Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

Today's audio is from the GNT. Switch to the GNT to read along with the audio.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Josué 11-12

Conquista del norte de Canaán

11 Sucedió que cuando Jabín rey de Hazor oyó esto, envió un mensaje a Jobab rey de Madón, al rey de Simrón, al rey de Acsaf, a los reyes que habitaban en la región montañosa del norte, en la llanura del sur del mar Quinéret, en la Sefela y en Nafot-dor al occidente, a los cananeos que habitaban al oriente y al occidente, a los amorreos, a los heteos, a los ferezeos, a los jebuseos de la región montañosa y a los heveos de las faldas del Hermón, en la tierra de Mizpa. Entonces ellos, y todos sus ejércitos con ellos, un pueblo tan numeroso como la arena que está a la orilla del mar, salieron con gran cantidad de caballos y carros. Todos estos reyes se reunieron, y fueron y acamparon juntos al lado de las aguas de Merom, para combatir contra Israel. Pero el SEÑOR dijo a Josué:

—No tengas temor de ellos, porque mañana a esta hora yo entregaré muertos a todos ellos, delante de Israel. Dejarás cojos a sus caballos y quemarás sus carros.

Entonces Josué y toda la gente de guerra con él fueron y cayeron de repente sobre ellos al lado de las aguas de Merom. El SEÑOR los entregó en mano de los israelitas, quienes los derrotaron y los persiguieron hasta la gran Sidón, hasta Misrefot-maim y hasta el valle de Mizpa al oriente. Y los mató, hasta no dejarles sobrevivientes. Josué hizo con ellos como el SEÑOR le había mandado: Dejó cojos a sus caballos y quemó sus carros.

10 En aquel tiempo Josué volvió y tomó Hazor, y mató a espada a su rey. Hazor había sido antes la capital de todos estos reinos. 11 Mataron a espada a todo cuanto tenía vida en ella, destruyendo y no dejando nada vivo. E incendió a Hazor.

12 Asimismo, Josué tomó todas las ciudades de estos reyes, y a todos sus reyes. Los mató a espada y los destruyó, como lo había mandado Moisés, siervo del SEÑOR. 13 Pero Israel no incendió ninguna de las ciudades que estaban sobre sus montículos de ruinas, excepto Hazor, la cual Josué sí incendió. 14 Los hijos de Israel tomaron para sí todo el botín de estas ciudades junto con el ganado, pero mataron a espada a todos los hombres hasta destruirlos, sin dejar uno solo vivo.

Resumen de la conquista de Canaán

15 De la manera que el SEÑOR había mandado a su siervo Moisés, así mandó Moisés a Josué, y así lo hizo Josué, sin omitir nada de todo lo que el SEÑOR había mandado a Moisés. 16 Así tomó Josué toda esta tierra: la región montañosa, todo el Néguev, toda la tierra de Gosén, la Sefela, el Arabá, la región montañosa de Israel y sus laderas, 17 desde el monte Halac que sube hasta Seír, hasta Baal-gad, en el valle del Líbano, a las faldas del monte Hermón. Capturó a todos sus reyes, los hirió y los mató.

18 Por mucho tiempo Josué tuvo guerra con todos estos reyes. 19 No hubo ciudad que hiciera la paz con los hijos de Israel, excepto los heveos que moraban en Gabaón. Todo el resto lo tomaron en batalla. 20 Esto provenía del SEÑOR, quien endurecía el corazón de ellos, para que resistieran con la guerra a Israel, a fin de que fueran destruidos sin que se les tuviera misericordia; para que fuerasen desarraigados, como el SEÑOR había mandado a Moisés[a].

21 Por aquel tiempo Josué fue y destruyó a los anaquitas de la región montañosa de Hebrón, de Debir y de Anab, y de toda la región montañosa de Judá y de toda la de Israel. Josué los destruyó a ellos con sus ciudades. 22 Ninguno de los anaquitas quedó en la tierra de los hijos de Israel. Solo quedaron algunos en Gaza, en Gat y en Asdod.

23 Así tomó Josué toda la tierra, conforme a todo lo que el SEÑOR había dicho a Moisés. Josué la entregó como heredad a Israel, conforme a la distribución de sus tribus.

Y la tierra reposó de la guerra.

Reyes derrotados por Moisés

12 Estos son los reyes de la tierra a quienes derrotaron los hijos de Israel y cuyas tierras poseyeron al lado oriental del Jordán, desde el río Arnón hasta el monte Hermón y todo el Arabá oriental:

Sejón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón. Este reinaba desde Aroer, que está en la ribera del río Arnón y desde el centro del valle hasta el río Jaboc, que sirve de frontera con los hijos de Amón. Esta región incluía la mitad de Galaad y el Arabá, desde el mar Quinéret, al oriente, hasta el mar del Arabá, o mar Salado, al oriente en dirección a Bet-jesimot, y por el sur hasta más abajo de las faldas del Pisga.

Og[b], rey de Basán, sobreviviente de los refaítas, quien residía en Astarot y en Edrei. Este reinaba en el monte Hermón, en Salca y en todo Basán, hasta la frontera de Gesur y de Maaca y en la mitad de Galaad, hasta la frontera de Sejón, rey de Hesbón.

Moisés, siervo del SEÑOR, y los hijos de Israel los derrotaron. Y Moisés, siervo del SEÑOR, dio la tierra en posesión a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manasés.

