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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Levítico 19:1-20:21

19 El SEÑOR habló a Moisés diciendo: “Habla a toda la congregación de los hijos de Israel y diles: ‘Sean santos, porque yo, el SEÑOR su Dios, soy santo.

“‘Cada uno de ustedes respete a su madre y a su padre.

“‘Guarden mis sábados. Yo, el SEÑOR, su Dios.

“‘No recurran a los ídolos, ni los hagan dioses de fundición. Yo, el SEÑOR, su Dios.

“‘Cuando ofrezcan sacrificios de paz al SEÑOR, háganlo de tal manera que sean aceptados. Será comido el día que lo sacrifiquen y al día siguiente. Lo que quede para el tercer día será quemado en el fuego. Si se come algo de ello en el tercer día, eso será considerado inmundo y no será aceptado. El que lo coma cargará con su culpa, porque profanó lo que ha sido consagrado al SEÑOR. Tal persona será excluida de su pueblo.

“‘Cuando sieguen la mies de su tierra, no segarás hasta el último rincón de tu campo ni recogerás las espigas en tu campo segado. 10 Tampoco rebuscarás tu viña ni recogerás las uvas caídas de tu viña. Las dejarás para el pobre y para el extranjero. Yo, el SEÑOR, su Dios.

11 “‘No robarán ni mentirán ni se engañarán el uno al otro.

12 “‘No jurarán falsamente por mi nombre, profanando el nombre de tu Dios. Yo, el SEÑOR.

13 “‘No oprimirás a tu prójimo ni le robarás. El salario del jornalero no será retenido contigo en tu casa hasta la mañana siguiente.

14 “‘No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezo delante del ciego; sino que tendrás temor de tu Dios. Yo, el SEÑOR.

15 “‘No harás injusticia en el juicio. No favorecerás al pobre ni tratarás con deferencia al poderoso. Juzgarás a tu prójimo con justicia.

16 “‘No andarás calumniando en medio de tu pueblo.

“‘No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo, el SEÑOR.

17 “‘No aborrecerás en tu corazón a tu hermano. Ciertamente amonestarás a tu prójimo, para que no cargues con pecado a causa de él.

18 “‘No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo. Más bien, amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, el SEÑOR.

19 “‘Guardarán mis estatutos.

“‘No harás copular dos animales de especies diferentes. No sembrarás tu campo con una mezcla de dos clases de semillas. Tampoco te pondrás un vestido tejido con hilos de dos materiales distintos.

20 “‘Cuando un hombre tenga relaciones sexuales con una mujer, y ella sea una esclava comprometida con otro pero no rescatada ni se le haya dado libertad, habrá una severa reprensión; pero no se les dará muerte, por no ser ella libre. 21 Él traerá al SEÑOR su ofrenda por la culpa a la entrada del tabernáculo de reunión: un carnero como sacrificio por la culpa. 22 El sacerdote hará expiación por él delante del SEÑOR, con el carnero del sacrificio por la culpa, por el pecado que cometió; y el pecado cometido le será perdonado.

23 “‘Cuando hayan entrado en la tierra y plantado toda clase de árboles frutales, dejarán sus primeros frutos sin cosechar. Por tres años no serán cosechados, y su fruto no se comerá. 24 El cuarto año todo su fruto será santo, una ofrenda de alabanza al SEÑOR. 25 El quinto año podrán comer de su fruto, para que les aumente su producción. Yo, el SEÑOR, su Dios.

26 “‘No comerán cosa alguna con sangre[a].

“‘No practicarán la adivinación ni la brujería.

27 “‘No cortarán los extremos de su cabello, y no estropearán[b] la punta de su[c] barba. 28 No harán incisiones en sus cuerpos a causa de algún difunto ni grabarán tatuajes sobre ustedes. Yo, el SEÑOR.

29 “‘No profanarás a tu hija, haciendo que ella se prostituya, para que no se prostituya la tierra y se llene de maldad.

30 “‘Guardarán mis sábados y tendrán en reverencia mi santuario. Yo, el SEÑOR.

31 “‘No recurran a los que evocan a los muertos ni busquen a los adivinos para contaminarse con ellos. Yo, el SEÑOR, su Dios.

32 “‘Ante las canas te pondrás de pie. Darás honor al anciano y tendrás temor de tu Dios. Yo, el SEÑOR.

