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Tobías el amonita estaba cerca de él, y dijo: «Aun lo que están edificando, si un zorro saltara sobre ello(A), derribaría su muralla de piedra».

Oye, oh Dios nuestro, cómo somos despreciados(B). Devuelve su oprobio sobre sus cabezas(C) y entrégalos por despojo en una tierra de cautividad. No perdones su iniquidad, ni su pecado sea borrado de delante de Ti(D), porque han desmoralizado a los que edifican.

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