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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Levítico 6:1-7:27

Administración de las ofrendas y sacrificios (6—7)

El holocausto

Le dijo además Dios a Moisés:

— Da estas órdenes a Aarón y a sus hijos: Este es el ritual del holocausto: el holocausto estará sobre el altar encima de las brasas toda la noche hasta la mañana, tiempo en el que el fuego del altar deberá permanecer encendido. El sacerdote se vestirá su túnica y calzones de lino y, cuando el fuego haya consumido el holocausto, apartará las cenizas del altar y las pondrá a un lado del mismo. Después se quitará sus ropas, se pondrá otras ropas y llevará las cenizas a un lugar puro fuera del campamento. El fuego se mantendrá permanentemente encendido sobre el altar sin dejar que se apague; cada mañana el sacerdote lo alimentará con leña, colocará el holocausto encima de él y quemará sobre él la grasa de los sacrificios de comunión. El fuego deberá arder continuamente en el altar; no se dejará apagar.

Ofrenda de cereal

Este es el ritual para la ofrenda de cereal: la presentarán los aaronitas en presencia del Señor delante del altar. Se tomará un puñado de flor de harina de la ofrenda de cereal, junto con el aceite y con todo el incienso que corresponda a la ofrenda, y lo quemará sobre el altar como porción simbólica de olor grato al Señor. El resto de la ofrenda lo comerán Aarón y sus hijos; lo comerán sin levadura en lugar sagrado, dentro del atrio de la Tienda del encuentro. 10 No se usará levadura para cocinar la ofrenda. Yo se lo he asignado como participación en mis ofrendas; es algo muy sagrado en cuanto ofrenda de purificación y ofrenda de reparación. 11 Todos los varones aaronitas comerán de ella. Es esta una norma perpetua para las futuras generaciones en lo que se refiere a las ofrendas para el Señor. Cualquier cosa con la que entren en contacto quedará consagrada.

12 Le dijo también Dios a Moisés:

13 — Esta es la ofrenda que Aarón y sus descendientes presentarán al Señor el día de su unción: dos kilos de flor de harina como ofrenda perpetua, la otra mitad por la mañana y la mitad por la tarde. 14 Se preparará con aceite en una sartén; la presentarás bien frita y partida en trozos como ofrenda de pasteles y de olor grato al Señor. 15 Cualquier sacerdote ungido descendiente de Aarón hará esta ofrenda. Es esta una norma perpetua: la ofrenda será quemada completamente en honor del Señor. 16 Esta ofrenda de cereal del sacerdote será quemada totalmente; en ningún caso se comerá.

La ofrenda de purificación

17 Dijo el Señor a Moisés:

18 — Di a Aarón y a sus hijos: Este es el ritual para la ofrenda de purificación: la víctima para la ofrenda será degollada en presencia del Señor en el lugar donde se degüella el holocausto, pues se trata de algo muy sagrado. 19 La comerá el sacerdote que la haya ofrecido en expiación por el pecado; será comida en lugar sagrado, en el atrio de la Tienda del encuentro. 20 Todo lo que entre en contacto con la carne de la víctima quedará consagrado; y si algún vestido queda salpicado con la sangre de la víctima, lo lavarás en lugar sagrado. 21 Si la víctima fue cocida en vasija de barro, se hará añicos la vasija; si lo fue en vasija de bronce, será fregada y lavada con agua. 22 Cualquier sacerdote varón podrá comer de ella, pues es algo muy sagrado. 23 Pero no se podrá comer ninguna ofrenda de purificación cuya sangre se lleve a la Tienda del encuentro para hacer expiación en el santuario; tal ofrenda debe ser consumida por el fuego.

La ofrenda de reparación

Asimismo este es el ritual para la ofrenda de reparación; se trata de algo muy sagrado. La víctima de la ofrenda de reparación será degollada en el lugar donde se degüella el holocausto y con su sangre se rociará el altar por todos sus lados. Luego se ofrecerá toda la grasa de la víctima, la de la cola y la que cubre las vísceras, los dos riñones, la grasa que los cubre y la que está sobre los lomos; y con los riñones quitará la grasa que está sobre el hígado. El sacerdote lo quemará sobre el altar como ofrenda para el Señor. Es una ofrenda de reparación. Cualquier sacerdote varón podrá comer de ella; será comida en lugar sagrado pues, es algo muy sagrado.

Tanto la ofrenda de purificación como la ofrenda de reparación se regirán por la misma normativa. La víctima le pertenece al sacerdote que haga la expiación. Al sacerdote que ofrezca el holocausto, le pertenece la piel de la víctima que se ofrece. De igual manera, será para el sacerdote que la presente toda ofrenda de cereal preparada en horno, sartén o cazuela. 10 Pero toda ofrenda de cereal, tanto la seca como la amasada con aceite, pertenecerá por igual a todos los descendientes de Aarón.

El sacrificio de comunión

11 Este es el ritual para el sacrificio de comunión ofrecido al Señor: 12 Si se presenta en acción de gracias, se ofrecerá acompañado de tortas sin levadura amasadas con aceite, de hojaldres sin levadura untadas con aceite, y de flor de harina preparada en forma de tortas amasadas con aceite.

13 Con el sacrificio de comunión ofrecido en acción de gracias, presentará una ofrenda con tortas de pan fermentado. 14 Y de todas estas ofrendas se reservará una porción como tributo al Señor, porción que será para el sacerdote que rocíe la sangre de los sacrificios de comunión. 15 La carne de este sacrificio de comunión en acción de gracias se comerá el mismo día que en que se ofrece, sin dejar nada para otro día.