33 “‘Cuando un extranjero resida con ustedes[d] en la tierra de ustedes, no lo oprimirán. 34 Como a un natural de ustedes considerarán al extranjero que resida entre ustedes. Lo amarás como a ti mismo, porque extranjeros fueron ustedes en la tierra de Egipto. Yo, el SEÑOR, su Dios.

35 “‘No harán injusticia en el juicio, ni en la medida de longitud, ni en la de peso, ni en la de capacidad. 36 Tendrán balanzas justas[e], pesas justas y medidas justas. Yo, el SEÑOR, su Dios que los saqué de la tierra de Egipto.

37 “‘Guarden, pues, todos mis estatutos y todos mis decretos, y pónganlos por obra. Yo, el SEÑOR’ ”.

Penas contra la inmoralidad

20 El SEÑOR habló a Moisés diciendo: “Di también a los hijos de Israel que cualquier persona de los hijos de Israel, o de los extranjeros que residen en medio de Israel, que ofrezca alguno de sus descendientes a Moloc, morirá irremisiblemente. El pueblo de la tierra lo apedreará. Yo mostraré mi ira contra tal persona y la excluiré de entre su pueblo, porque ofreció alguno de sus descendientes a Moloc, contaminando mi santuario y profanando mi santo nombre. Si el pueblo de la tierra cierra sus ojos ante la persona que ofreció alguno de sus descendientes a Moloc, a fin de no hacerlo morir, yo mostraré mi ira contra esa persona y contra su familia, y la excluiré de entre su pueblo, junto con todos los que se prostituyeron en pos de ella prostituyéndose con Moloc.

“Si una persona recurre a los que evocan a los muertos y a los adivinos para prostituirse tras ellos, yo mostraré mi ira contra tal persona y la excluiré de entre su pueblo.

“Santifíquense, pues, y sean santos, porque yo, el SEÑOR, soy su Dios. Guarden y practiquen mis estatutos. Yo, el SEÑOR, que los santifico.

“Cuando alguna persona maldiga a su padre o a su madre, morirá irremisiblemente. Ha maldecido a su padre o a su madre; su sangre será sobre ella.

10 “Si un hombre comete adulterio con una mujer casada, si comete adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera morirán irremisiblemente.

11 “Si un hombre se acuesta con la mujer de su padre, descubre la desnudez de su padre. Ambos morirán irremisiblemente; su sangre será sobre ellos. 12 “Si un hombre se acuesta con su nuera, ambos morirán irremisiblemente, pues cometieron depravación; su sangre será sobre ellos.

13 “Si un hombre se acuesta con un hombre, como se acuesta con una mujer, los dos cometen una abominación. Ambos morirán irremisiblemente; su sangre será sobre ellos.

14 “El que tome como esposas a una mujer y también a la madre de ella comete una infamia: Quemarán en el fuego a él y a ellas, para que no haya infamia entre ustedes.

15 “Si alguno tiene cópula con un animal, morirá irremisiblemente. Mataréis también al animal.

16 “Si una mujer se acerca a algún animal para tener cópula con él, matarás a la mujer y al animal. Morirán irremisiblemente; su sangre será sobre ellos.

17 “Si un hombre toma a su hermana, hija de su padre o hija de su madre, y él ve la desnudez de ella, y ella ve la de él, es cosa abominable. Por tanto, serán excluidos a la vista de los hijos de su pueblo. Ha descubierto la desnudez de su hermana; él cargará con su culpa.

18 “Si un hombre se acuesta con una mujer menstruosa y descubre su desnudez, descubre la fuente de ella, y ella pone al descubierto la fuente de su sangre. Ambos serán excluidos de entre su pueblo.

19 “No descubrirás la desnudez de la hermana de tu madre ni la de la hermana de tu padre, porque sería desnudar a tu parienta cercana. Ambos cargarán con su culpa.

20 “Si un hombre se acuesta con su tía, descubre la desnudez de su tío. Ellos cargarán con su pecado; morirán sin tener hijos.

21 “Si un hombre toma a la mujer de su hermano, comete una inmundicia. Él descubre la desnudez de su hermano; ambos quedarán sin tener hijos.

Marcos 8:11-38

Los fariseos piden una señal

11 Salieron los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole una señal del cielo, para probarle. 12 Él suspiró profundamente en su espíritu y dijo: “¿Por qué pide esta generación una señal? De cierto les digo que a esta generación no se le dará ninguna señal”.

13 Y dejándolos, volvió a entrar en la barca y cruzó a la otra orilla.

La levadura de los fariseos

14 Se habían olvidado de llevar pan, y no tenían consigo en la barca sino un solo pan. 15 Y él les mandó, diciendo:

—Miren; guárdense de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.