Reyes derrotados por Josué

Estos son los reyes de la tierra a quienes derrotaron Josué y los hijos de Israel en el lado occidental del Jordán, desde Baal-gad, en el valle del Líbano, hasta el monte Halac que sube a Seír, cuya tierra dio Josué en posesión a las tribus de Israel conforme a su distribución, en la región montañosa, en la Sefela, en el Arabá, en las laderas, en el desierto y en el Néguev, donde habitaban los heteos, los amorreos, los cananeos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos:

El rey de Jericó, uno; el rey de Hai (que está junto a Betel), uno; 10 el rey de Jerusalén, uno; el rey de Hebrón, uno; 11 el rey de Jarmut, uno; el rey de Laquis, uno; 12 el rey de Eglón, uno; el rey de Gezer, uno; 13 el rey de Debir, uno; el rey de Geder, uno; 14 el rey de Horma, uno; el rey de Arad, uno; 15 el rey de Libna, uno; el rey de Adulam, uno; 16 el rey de Maqueda, uno; el rey de Betel, uno; 17 el rey de Tapúaj, uno; el rey de Hefer, uno; 18 el rey de Afec, uno; el rey de Sarón, uno; 19 el rey de Madón, uno; el rey de Hazor, uno; 20 el rey de Simron-merón, uno; el rey de Acsaf, uno; 21 el rey de Taanac, uno; el rey de Meguido, uno; 22 el rey de Quedes, uno; el rey de Jocneam del Carmelo, uno; 23 el rey de Dor en Nafot-dor, uno; el rey de Goím en Gilgal, uno; 24 el rey de Tirsa, uno. Treinta y un reyes en total.

Lucas 17:11-37

Jesús sana a diez leprosos

11 Aconteció que, yendo a Jerusalén, pasaba por Samaria y Galilea. 12 Cuando entró en una aldea, salieron a su encuentro diez hombres leprosos los cuales se pararon de lejos 13 y alzaron la voz diciendo:

—¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!

14 Cuando él los vio, les dijo:

—Vayan, muéstrense a los sacerdotes.

Aconteció que, mientras iban, fueron limpiados. 15 Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, volvió glorificando a Dios en alta voz. 16 Y se postró sobre su rostro a los pies de Jesús dándole gracias. Y este era samaritano. 17 Y respondiendo Jesús dijo:

—¿No eran diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? 18 ¿No hubo quien volviera y diera gloria a Dios, sino este extranjero?

19 Y le dijo:

—Levántate, vete; tu fe te ha salvado.

El reino de Dios es actual

20 Y cuando los fariseos le preguntaron acerca de cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió diciendo:

—El reino de Dios no vendrá con advertencia. 21 No dirán: “¡Miren, aquí está!” o “¡Allí está!”. Porque el reino de Dios está en medio de ustedes.

La manifestación del Hijo del Hombre

22 Dijo a sus discípulos:

—Vendrá el tiempo cuando desearán ver uno de los días del Hijo del Hombre y no lo verán. 23 Les dirán: “¡Miren, aquí está!” o “¡Miren, allí está!”. Pero no vayan ni les sigan. 24 Porque como el relámpago que resplandece ilumina el cielo de un extremo al otro, así también será el Hijo del Hombre en su día. 25 Pero primero es necesario que él padezca mucho y sea rechazado por esta generación.

26 »Como pasó en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre: 27 Ellos comían y bebían; se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca y vino el diluvio y los destruyó a todos.

28 »Asimismo, también será como pasó en los días de Lot: Comían, bebían, compraban, vendían, plantaban y edificaban; 29 pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. 30 Así será en el día en que se manifieste el Hijo del Hombre.

31 »En aquel día, el que esté en la azotea y sus cosas estén en la casa no descienda para tomarlas. Asimismo, el que esté en el campo no vuelva atrás. 32 Acuérdense de la mujer de Lot. 33 Cualquiera que procure salvar su vida, la perderá; y cualquiera que la pierda, la conservará. 34 Les digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado y el otro será dejado. 35 , 36 [a] Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada y la otra dejada.

37 Respondiendo le preguntaron:

—¿Dónde, Señor?

Y él dijo:

—Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres.

Salmos 84

Anhelo por la casa de Dios

84 Al músico principal. Sobre Guitit[a]. Para los hijos de Coré. Salmo.

¡Cuán amables son tus moradas,
oh SEÑOR de los Ejércitos!
Mi alma anhela y aun desea
ardientemente los atrios del SEÑOR. Mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo.
Hasta el pajarito halla una casa
y la golondrina un nido para sí donde poner sus polluelos cerca de tus altares,
oh SEÑOR de los Ejércitos,
¡Rey mío y Dios mío!
¡Bienaventurados los que habitan
en tu casa!
Continuamente te alabarán. Selah[b]
¡Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas
y en cuyo corazón están tus caminos!
Cuando pasan por el valle de lágrimas lo convierten en manantial.
También la lluvia temprana lo cubre de bendición.
Irán de poder en poder
y verán a Dios en Sion.
Oh SEÑOR Dios de los Ejércitos, oye mi oración.
Escucha, oh Dios de Jacob. Selah[c]
Mira, oh Dios, escudo nuestro; pon tu vista en el rostro de tu ungido.
10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios
que habitar en moradas de impiedad.
11 Porque sol y escudo es
el SEÑOR Dios;
gracia y gloria dará el SEÑOR. No privará del bien
a los que andan en integridad.
12 Oh SEÑOR de los Ejércitos, ¡bienaventurado el hombre que confía en ti!

Proverbios 13:5-6

El justo aborrece la palabra de mentira, pero el impío se hace odioso
y trae deshonra.
La justicia guarda al íntegro de camino, pero la impiedad arruina al pecador.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano