32 »Ahora pues, hijos, escúchenme(A),Porque bienaventurados son los que guardan mis caminos(B).
34 Bienaventurado el hombre que me escucha(A),Velando a mis puertas día a día,Aguardando en los postes de mi entrada.
Nueva Biblia de las Américas™ NBLA™ Copyright © 2005 por The Lockman Foundation