The Daily Audio Bible
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47 »Si el forastero o el extranjero que está contigo se enriquece, y tu hermano que está junto a él empobrece y se vende al forastero o extranjero que está contigo, o a alguno de la familia del extranjero, 48 después que se haya vendido podrá ser rescatado. Uno de sus hermanos lo rescatará, 49 o su tío o el hijo de su tío lo rescatará, o un pariente cercano de su familia lo rescatará o, si sus medios alcanzan, él mismo se rescatará. 50 Contará junto con el que lo compró, desde el año en que se vendió a él hasta el año del jubileo; y el precio de la venta ha de apreciarse conforme al número de los años, y se contará el tiempo que estuvo con él conforme al tiempo de un criado asalariado. 51 Si faltan aún muchos años, conforme a ellos devolverá para su rescate parte del dinero por el cual se vendió. 52 Y si queda poco tiempo hasta el año del jubileo, entonces hará un cálculo con él, y devolverá su rescate conforme a los años que falten. 53 Como a un asalariado contratado anualmente se le tratará. No se enseñoreará sobre él con rigor ante tus ojos.
54 »Si no se rescata en esos años, en el año del jubileo quedará libre él junto con sus hijos, 55 porque los hijos de Israel son mis siervos; son siervos míos, a quienes yo saqué de la tierra de Egipto. Yo, Jehová, vuestro Dios.
Bendiciones de la obediencia(A)
26 »No haréis para vosotros ídolos ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros ante ella, porque yo soy Jehová, vuestro Dios. 2 Guardad mis sábados y reverenciad mi santuario. Yo, Jehová.
3 »Si andáis en mis preceptos y guardáis mis mandamientos, y los ponéis por obra, 4 yo os enviaré las lluvias a su tiempo, y la tierra y el árbol del campo darán su fruto. 5 Vuestra trilla alcanzará hasta la vendimia y la vendimia alcanzará hasta la siembra; comeréis vuestro pan hasta saciaros y habitaréis seguros en vuestra tierra. 6 Yo daré paz en la tierra y dormiréis sin que haya quien os espante; haré desaparecer de vuestra tierra las malas bestias y la espada no pasará por vuestro país. 7 Perseguiréis a vuestros enemigos, que caerán a espada delante de vosotros. 8 Cinco de vosotros perseguirán a cien y cien de vosotros perseguirán a diez mil, y vuestros enemigos caerán a filo de espada delante de vosotros, 9 porque yo me volveré a vosotros, os haré crecer, os multiplicaré y afirmaré mi pacto con vosotros. 10 Comeréis lo añejo de mucho tiempo, y desecharéis lo añejo para guardar lo nuevo.
11 »Yo pondré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os abominará. 12 Andaré entre vosotros: seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo. 13 Yo soy Jehová, vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto para que no fuerais sus siervos; rompí las coyundas de vuestro yugo y os he hecho andar con el rostro erguido.
Consecuencias de la desobediencia(B)
14 »Pero si no me escucháis ni cumplís todos estos mandamientos, 15 si despreciáis mis preceptos y vuestra alma menosprecia mis estatutos, si no ponéis en práctica todos mis mandamientos e invalidáis mi pacto, 16 yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma. Sembraréis en vano vuestra semilla, pues vuestros enemigos la comerán. 17 Pondré mi rostro contra vosotros y seréis heridos delante de vuestros enemigos. Los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga.
18 »Si aun con estas cosas no me escucháis, yo volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados. 19 Quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré vuestro cielo como hierro y vuestra tierra como bronce. 20 Vuestra fuerza se consumirá en vano, porque vuestra tierra no producirá nada y los árboles del campo no darán su fruto.
21 »Si continuáis oponiéndoos a mí, y no me queréis oír, yo enviaré sobre vosotros siete veces más plagas por vuestros pecados. 22 Enviaré también contra vosotros fieras salvajes que os arrebaten vuestros hijos, destruyan vuestro ganado y os reduzcan en número, de modo que vuestros caminos queden desiertos.
23 »Si con estas cosas no os corregís, sino que continuáis oponiéndoos a mí, 24 yo también procederé en contra de vosotros, y os heriré aún siete veces por vuestros pecados. 25 Traeré sobre vosotros espada vengadora, en vindicación del pacto, y si buscáis refugio en vuestras ciudades, yo enviaré pestilencia entre vosotros y seréis entregados en manos del enemigo.
26 »Cuando yo os quebrante el sustento del pan, cocerán diez mujeres todo vuestro pan en un horno, y os lo devolverán tan bien medido que comeréis y no os saciaréis.
27 »Si aun con esto no me escucháis, sino que continuáis oponiéndoos a mí, 28 yo procederé en contra de vosotros con ira, y os castigaré aun siete veces por vuestros pecados. 29 Comeréis la carne de vuestros hijos y comeréis la carne de vuestras hijas. 30 Destruiré vuestros lugares altos, derribaré vuestras imágenes, pondré vuestros cuerpos muertos sobre los cuerpos muertos de vuestros ídolos, y mi alma os abominará. 31 Dejaré desiertas vuestras ciudades, asolaré vuestros santuarios y no oleré la fragancia de vuestro suave perfume.
32 »Asolaré también la tierra, y se pasmarán por ello vuestros enemigos que en ella habiten. 33 A vosotros os esparciré entre las naciones, y desenvainaré la espada en pos de vosotros. Vuestra tierra quedará asolada y desiertas vuestras ciudades. 34 Entonces la tierra gozará sus días de reposo durante todos los días que esté asolada, mientras vosotros estéis en la tierra de vuestros enemigos; la tierra descansará entonces y gozará sus días de reposo. 35 Durante todo el tiempo que esté asolada, descansará por lo que no reposó en los días de reposo cuando habitabais en ella.
36 »A los que queden de vosotros, les infundiré tal cobardía en sus corazones, en la tierra de sus enemigos, que el sonido de una hoja que se mueva los hará huir como se huye ante la espada, y caerán sin que nadie los persiga. 37 Tropezarán los unos con los otros como si huyeran ante la espada, aunque nadie los persiga, y no podréis resistir en presencia de vuestros enemigos. 38 Pereceréis entre las naciones, y la tierra de vuestros enemigos os consumirá. 39 Y los que queden de vosotros, se consumirán en las tierras de vuestros enemigos por su iniquidad, y se consumirán junto con sus padres por la iniquidad de ellos.
40 »Entonces confesarán su iniquidad y la iniquidad de sus padres, la rebeldía con que se rebelaron contra mí, y también porque se opusieron a mí. 41 Por eso yo me enfrentaré a ellos y los haré entrar en la tierra de sus enemigos. Entonces se humillará su corazón incircunciso y reconocerán su pecado. 42 Y yo me acordaré de mi pacto con Jacob, y asimismo de mi pacto con Isaac, y también de mi pacto con Abraham me acordaré, y haré memoria de la tierra. 43 Pero la tierra será abandonada por ellos y gozará sus días de reposo, mientras quede desierta a causa de ellos, y entonces se someterán al castigo de sus iniquidades, por cuanto menospreciaron mis ordenanzas y su alma desdeñó mis estatutos.
44 »Aun con todo esto, cuando ellos estén en tierra de sus enemigos, yo no los desecharé, ni los abominaré hasta consumirlos, invalidando mi pacto con ellos, porque yo, Jehová, soy su Dios. 45 Antes me acordaré de ellos por el pacto antiguo, cuando los saqué de la tierra de Egipto a los ojos de las naciones para ser su Dios. Yo, Jehová.»
46 Éstos son los estatutos, preceptos y leyes que estableció Jehová entre él y los hijos de Israel en el monte Sinaí por medio de Moisés.
Cosas consagradas a Dios
27 Habló Jehová a Moisés y le dijo: 2 «Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguien haga un voto especial a Jehová, según la estimación de las personas que se hayan de redimir, lo estimarás así: 3 Al hombre de veinte años hasta sesenta, lo estimarás en cincuenta siclos de plata, según el siclo del santuario. 4 Si es mujer, la estimarás en treinta siclos. 5 Si tiene entre cinco y veinte años de edad, al hombre lo estimarás en veinte siclos, y a la mujer en diez siclos. 6 Entre un mes y cinco años de edad, entonces estimarás al hombre en cinco siclos de plata, y a la mujer en tres siclos de plata. 7 Pero si tiene sesenta años de edad o más, al hombre lo estimarás en quince siclos, y a la mujer en diez siclos. 8 Pero si es muy pobre para pagar tu estimación, entonces será llevado ante el sacerdote, quien fijará el precio; conforme a la posibilidad del que hizo el voto, le fijará precio el sacerdote.
9 »Si se trata de un animal de los que se pueden ofrecer a Jehová, todo lo que de los tales se dé a Jehová será santo. 10 No será cambiado ni trocado, bueno por malo, ni malo por bueno; y si se permuta un animal por otro, tanto él como su sustituto serán sagrados.
11 »Si se trata de algún animal inmundo, de los que no se pueden ofrecer a Jehová, entonces el animal será puesto delante del sacerdote, 12 y el sacerdote lo valorará, sea bueno o sea malo; conforme a la estimación del sacerdote, así será. 13 Y si lo quiere rescatar, añadirá a tu valuación la quinta parte.
Nuevamente Jesús anuncia su muerte(A)
32 Iban por el camino subiendo a Jerusalén. Jesús iba delante, y ellos, asombrados, lo seguían con miedo. Entonces, volviendo a tomar a los doce aparte, les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer:
33 —Ahora subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas. Lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles. 34 Se burlarán de él, lo azotarán, lo escupirán y lo matarán; pero al tercer día resucitará.
Petición de Santiago y de Juan(B)
35 Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se le acercaron y le dijeron:
—Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte.
36 Él les preguntó:
—¿Qué queréis que os haga?
37 Ellos le contestaron:
—Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.
38 Entonces Jesús les dijo:
—No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado?
39 Ellos respondieron:
—Podemos.
Jesús les dijo:
—A la verdad, del vaso que yo bebo beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado seréis bautizados; 40 pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado.
41 Cuando lo oyeron los diez, comenzaron a enojarse contra Jacobo y contra Juan. 42 Pero Jesús, llamándolos, les dijo:
—Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. 43 Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros, será vuestro servidor; 44 y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos, 45 porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos.
El ciego Bartimeo recibe la vista(C)
46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él, sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo, el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino, mendigando. 47 Al oír que era Jesús nazareno, comenzó a gritar:
—¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
48 Y muchos lo reprendían para que callara, pero él clamaba mucho más:
—¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarlo; y llamaron al ciego, diciéndole:
—Ten confianza; levántate, te llama.
50 Él entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. 51 Jesús le preguntó:
—¿Qué quieres que te haga?
El ciego le dijo:
—Maestro, que recobre la vista.
52 Jesús le dijo:
—Vete, tu fe te ha salvado.
Al instante recobró la vista, y seguía a Jesús por el camino.
Cántico de las bodas del rey
Al músico principal; sobre «Lirios». Masquil de los hijos de Coré. Canción de amores
45 Rebosa mi corazón palabra buena;
dirijo al rey mi canto;
mi lengua es pluma de escribiente muy diestro.
2 Eres el más hermoso de los hijos de los hombres;
la gracia se ha derramado en tus labios;
por tanto, Dios te ha bendecido para siempre.
3 Ciñe tu espada sobre el muslo, valiente,
con tu gloria y majestad.
4 En tu gloria sé prosperado;
cabalga sobre palabra de verdad, de humildad y de justicia.
Tu diestra te enseñará cosas que asombran;
5 tus saetas agudas, con que caerán pueblos debajo de ti,
penetrarán en el corazón de los enemigos del rey.
6 Tu trono, Dios, es eterno y para siempre;
cetro de justicia es el cetro de tu reino.
7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad;
por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría
más que a tus compañeros.
8 Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos;
desde palacios de marfil te recrean.
9 Hijas de reyes están entre tus ilustres;
está la reina a tu diestra con oro de Ofir.
10 ¡Oye, hija, mira e inclina tu oído!
olvida tu pueblo y la casa de tu padre,
11 y deseará el rey tu hermosura.
Inclínate delante de él, porque él es tu señor.
12 Y las hijas de Tiro vendrán con presentes;
implorarán tu favor los ricos del pueblo.
13 Toda gloriosa es la hija del rey en su morada;
de brocado de oro es su vestido.
14 Con vestidos bordados será llevada al rey;
vírgenes irán en pos de ella,
sus compañeras serán traídas a ti.
15 Serán traídas con alegría y gozo;
entrarán en el palacio del rey.
16 En lugar de tus padres serán tus hijos,
a quienes harás príncipes en toda la tierra.
17 Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones,
por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.
22 La bendición de Jehová es la que enriquece,
y no añade tristeza con ella.
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