;
gritan a lo alto, pero nadie los ayuda.
8 ¿Cómo te trataré, Efraín?
¿Acaso te abandonaré, Israel?
¿Te trataré como traté a Adamá
o haré contigo como con Seboín?
Mi corazón está conturbado
y mis entrañas se conmueven.
9 No actuaré según mi ardiente ira,
no volveré a destruir a Efraín
porque yo soy Dios y no hombre;
soy el Santo en medio de ti
y no me voy a enfurecer.
10 Ellos seguirán al Señor
que rugirá como un león;
rugirá y sus hijos vendrán
temblando desde Occidente.
11 Como aves vendrán temblando
desde el país de Egipto,
y como palomas desde Asiria;
y yo haré que habiten en sus casas
—oráculo del Señor—.
Mentiras de Efraín
12 Efraín me ha rodeado de mentiras
y el pueblo de Israel de engaños,
pero Judá aún camina con Dios
y se mantiene fiel al muy Santo.
2 Efraín se alimenta de aire
y corre todo el día tras el viento;
multiplica sus mentiras y violencias,
hace pactos con Asiria
y regala aceite a Egipto.
Una larga historia de rebeldía
3 El Señor entabla pleito a Israel,
va a castigar la conducta de Jacob,
le va a retribuir según sus acciones.
4 Ya en el seno materno
suplantó a su hermano
y en su edad viril luchó con Dios,
5 luchó con un ángel y lo venció.
Luego lloró y pidió compasión;
Dios lo encontró en Betel
y allí habló con nosotros.
6 El Señor es Dios del universo;
su nombre es el Señor.
7 En cuanto a ti, conviértete a tu Dios,
practica el amor y el derecho
y confía siempre en tu Dios.
8 Canaán maneja pesas falsas,
pues le agrada estafar.
9 Y Efraín dice: “Me he hecho rico,
he conseguido una fortuna;
en todas mis ganancias
nadie podrá acusarme de pecado”.
10 Pero yo que soy el Señor, tu Dios,
desde que estabas en Egipto,
haré que vivas de nuevo
en tiendas de campaña
como en los días del encuentro.
11 Hablaré a los profetas,
multiplicaré sus visiones
y me expresaré en parábolas
por medio de esos profetas.
12 En Galaad se da culto a ídolos
que no son más que dioses falsos;
en Guilgal se inmolan toros
en altares que sólo son majanos
en medio de los surcos del campo.
13 Huyó Jacob a la campiña de Aram;
allí Israel sirvió por una mujer
y por ella se hizo pastor de rebaños.
14 Más tarde el Señor
sacó a Israel de Egipto
por medio de un profeta,
y por medio de un profeta lo cuidó.
15 Pero Efraín ha irritado [al Señor]
cometiendo una amarga ofensa;
así que su Señor le devolverá los agravios
y le hará pagar por sus crímenes.
Juicio implacable sobre Israel
13 Cuando Efraín hablaba,
imponía respeto en Israel.
Pero se hizo culpable
al adorar a Baal, y pereció.
2 Con todo, aún siguen pecando:
con su plata se fabrican estatuas,
ídolos fundidos con destreza,
obra de expertos artesanos.
Luego dicen: “Ofrézcanles sacrificios”;
y rinden homenaje a los becerros.
3 Por eso serán como nube mañanera,
como el rocío de madrugada
que al instante se disipa;
como paja que el viento
arrebata de la era,
o humo que sale por chimenea.
4 Pero yo que soy el Señor, tu Dios,
desde el país de Egipto
—tú no conoces a otro Dios
ni tienes otro salvador fuera de mí—,
5 te he conocido en el desierto,
en una tierra abrasadora.
6 Pero cuando hallaron alimento
y tuvieron ocasión de saciarse,
se les llenó de orgullo el corazón
y terminaron olvidándose de mí.
7 Seré, pues, para ellos un león,
una pantera acechando en el camino.
8 Los atacaré como una osa
cuando es privada de sus crías;
desgarraré sus entrañas,
los devoraré allí como leona,
y las bestias salvajes los destrozarán.
9 Te destruiré, Israel,
y nadie podrá evitarlo.
10 ¿Dónde está ahora tu rey
para que te salve en tus ciudades?
¿Dónde, tus jueces a los que decías:
“Dame un rey y autoridades”?
11 Bien a mi pesar te di un rey
y en mi furor ahora te lo quito.
12 Anotada está la culpa de Efraín,
puesto a buen recaudo su pecado.
13 Le sobrevendrán dolores de parto,
pero es un hijo torpe que, para nacer,
no sabe colocarse a la puerta del útero.
14 ¿Tendré que librarlos
del reino de los muertos,
rescatarlos del sepulcro?
¿Dónde está, muerte,
tu poder destructor?
¿Dónde tus calamidades,
reino de los muertos?
Ya no volveré a tener compasión.
15 Aunque prospere entre los suyos,
vendrá el viento del este,
el viento que el Señor
hace soplar desde el desierto,
un viento que secará las fuentes,
agotará los manantiales
y arrebatará de su tesoro
todos los objetos preciosos.
14 Pagará su culpa Samaría,
pues contra su Dios se ha rebelado.
Morirán a filo de espada,
sus niños serán estrellados,
las embarazadas abiertas en canal.
Conversión y promesa de salvación
2 ¡Vuelve, Israel, al Señor tu Dios
pues caíste a causa de tu iniquidad!
3 Busquen las palabras oportunas
y vuelvan al Señor diciendo:
“Perdona toda nuestra culpa
y acepta esto que es bueno
y que nosotros te ofrecemos:
las palabras de nuestros labios.
4 Asiria no puede salvarnos;
tampoco escaparemos a caballo
ni llamaremos más ‘Dios nuestro’
a las obras de nuestras manos.
Sólo en ti halla el huérfano piedad”.
5 Yo curaré su apostasía,
los amaré generosamente,
pues mi cólera ya no los afecta.
6 Seré para Israel como el rocío,
florecerá como el lirio
y sus raíces serán tan firmes
como los árboles del Líbano.
7 Sus retoños se extenderán,
tendrá el esplendor del olivo
y la fragancia del Líbano.
8 Regresarán aquellos
que habitaban a su sombra,
crecerán como el trigo,
florecerán como la vid
y como el vino del Líbano,
será famoso su recuerdo.
9 Entonces Efraín [se dirá]:
“¿Qué me importan los ídolos?”.
Y yo respondo y lo protejo,
pues soy como abeto siempre verde
y de mí procede tu fruto.
Epílogo
10 Que los sabios y prudentes
entiendan este mensaje:
los caminos del Señor son rectos
y por ellos caminan los justos;
los malvados, en cambio, tropiezan.
Introducción (1-2)
Saludo
1 Judas, servidor de Jesucristo y hermano de Santiago, a los que han sido llamados a vivir bajo el amor de Dios Padre y la custodia de Jesucristo. 2 Que la misericordia, la paz y el amor abunden cada vez más en ustedes.
I.— POLÉMICA CONTRA LOS FALSOS MAESTROS (3-16)
Los falsos maestros
3 Queridos hermanos, ardía yo en deseos de escribirles acerca de un asunto que a todos nos concierne: el de nuestra salvación. Pero ahora debo hacerlo forzado por las circunstancias, pues es preciso alentarlos a combatir en defensa de la fe confiada a los creyentes de una vez por todas. 4 Y es que entre ustedes se han infiltrado solapadamente algunos individuos cuya condenación está anunciada en las Escrituras desde hace mucho tiempo; son gente impía que confunde la gracia de Dios con el libertinaje y que reniega de Jesucristo, nuestro único Dueño y Señor. 5 Aunque ustedes lo conocen todo perfectamente, quiero recordarles que si bien el Señor liberó al pueblo de la opresión egipcia, después aniquiló a los incrédulos. 6 Y a los ángeles que no supieron conservar su condición privilegiada y abandonaron la que era su mansión, los mantiene eternamente encadenados a las tinieblas en espera del gran día del juicio. 7 Y Sodoma y Gomorra, junto con las ciudades limítrofes entregadas como ellas a la lujuria y a la homosexualidad, sufrieron el castigo de un fuego perpetuo, sirviendo así de escarmiento a los demás.
8 Pues, a pesar de todo, esos visionarios se comportan de modo semejante: profanan su cuerpo, rechazan la autoridad del Señor e injurian a los seres gloriosos. 9 Distinto fue el proceder del arcángel Miguel cuando disputaba al diablo el cuerpo de Moisés. Ni siquiera se atrevió a lanzarle una acusación injuriosa; simplemente dijo: “Que el Señor te reprenda”. 10 Estos, por el contrario, ultrajan lo que desconocen; y lo que conocen, a la manera instintiva de las bestias irracionales, no les sirve más que para la ruina. 11 ¡Ay de ellos! Han seguido las huellas de Caín, se entregaron por dinero al extravío de Balaán y sucumbieron en la rebelión de Coré.
12 ¡Ahí los tienen ustedes! Son los que contaminan sus reuniones fraternales banqueteando desvergonzadamente y campando a sus anchas. Son nubes sin agua arrastradas por el viento; árboles en otoño, pero sin fruto, definitivamente secos, arrancados de raíz. 13 Son olas de un mar embravecido, que arroja la espuma de sus propias desvergüenzas; estrellas fugaces, cuyo eterno destino es la tiniebla sin fondo. 14 A ellos se refería Enoc, el séptimo patriarca después de Adán, cuando profetizó: “Miren cómo viene el Señor con sus innumerables ángeles 15 para juzgar a todos y desenmascarar a los malvados por todas las acciones criminales que han cometido, para tapar la boca a los impíos que han hablado contra él con insolencia”. 16 ¡Ahí los tienen! Murmuradores, descontentos, libertinos, insolentes, aduladores y materialistas.
II.— EXHORTACIÓN A LA FIDELIDAD (17-23)
Avisos y exhortaciones
17 Pero ustedes, amados míos, recuerden lo que predijeron los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. 18 “En los últimos tiempos —les advertían— surgirán embaucadores que vivirán impíamente y al capricho de sus pasiones”. 19 ¡Ahí los tienen! Son los sembradores de discordias, los que viven sensualmente y están privados del Espíritu. 20 Ustedes, en cambio, amados míos, hagan de una fe tan santa como la que tienen, el firme cimiento de su vida; oren impulsados por el Espíritu Santo 21 y manténganse en el amor de Dios, esperando que la misericordia de nuestro Señor Jesucristo los lleve a la vida eterna.
22 Tengan compasión de los que vacilan, 23 contando con que a unos los salvarán arrancándolos del fuego; pero a otros sólo podrán compadecerlos, y eso con cautela, evitando incluso el contacto superficial con su torpe conducta.
Conclusión (24-25)
Doxología final
24 Al que puede mantenerlos limpios de pecado y conducirlos alegres y sin mancha hasta su gloriosa presencia, 25 al Dios único que es nuestro Salvador, a él la gloria, la majestad, la soberanía y el poder, por medio de nuestro Señor Jesucristo, desde antes de todos los tiempos, ahora y por los siglos sin fin. Amén.
Salmo 127 (126)
En vano se afanan
127 Cántico de peregrinación. De Salomón.
Si el Señor no construye la casa,
en vano se afanan sus constructores;
si el Señor no protege la ciudad,
en vano vigila el centinela.
2 En vano se levantan de madrugada,
en vano se van tarde a descansar
y comen pan ganado con esfuerzo:
¡El Señor lo da a su amigo mientras duerme!
3 Son los hijos herencia que da el Señor,
son los descendientes una recompensa.
4 Como flechas en la mano del guerrero,
son los hijos que en la juventud se tienen.
5 ¡Feliz quien llena con ellas su aljaba!
No será humillado si se enfrenta
al adversario en la puerta de la ciudad.
15 Vara y corrección dan sabiduría,
muchacho consentido avergüenza a su madre.
16 A muchos malvados, muchos delitos;
mas los justos verán su caída.
17 Corrige a tu hijo y vivirás tranquilo,
te colmará de satisfacciones.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España