The Daily Audio Bible
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Canto de gratitud
12 Isaías continuó diciendo:
«Ese día, el pueblo de Israel cantará:
“Te damos gracias, Dios nuestro,
porque aunque estuviste enojado,
ya se te pasó el enojo
y nos has consolado.
2 Confiamos en ti, Dios nuestro,
y no tenemos miedo,
porque tú eres nuestro salvador,
nuestro refugio y nuestra fuerza”.
3 »También ustedes se alegrarán
y gozarán de la salvación de Dios,
4 y entonces dirán:
“Demos gracias,
adoremos a nuestro Dios,
digamos a las naciones
todo lo que él ha hecho.
Que se reconozca
que él es el rey del universo.
5 Cantemos a Dios,
porque él ha hecho algo muy grande,
algo que debe darse a conocer
en toda la tierra.
6 Demos gritos de alegría,
habitantes de Jerusalén,
porque en medio de nosotros
está el Dios único y perfecto,
con toda su grandeza”».
Mensaje contra Babilonia
13 Dios le mostró a Isaías lo que haría contra Babilonia, y él se lo comunicó al pueblo:
2 «¡Den la señal de ataque
sobre un monte desierto!
¡Manden a los soldados al combate!
¡Den la orden de que avancen
por los portones de Babilonia,
y que ataquen a sus jefes!
3 »Dios ha llamado a sus valientes
para castigar a los babilonios.
Dios llamó a sus mejores guerreros,
y éstos se alegran con su triunfo.
4-5 »En los montes se oyen los gritos
de una gran multitud;
se escucha el movimiento de naciones,
de pueblos que se están reuniendo.
El Dios todopoderoso prepara a su ejército;
sus tropas han venido de muy lejos,
¡ya están listas para el combate!
»Dios está muy enojado;
por eso ha enviado sus tropas
para destruir a Babilonia.
6 »Comiencen a llorar, babilonios,
porque el día de su destrucción se acerca.
El Dios todopoderoso los atacará.
7 Todos ustedes
se quedarán sin fuerzas,
perderán el valor,
8 y se llenarán de miedo.
Se retorcerán de dolor,
como si fueran a tener un hijo.
Se mirarán asombrados
y en la cara se les verá el terror.
9 »¡Ya llega el día de la destrucción!
Dios está tan enojado,
que cuando llegue ese día
dejará la tierra hecha un desierto
y acabará con todos los pecadores.
10 Ese día el sol se apagará,
la luna dejará de brillar
y las estrellas no darán su luz.
11-13 »El Dios todopoderoso dice:
“¡Estoy muy enojado y furioso!
Haré que tiemblen el cielo y la tierra,
castigaré a los malvados,
y humillaré a los orgullosos.
Cuando acabe con ellos,
será más difícil encontrar
un babilonio con vida
que una aguja en un pajar.
14 ”La gente de otros países
que ese día esté en Babilonia
huirá a su país como gacela espantada,
correrá asustada como oveja sin pastor.
15 Mi ejército no tomará prisioneros,
y nadie quedará con vida.
Las casas serán robadas,
16 las mujeres serán violadas,
y los niños, ¡estrellados contra el suelo!
17-18 ”Yo haré que Persia
ataque a Babilonia,
y no lo hará por dinero.
Derribará a los jóvenes con sus flechas,
y no tendrá compasión de los niños
ni de los recién nacidos.
19 ”Ahora escúchame bien, Babilonia:
tú eres una ciudad bella y poderosa,
¡eres el orgullo de tu pueblo!
Pero yo soy el Dios todopoderoso,
y te voy a destruir
como destruí a las ciudades
de Sodoma y Gomorra.
20 ”Babilonia nunca volverá a ser habitada,
ni acamparán los árabes en su territorio
ni los pastores alimentarán allí a sus ovejas.
21 Allí sólo vivirán
los gatos monteses y los avestruces;
las lechuzas llenarán las casas,
y las cabras brincarán de un lado a otro.
22 Los chacales aullarán en los castillos
y los lobos llenarán los palacios.
”¡Babilonia, te llegó la hora,
pronto serás castigada!”»
Dios tendrá compasión de Israel
14 Dios tendrá compasión de Israel, y de nuevo seremos su pueblo elegido. Dios nos hará volver a nuestra tierra. Gente de muchas naciones vendrá a refugiarse en nuestro país, y se unirá a nuestro pueblo. 2 Muchas naciones nos ayudarán a regresar a la patria que Dios nos dio. Pero luego tomaremos prisioneras a esas naciones, y así, los que antes nos dominaron y nos maltrataron acabarán siendo nuestros esclavos.