16 Ellos discutían los unos con los otros, porque no tenían pan. 17 Como Jesús lo entendió, les dijo:

—¿Por qué discuten? ¿Porque no tienen pan? ¿Todavía no entienden ni comprenden? ¿Tienen[a] endurecido su corazón? 18 Teniendo ojos, ¿no ven? Teniendo oídos, ¿no oyen? ¿No se acuerdan? 19 Cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas canastas llenas de pedazos recogieron?

Ellos dijeron:

—Doce.

20 —Y cuando repartí los siete panes entre los cuatro mil, ¿cuántas cestas llenas de pedazos recogieron?

Ellos dijeron:

—Siete.

21 Él les preguntó:

—¿Todavía no comprenden?

Jesús sana a un ciego en Betsaida

22 Jesús fue a Betsaida, y le trajeron un ciego y le rogaban que lo tocara. 23 Entonces, tomando al ciego de la mano, lo sacó fuera de la aldea. Después de mojarle los ojos con saliva e imponerle las manos le preguntó:

—¿Ves algo?

24 Al mirar, él decía:

—Veo a los hombres, pero los veo como árboles que andan.

25 Luego puso otra vez las manos sobre sus ojos, y el ciego miró intensamente. Y fue restaurada su vista, y veía todo de lejos y claramente. 26 Entonces Jesús lo envió a su casa, diciéndole:

—No entres en la aldea[b].

La confesión de Pedro

27 Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó a sus discípulos diciendo:

—¿Quién dice la gente que soy yo?

28 Ellos respondieron:

—Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; otros, uno de los profetas.

29 Entonces él les preguntó:

—Pero ustedes, ¿quién dicen que soy yo?

Respondiendo Pedro le dijo:

—¡Tú eres el Cristo!

30 Él les mandó enérgicamente que no hablaran a nadie acerca de él.

Jesús anuncia su muerte y victoria

31 Luego comenzó a enseñarles que era necesario que el Hijo del Hombre padeciera mucho, que fuera desechado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y que fuera muerto y resucitado después de tres días. 32 Les decía esto claramente. Entonces Pedro lo tomó aparte y comenzó a reprenderlo. 33 Pero él se dio vuelta y, mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro diciéndole:

—¡Quítate de delante de mí, Satanás! Porque no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

Condiciones para seguir a Jesús

34 Y llamó a sí a la gente, juntamente con sus discípulos, y les dijo:

—Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. 35 Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio la salvará. 36 Pues, ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero y perder su vida? 37 Porque, ¿qué dará el hombre en rescate por su vida? 38 Pues el que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

Salmos 42

Libro II: Salmos 42—72

Anhelo por la presencia de Dios

42 Al músico principal. Masquil[a] de los hijos de Coré.

Como ansía el venado las corrientes de las aguas,
así te ansía a ti, oh Dios, el alma mía.
Mi alma tiene sed de Dios,
del Dios vivo.
¿Cuándo iré para presentarme delante de Dios?
Mis lágrimas han sido mi alimento día y noche
mientras me dicen todos los días: “¿Dónde está tu Dios?”.
Recuerdo estas cosas y derramo
mi alma dentro de mí:
cuando pasaba con la muchedumbre, guiándolos hasta la casa de Dios, con voz de alegría y de acción de gracias de la multitud en fiesta.
¿Por qué te abates, oh alma mía,
y te turbas dentro de mí?
Espera a Dios, porque aún le he
de alabar.
¡Él es la salvación de mi ser, y mi Dios! Mi alma está abatida dentro de mí. Por esto me acordaré de ti
en la tierra del Jordán y del Hermón, en el monte de Mizar.
Un abismo llama a otro por la voz
de tus cascadas;
todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.
De día mandará el SEÑOR
su misericordia;
y de noche su canción estará conmigo,
la oración al Dios de mi vida.
Diré a Dios: “Roca mía,
¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué he de andar enlutado por la opresión del enemigo?”.
10 Mientras mis huesos se quebrantan, mis enemigos me afrentan
diciéndome cada día:
“¿Dónde está tu Dios?”.
11 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
y por qué te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún le he
de alabar.
¡Él es la salvación de mi ser, y mi Dios!

Proverbios 10:17

17 El que guarda la disciplina está en el camino de la vida,
pero el que descuida la reprensión hace errar.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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