16 Si es un sacrificio voluntario o en cumplimiento de un voto, la carne de la víctima será comida el mismo día en que se ofrece; lo que sobre podrá comerse al día siguiente; 17 pero si quedase algo para el tercer día, será quemado. 18 Si se come algo de la carne del sacrificio de comunión en el tercer día, el sacrificio no será aceptado, no se le tendrá en cuenta al que lo ofreció; será considerado como algo detestable, y la persona que lo haya comido sufrirá las consecuencias de su pecado.

19 No se podrá comer la carne que haya estado en contacto con cualquier cosa impura; será consumida por el fuego.

Toda persona en estado de pureza ritual podrá comer la carne; 20 pero la persona que en estado de impureza ritual coma la carne del sacrificio de comunión ofrecido al Señor, será extirpada de su pueblo.

21 La persona que toque algo impuro, sea impureza humana, animal impuro o cualquier otra cosa impura, y luego coma carne del sacrificio de comunión ofrecido al Señor, será extirpada de su pueblo.

Prohibición de comer grasa y sangre

22 Dijo el Señor a Moisés:

23 — Di a los israelitas: no comerán grasa de buey ni de cordero ni de cabra. 24 La grasa de un animal muerto o despedazado por las fieras se usará para cualquier otra cosa, pero no la comerán. 25 Porque la persona que coma la grasa de un animal ofrecido al Señor, será extirpada de su pueblo. 26 No comerán la sangre de aves o bestias en ningún lugar en donde ustedes habiten. 27 La persona que se alimente de cualquier clase de sangre, será extirpada de su pueblo.

Marcos 3:7-30

La gente acude a Jesús

Jesús se fue con sus discípulos a la orilla del lago y lo siguió una gran multitud de gente procedente de Galilea; y también de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la orilla oriental del Jordán y de la región de Tiro y Sidón acudió a Jesús mucha gente que había oído hablar de todo lo que hacía. Jesús mandó a sus discípulos que le preparasen una barca para que la multitud no lo aplastara. 10 Había curado a tantos, que todos los que tenían alguna enfermedad se echaban ahora sobre él para tocarlo. 11 Y hasta los espíritus impuros, al verlo, se arrojaban a sus pies, gritando:

— ¡Tú eres el Hijo de Dios!

12 Pero Jesús les ordenaba severamente que no lo descubrieran.

Elección de los doce apóstoles (Mt 10,1-4; Lc 6,12-16)

13 Después de esto, Jesús subió al monte y llamó a los que le pareció bien. Y se acercaron a él. 14 También designó a doce, a quienes constituyó apóstoles, para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar 15 con poder para expulsar demonios.

16 Los doce designados fueron: Simón, al que puso por sobrenombre Pedro; 17 Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo, a quienes llamó Boanerges, que significa “hijos del trueno”; 18 Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo; Tadeo, Simón el cananeo 19 y Judas Iscariote, el que más tarde lo traicionó.

Los parientes de Jesús

20 Jesús llegó a casa y otra vez se juntó tanta gente, que ni siquiera les dejaban comer. 21 Cuando algunos de sus parientes se enteraron, vinieron con la intención de llevárselo a la fuerza, porque decían que estaba loco.

Jesús y Belzebú (Mt 12,22-30; Lc 11,14-23)

22 Los maestros de la ley llegados de Jerusalén decían que Jesús estaba poseído por Belzebú, el jefe de los demonios, con cuyo poder los expulsaba. 23 Entonces Jesús los llamó y los interpeló con estas comparaciones:

— ¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? 24 Si una nación se divide contra sí misma, no puede subsistir. 25 Tampoco una familia que se divida contra sí misma puede subsistir. 26 Y si Satanás se hace la guerra y actúa contra sí mismo, tampoco podrá subsistir; habrá llegado a su fin. 27 Nadie puede entrar en casa de un hombre fuerte y robarle sus bienes si primero no ata a ese hombre fuerte. Solamente entonces podrá saquear su casa.

El pecado contra el Espíritu Santo (Mt 12,31-32; Lc 12,10)

28 Les aseguro que todo les será perdonado a los seres humanos: tanto los pecados como las blasfemias en que incurran. 29 Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, nunca jamás será perdonado y será tenido para siempre por culpable.

30 Esto lo dijo Jesús contra quienes afirmaban que estaba poseído por un espíritu impuro.

Salmos 37:1-11

Salmo 37 (36)

Los justos heredarán la tierra

37 De David.
No te exasperes con los malvados,
no envidies a los que obran mal,
pues como la hierba pronto se secan,
como el prado verde se agostan.
Confía en el Señor y haz el bien,
habita esta tierra y sé fiel.
Deléitate en el Señor
y él te dará cuanto pidas.
Encomienda tu camino al Señor,
confía en él y él actuará.
Hará que como la luz resplandezca tu justicia,
como el mediodía tu derecho.
Descansa en el Señor
y pon en él tu esperanza;
no envidies a quien prospera,
a quien no para de tramar intrigas.
No te enfurezcas, no te enojes,
no te exasperes que harás mal.
Pues los malvados serán aniquilados;
heredarán, en cambio, la tierra
los que confían en el Señor.
10 Dentro de poco no habrá ni un malvado,
mirarás dónde estaba y no habrá nadie.
11 Los humildes heredarán la tierra
y se deleitarán en una inmensa paz.

Proverbios 10:3-4

El Señor no deja pasar hambre al justo,
reprueba la avaricia del malvado.
Mano indolente empobrece,
manos decididas enriquecen.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España