Israel se burlará del rey de Babilonia
3 Israelitas, Dios calmará nuestro sufrimiento y nos librará de la terrible esclavitud. 4 Entonces nos burlaremos del rey de Babilonia y le cantaremos este poema:
«¡Qué mal que te fue, tirano!
¡Mira en qué terminó tu orgullo!
5-6 »Dios ha destruido por completo
a los malvados reyes de Babilonia.
Ya no seguirán maltratando
sin compasión a los pueblos.
7 »Ahora, toda la tierra está en paz
y canta de alegría.
8 Hasta los pinos y los cedros del Líbano
se alegran de tu ruina y dicen:
“Rey de Babilonia,
ya fuiste derrotado;
ahora nadie volverá a derribarnos”.
9 »En el reino de la muerte
hay un gran alboroto:
los muertos han despertado
y salen a recibir al rey de Babilonia.
Todos los reyes que allí están
se levantan de sus tronos
y salen a su encuentro.
10 Todos ellos le dicen:
“También tú has perdido tu fuerza,
ahora eres como uno de nosotros.
11 La muerte puso fin a tu orgullo
y a la música de tus arpas.
Ahora duermes envuelto en gusanos”.
12 »Rey de Babilonia,
tú que derrotabas a las naciones,
¡has caído de muy alto!
Te creías un dios en el cielo
pero fuiste derribado a la tierra.
13 Te decías a ti mismo:
“Voy a subir hasta el cielo,
allí pondré mi trono
por encima de las estrellas de Dios.
Reinaré desde la montaña
donde viven los dioses.
14 Subiré más allá de las nubes,
y seré como el Dios altísimo”.
15 »¡Pero ahora te han derribado
y has caído a lo más profundo
del reino de los muertos!
16 Los que te vuelven a ver
se quedan mirándote
y con asombro dicen:
“¿Es éste el hombre
que hacía temblar a la tierra?
¿Es éste el hombre
que derrotaba a las naciones?
17 No, éste no puede ser el hombre
que convertía todo en un desierto,
que destruía las ciudades,
y que no liberaba a los prisioneros”.
18-20 »Cuando los reyes de la tierra mueren,
son enterrados en hermosas tumbas.
A ti, en cambio,
no te enterrarán con honores
porque arruinaste a tu país
y masacraste a tu pueblo.
Tu cadáver quedará tirado en el suelo,
y será pisoteado como basura.
Luego lo arrojarán a la zanja
donde tiran a los que mueren en batalla.
»¡Nadie se acordará de tus descendientes
porque fuiste un malvado!
21 ¡Mataremos a tus hijos
por culpa de tu maldad!
¡Ellos pagarán por los crímenes
que cometieron sus antepasados!
¡Ellos no podrán dominar la tierra,
ni llenar de ciudades el mundo!
22-23 »El Dios todopoderoso ha jurado que destruirá a Babilonia. La destruirá por completo; ¡barrerá con todo! En ella no quedará nadie con vida, y nunca más será recordada. Dios la convertirá en un pantano, y en una región llena de lechuzas».
Amenaza de Dios contra Asiria
24 El Dios todopoderoso ha hecho este juramento:
«¡Mis planes no fallarán!
Tal como lo dije, todo se cumplirá.
25 Haré pedazos a los asirios
que ahora ocupan mi tierra;
los aplastaré en mis montañas.
¡Libraré a mi pueblo de su esclavitud!
26 ȃste es el plan que he preparado
contra todas las naciones de la tierra,
27 ¡y nadie podrá detenerme!
Yo, el Dios todopoderoso,
juro que así será».
Amenaza de Dios contra los filisteos
28 El año en que murió el rey Ahaz, Dios envió este mensaje:
29 «Pueblo filisteo,
ya ha muerto el rey de Asiria
que tanto te maltrató.
Pero no cantes victoria,
pues ese país se convertirá
en tu peor enemigo;
será peor que una serpiente venenosa.
30 »Yo mataré a los pocos
que te queden con vida;
haré que tu gente
se muera de hambre.
»En cambio, los pobres de Israel
tendrán pasto para sus rebaños,
y descansarán tranquilos.
31 »¡Filisteos, griten de dolor;
tiemblen de miedo!
Porque del norte llega un ejército
como una nube de humo,
y todos sus soldados
están listos para la batalla.
