Add parallel Print Page Options

10 no sea que los extraños se sacien con tus fuerzas,
y los frutos de tu trabajo vayan a dar
a la casa de un desconocido.
11 Entonces gemirás al final de tu vida, cuando tu cuerpo y tu carne se hayan consumido.
12 Y dirás: “¡Cómo aborrecí la disciplina
y mi corazón menospreció la reprensión!

Read full chapter