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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Levítico 24:1-25:46

La iluminación del Tabernáculo(A)

24 Habló Jehová a Moisés y le dijo: «Manda a los hijos de Israel que te traigan para el alumbrado aceite puro de olivas machacadas, para hacer arder las lámparas continuamente. Fuera del velo del Testimonio, en el Tabernáculo de reunión, las dispondrá Aarón delante de Jehová desde la tarde hasta la mañana. Estatuto perpetuo os será por vuestras generaciones. Sobre el candelabro de oro puro dispondrá las lámparas, para que ardan siempre delante de Jehová.

Los panes de la proposición

»Tomarás flor de harina, y cocerás con ella doce tortas; cada torta será de dos décimas de efa. Y las pondrás en dos hileras, seis en cada hilera, sobre la mesa de oro puro delante de Jehová. Pondrás también sobre cada hilera incienso puro, y será para el pan como perfume, como ofrenda que se quema a Jehová. Cada sábado lo dispondrá sin falta delante de Jehová, en nombre de los hijos de Israel, como pacto perpetuo. Será, por derecho perpetuo, de Aarón y de sus hijos, los cuales lo comerán en lugar santo, porque es una cosa muy santa que les pertenece de las ofrendas que se queman a Jehová.»

Castigo del blasfemo

10 En aquel tiempo, el hijo de una mujer israelita, pero de padre egipcio, salió entre los israelitas. Cuando el hijo de la israelita y un hombre de Israel riñeron en el campamento, 11 el hijo de la mujer israelita blasfemó, y maldijo el Nombre. Entonces lo llevaron a Moisés (su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan). 12 Lo pusieron en la cárcel, hasta que les fuera declarado qué hacer por palabra de Jehová. 13 Y Jehová habló a Moisés, y le dijo: 14 «Saca al blasfemo fuera del campamento, y todos los que lo oyeron pongan sus manos sobre su cabeza, y apedréelo toda la congregación. 15 Y a los hijos de Israel hablarás así: Cualquiera que maldiga a su Dios cargará con su pecado. 16 El que blasfeme contra el nombre de Jehová ha de ser muerto; toda la congregación lo apedreará. Tanto el extranjero como el natural, si blasfema contra el Nombre, que muera.

17 »Asimismo el hombre que hiera de muerte a cualquier persona, sufrirá la muerte.

18 »El que hiera a algún animal habrá de restituirlo, animal por animal.

19 »El que cause una lesión a su prójimo, según lo hizo, así le sea hecho: 20 rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que le haya causado al otro, igual se hará con él.

21 »El que hiera algún animal ha de restituirlo, pero el que hiera de muerte a un hombre, morirá.

22 »Un mismo estatuto tendréis para el extranjero y para el natural, porque yo soy Jehová, vuestro Dios.»

23 Entonces habló Moisés a los hijos de Israel, y ellos sacaron del campamento al blasfemo y lo apedrearon. Los hijos de Israel hicieron según Jehová había mandado a Moisés.

El año de reposo de la tierra y el año del jubileo

25 Jehová habló a Moisés en el monte Sinaí y le dijo: «Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, la tierra guardará reposo para Jehová. Seis años sembrarás tu tierra, seis años podarás tu viña y recogerás sus frutos. Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová; no sembrarás tu tierra ni podarás tu viña. No segarás lo que de por sí nazca en tu tierra segada, y las uvas de tu viñedo no vendimiarás; año de reposo será para la tierra. Aun en descanso, la tierra te dará de comer a ti, a tu siervo, a tu sierva, a tu criado y al extranjero que habite contigo. También a tu animal y a la bestia que haya en tu tierra, servirán de alimento todos sus frutos.

»Contarás siete semanas de años, siete veces siete años, de modo que los días de las siete semanas de años vendrán a sumar cuarenta y nueve años. Entonces harás tocar fuertemente la trompeta en el séptimo mes; el día diez del mes —el día de la expiación— haréis tocar la trompeta por toda vuestra tierra. 10 Así santificaréis el año cincuenta y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus habitantes. Ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia. 11 El año cincuenta os será jubileo; no sembraréis, ni segaréis lo que nazca de por sí en la tierra, ni vendimiaréis sus viñedos, 12 porque es el jubileo: santo será para vosotros. Del producto de la tierra comeréis.

13 »En este año de jubileo volveréis cada uno a vuestra posesión. 14 Cuando vendáis algo a vuestro prójimo o compréis de manos de vuestro prójimo, no engañe ninguno a su hermano. 15 Conforme al número de los años transcurridos después del jubileo comprarás de tu prójimo; conforme al número de los años de cosecha te venderá él a ti. 16 Cuanto mayor sea el número de los años, aumentarás el precio, y cuanto menor sea el número, disminuirás el precio, porque según el número de las cosechas te venderá él.

17 »No engañe ninguno a su prójimo, sino temed a vuestro Dios, porque yo soy Jehová, vuestro Dios. 18 Ejecutad, pues, mis estatutos y guardad mis ordenanzas; ponedlos por obra y habitaréis en la tierra seguros. 19 La tierra dará su fruto, comeréis hasta saciaros y habitaréis en ella con seguridad.

20 »Quizás os preguntéis: “¿Qué comeremos el séptimo año, ya que no hemos de sembrar ni hemos de recoger nuestros frutos?” 21 Yo os enviaré mi bendición el sexto año, y ella hará que haya fruto por tres años. 22 En el octavo año sembraréis, y comeréis del fruto añejo; hasta el año noveno, hasta que venga su fruto, comeréis del añejo.

23 »La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es, y vosotros como forasteros y extranjeros sois para mí. 24 Por tanto, en toda tierra de vuestra posesión otorgaréis derecho a rescatar la tierra.

25 »Si tu hermano empobrece y vende algo de su posesión, entonces su pariente más próximo vendrá y rescatará lo que su hermano haya vendido.

26 »Cuando el hombre no tenga quien rescate, y consigue lo suficiente para el rescate, 27 entonces contará los años desde que vendió, y pagará lo que falta al hombre a quien vendió, y volverá a su posesión. 28 Pero si no consigue lo suficiente para que se la devuelvan, lo que vendió estará en poder del que lo compró hasta el año del jubileo; y al jubileo quedará libre, y él volverá a su posesión.

29 »El hombre que venda una vivienda en una ciudad amurallada tendrá facultad de redimirla hasta el término de un año desde la venta; un año entero será el término para poderla redimir. 30 Y si no es rescatada dentro de ese año, la casa que esté en la ciudad amurallada quedará para siempre en poder de aquel que la compró, y de sus descendientes; no quedará libre en el jubileo. 31 Pero las casas de las aldeas que no tienen muros alrededor serán estimadas como los terrenos del campo: podrán ser rescatadas y quedarán libres en el jubileo.

32 »Pero en cuanto a las ciudades de los levitas, estos podrán rescatar en cualquier tiempo las casas en las ciudades de su posesión. 33 En el jubileo, el que haya comprado de los levitas saldrá de la casa vendida o de la ciudad de su posesión, por cuanto las casas de las ciudades de los levitas son la posesión de ellos entre los hijos de Israel. 34 Pero la tierra del ejido de sus ciudades no se venderá, porque es posesión suya a perpetuidad.

35 »Si tu hermano empobrece y recurre a ti, tú lo ampararás; como forastero y extranjero vivirá contigo. 36 No tomarás de él usura ni ganancia, sino tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo. 37 No le darás tu dinero a usura ni tus víveres a ganancia. 38 Yo soy Jehová, vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto para daros la tierra de Canaán y para ser vuestro Dios.

39 »Si tu hermano empobrece estando contigo, y se vende a ti, no lo harás servir como esclavo. 40 Como criado, como extranjero estará contigo; hasta el año del jubileo te servirá. 41 Entonces saldrá libre de tu casa junto con sus hijos, volverá a su familia y regresará a la posesión de sus padres, 42 porque son mis siervos, los cuales saqué yo de la tierra de Egipto: no serán vendidos a manera de esclavos. 43 No te enseñorearás de él con dureza, sino tendrás temor de tu Dios.

44 »Los esclavos y las esclavas que tengas serán de las gentes que están a vuestro alrededor; de ellos podréis comprar esclavos y esclavas. 45 También podréis comprar esclavos de entre los hijos y familiares de los forasteros que han nacido en vuestra tierra y viven en medio de vosotros, los cuales podrán ser de vuestra propiedad. 46 Los podréis dejar en herencia a vuestros hijos después de vosotros, como posesión hereditaria. Para siempre os serviréis de ellos, pero sobre vuestros hermanos, los hijos de Israel, no os enseñorearéis; nadie tratará a su hermano con dureza.

Marcos 10:13-31

Jesús bendice a los niños(A)

13 Le presentaban niños para que los tocara, pero los discípulos reprendían a los que los presentaban. 14 Viéndolo Jesús, se indignó y les dijo:

—Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de Dios. 15 De cierto os digo que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

16 Y tomándolos en los brazos, ponía las manos sobre ellos y los bendecía.

El joven rico(B)

17 Al salir él para seguir su camino, llegó uno corriendo y, arrodillándose delante de él, le preguntó:

—Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?

18 Jesús le dijo:

—¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios. 19 Los mandamientos sabes: “No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.” 20 Él entonces, respondiendo, le dijo:

—Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. 21 Entonces Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo:

—Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.

22 Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.

23 Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:

—¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!

24 Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles:

—Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios a los que confían en las riquezas! 25 Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.

26 Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí:

—¿Quién, pues, podrá ser salvo?

27 Entonces Jesús, mirándolos, dijo:

—Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios.

28 Entonces Pedro comenzó a decirle:

—Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.

29 Respondió Jesús y dijo:

—De cierto os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, 30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, aunque con persecuciones, y en el siglo venidero la vida eterna. 31 Pero muchos primeros serán los últimos, y los últimos, primeros.

Salmos 44:9-26

Pero nos has desechado, nos has hecho avergonzar,
y ya no sales con nuestros ejércitos.
10 Nos hiciste retroceder delante del enemigo
y nos saquean para sí los que nos aborrecen.
11 Nos entregas como ovejas al matadero
y nos has esparcido entre las naciones.
12 Has vendido a tu pueblo de balde;
¡no exigiste ningún precio!

13 Nos has hecho objeto de afrenta de nuestros vecinos;
nos pones por escarnio y por burla de los que nos rodean.
14 Nos pusiste por proverbio entre las naciones;
todos al vernos menean la cabeza.
15 Cada día mi vergüenza está delante de mí
y la confusión cubre mi rostro
16 por la voz del que me vitupera y me deshonra,
por razón del enemigo y del vengativo.

17 Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti
ni hemos faltado a tu pacto.
18 No se ha vuelto atrás nuestro corazón
ni se han apartado de tus caminos nuestros pasos,
19 para que nos arrojaras al lugar de los chacales
y nos cubrieras con la sombra de la muerte.

20 Si nos hubiéramos olvidado del nombre de nuestro Dios
o alzado nuestras manos hacia un dios ajeno,
21 ¿no lo descubriría Dios?,
pues él conoce los secretos del corazón.
22 Pero por causa de ti nos matan cada día;
somos contados como ovejas para el matadero.

23 ¡Despierta! ¿Por qué duermes, Señor?
¡Despierta! No te alejes para siempre.
24 ¿Por qué escondes tu rostro,
y te olvidas de nuestra aflicción y de la opresión nuestra?
25 Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo
y nuestro cuerpo está postrado hasta la tierra,
26 ¡levántate para ayudarnos
y redímenos por causa de tu misericordia!

Proverbios 10:20-21

20 Plata pura es la lengua del justo,
mas es nada el corazón de los malvados.
21 Los labios del justo sustentan a muchos,
pero los necios mueren por falta de entendimiento.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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