32 A los mensajeros de ese país
se les dirá:
“Dios construyó Jerusalén,
y allí se refugiarán
los más pobres de su pueblo”».
Advertencia final
13 Ésta es la tercera vez que iré a visitarlos. Recuerden lo que la Biblia dice: «Para acusar a alguien, será necesario que se presenten dos o tres testigos.» 2 La segunda vez que los visité, les advertí que iba a ser duro con los que habían pecado y con todos los que pecaran después. Ahora que estoy lejos de ustedes, lo vuelvo a repetir. 3 Y lo hago porque ustedes quieren que les demuestre que hablo de parte de Cristo. Cristo no es débil cuando los corrige, sino que manifiesta su poder entre ustedes. 4 Cuando Cristo fue crucificado, era débil, pero ahora vive por el poder de Dios. Nosotros compartimos con Cristo esa debilidad, pero gracias al poder de Dios también compartimos con él la vida. Si es necesario, cuando vayamos a verlos, les daremos pruebas de ese poder.
5 Pónganse a pensar en su manera de vivir, y vean si de verdad siguen confiando en Cristo. Hagan la prueba, y si la pasan, es porque él vive en ustedes. Pero si no confían en Cristo de verdad, es porque él no está en ustedes. 6 Espero que reconozcan que nosotros sí hemos pasado la prueba. 7 No nos importa si parecemos haber fracasado. Oramos a Dios para que ustedes no hagan nada malo, y no lo pedimos para demostrar que pasamos la prueba, sino para que ustedes hagan lo bueno. 8 Sólo podemos hacer lo que está a favor de la verdad, y no lo que está en contra de ella. 9 Por eso, si ustedes pueden ser fuertes, nos alegramos de ser débiles.
Oramos para que sean cada vez mejores seguidores de Cristo. 10 Y les escribo antes de ir a verlos, para que tengan tiempo de cambiar, y así no tenga yo que tratarlos con dureza cuando llegue. La autoridad que Dios me ha dado, es para ayudarlos a confiar más en él y no para destruirlos.
Despedida
11 Eso es todo, queridos hermanos. Me despido de ustedes pidiéndoles que estén alegres. Traten de ser mejores. Háganme caso. Pónganse de acuerdo unos con otros y vivan tranquilos. Y el Dios que nos ama y nos da paz, estará con ustedes. 12 Salúdense unos a otros con un beso de hermanos. Todos en la iglesia les mandan saludos.
13 ¡Que el Señor Jesucristo los bendiga!
¡Que Dios les muestre su amor!
¡Que el Espíritu Santo los acompañe siempre!
Quiero que me protejas
SALMO 57 (56)
David compuso este himno cuando huyó de Saúl y se escondió en una cueva. Instrucciones para el director del coro: Este himno deberá cantarse con la melodía «No destruyas».
57 ¡Ten compasión de mí,
Dios mío!
¡Ten compasión de mí,
porque en ti busco protección!
¡Quiero que me protejas
bajo la sombra de tus alas
hasta que pase el peligro!
2 Dios altísimo,
te llamo porque siempre me ayudas.
3 Tiéndeme la mano desde el cielo,
porque tu amor es constante.
Tiéndeme la mano, Dios mío,
y sálvame de mis enemigos.
4 Estoy por el suelo,
rodeado de leones;
rodeado de hombres
que parecen bestias.
En vez de dientes,
tienen lanzas y flechas;
en vez de lengua,
tienen una espada afilada.
5 Pero tú, mi Dios,
estás por encima del cielo;
¡eres tan grande
que cubres toda la tierra!
6 Esa gente me tendió una trampa
para hacerme caer en ella.
¡Eso me puso muy triste!
Querían que me cayera en ese hoyo,
pero ellos fueron los que cayeron.
7 Dios mío,
mi corazón está dispuesto
a cantarte himnos.
8 ¡Voy a despertarme!
¡Despertaré al arpa y a la lira!
¡Despertaré al nuevo día!
9 Dios mío,
yo te alabaré entre los pueblos,
te cantaré himnos entre las naciones.
10 Tan grande y constante es tu amor
que llega hasta los cielos.
11 Tú, mi Dios,
sobrepasas los cielos;
¡eres tan grande
que cubres toda la tierra!
-9-
9 No des buenos consejos a los tontos
porque se burlarán de ti.
-10-
10 Mantén el tamaño de tu propiedad
tal como la recibiste de tus padres,
y no invadas el terreno
de los huérfanos.
11 Dios es su pariente más cercano
y los defenderá de ti.
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