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11 Después de sacar las barcas a tierra, lo dejaron todo y lo siguieron.

Jesús sana a un leproso

12 Aconteció que, estando Jesús en una de las ciudades, he aquí había un hombre lleno de lepra. Él vio a Jesús y, postrándose sobre su rostro, le rogó diciendo:

—Señor, si quieres, puedes limpiarme.

13 Entonces extendió la mano y lo tocó diciendo:

—Quiero. ¡Sé limpio!

Al instante la lepra desapareció de él.

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