Add parallel Print Page Options

En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: “Paz sea a esta casa.” Si hay allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros. Quedaos en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den, porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa.

Read full chapter