Job 13-15
Reina-Valera 1960
Job defiende su integridad
13 He aquí que todas estas cosas han visto mis ojos,
Y oído y entendido mis oídos.
2 Como vosotros lo sabéis, lo sé yo;
No soy menos que vosotros.
3 Mas yo hablaría con el Todopoderoso,
Y querría razonar con Dios.
4 Porque ciertamente vosotros sois fraguadores de mentira;
Sois todos vosotros médicos nulos.
5 Ojalá callarais por completo,
Porque esto os fuera sabiduría.
6 Oíd ahora mi razonamiento,
Y estad atentos a los argumentos de mis labios.
7 ¿Hablaréis iniquidad por Dios?
¿Hablaréis por él engaño?
8 ¿Haréis acepción de personas a su favor?
¿Contenderéis vosotros por Dios?
9 ¿Sería bueno que él os escudriñase?
¿Os burlaréis de él como quien se burla de algún hombre?
10 Él os reprochará de seguro,
Si solapadamente hacéis acepción de personas.
11 De cierto su alteza os habría de espantar,
Y su pavor habría de caer sobre vosotros.
12 Vuestras máximas son refranes de ceniza,
Y vuestros baluartes son baluartes de lodo.
13 Escuchadme, y hablaré yo,
Y que me venga después lo que viniere.
14 ¿Por qué quitaré yo mi carne con mis dientes,
Y tomaré mi vida en mi mano?
15 He aquí, aunque él me matare, en él esperaré;
No obstante, defenderé delante de él mis caminos,
16 Y él mismo será mi salvación,
Porque no entrará en su presencia el impío.
17 Oíd con atención mi razonamiento,
Y mi declaración entre en vuestros oídos.
18 He aquí ahora, si yo expusiere mi causa,
Sé que seré justificado.
19 ¿Quién es el que contenderá conmigo?
Porque si ahora yo callara, moriría.
20 A lo menos dos cosas no hagas conmigo;
Entonces no me esconderé de tu rostro:
21 Aparta de mí tu mano,
Y no me asombre tu terror.
22 Llama luego, y yo responderé;
O yo hablaré, y respóndeme tú.
23 ¿Cuántas iniquidades y pecados tengo yo?
Hazme entender mi transgresión y mi pecado.
24 ¿Por qué escondes tu rostro,
Y me cuentas por tu enemigo?
25 ¿A la hoja arrebatada has de quebrantar,
Y a una paja seca has de perseguir?
26 ¿Por qué escribes contra mí amarguras,
Y me haces cargo de los pecados de mi juventud?
27 Pones además mis pies en el cepo, y observas todos mis caminos,
Trazando un límite para las plantas de mis pies.
28 Y mi cuerpo se va gastando como de carcoma,
Como vestido que roe la polilla.
Job discurre sobre la brevedad de la vida
14 El hombre nacido de mujer,
Corto de días, y hastiado de sinsabores,
2 Sale como una flor y es cortado,
Y huye como la sombra y no permanece.
3 ¿Sobre este abres tus ojos,
Y me traes a juicio contigo?
4 ¿Quién hará limpio a lo inmundo?
Nadie.
5 Ciertamente sus días están determinados,
Y el número de sus meses está cerca de ti;
Le pusiste límites, de los cuales no pasará.
6 Si tú lo abandonares, él dejará de ser;
Entre tanto deseará, como el jornalero, su día.
7 Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza;
Retoñará aún, y sus renuevos no faltarán.
8 Si se envejeciere en la tierra su raíz,
Y su tronco fuere muerto en el polvo,
9 Al percibir el agua reverdecerá,
Y hará copa como planta nueva.
10 Mas el hombre morirá, y será cortado;
Perecerá el hombre, ¿y dónde estará él?
11 Como las aguas se van del mar,
Y el río se agota y se seca,
12 Así el hombre yace y no vuelve a levantarse;
Hasta que no haya cielo, no despertarán,
Ni se levantarán de su sueño.
13 ¡Oh, quién me diera que me escondieses en el Seol,
Que me encubrieses hasta apaciguarse tu ira,
Que me pusieses plazo, y de mí te acordaras!
14 Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?
Todos los días de mi edad esperaré,
Hasta que venga mi liberación.
15 Entonces llamarás, y yo te responderé;
Tendrás afecto a la hechura de tus manos.
16 Pero ahora me cuentas los pasos,
Y no das tregua a mi pecado;
17 Tienes sellada en saco mi prevaricación,
Y tienes cosida mi iniquidad.
18 Ciertamente el monte que cae se deshace,
Y las peñas son removidas de su lugar;
19 Las piedras se desgastan con el agua impetuosa, que se lleva el polvo de la tierra;
De igual manera haces tú perecer la esperanza del hombre.
20 Para siempre serás más fuerte que él, y él se va;
Demudarás su rostro, y le despedirás.
21 Sus hijos tendrán honores, pero él no lo sabrá;
O serán humillados, y no entenderá de ello.
22 Mas su carne sobre él se dolerá,
Y se entristecerá en él su alma.
Elifaz reprende a Job
15 Respondió Elifaz temanita, y dijo:
2 ¿Proferirá el sabio vana sabiduría,
Y llenará su vientre de viento solano?
3 ¿Disputará con palabras inútiles,
Y con razones sin provecho?
4 Tú también disipas el temor,
Y menoscabas la oración delante de Dios.
5 Porque tu boca declaró tu iniquidad,
Pues has escogido el hablar de los astutos.
6 Tu boca te condenará, y no yo;
Y tus labios testificarán contra ti.
7 ¿Naciste tú primero que Adán?
¿O fuiste formado antes que los collados?
8 ¿Oíste tú el secreto de Dios,
Y está limitada a ti la sabiduría?
9 ¿Qué sabes tú que no sepamos?
¿Qué entiendes tú que no se halle en nosotros?
10 Cabezas canas y hombres muy ancianos hay entre nosotros,
Mucho más avanzados en días que tu padre.
11 ¿En tan poco tienes las consolaciones de Dios,
Y las palabras que con dulzura se te dicen?
12 ¿Por qué tu corazón te aleja,
Y por qué guiñan tus ojos,
13 Para que contra Dios vuelvas tu espíritu,
Y saques tales palabras de tu boca?
14 ¿Qué cosa es el hombre para que sea limpio,
Y para que se justifique el nacido de mujer?
15 He aquí, en sus santos no confía,
Y ni aun los cielos son limpios delante de sus ojos;
16 ¿Cuánto menos el hombre abominable y vil,
Que bebe la iniquidad como agua?
17 Escúchame; yo te mostraré,
Y te contaré lo que he visto;
18 Lo que los sabios nos contaron
De sus padres, y no lo encubrieron;
19 A quienes únicamente fue dada la tierra,
Y no pasó extraño por en medio de ellos.
20 Todos sus días, el impío es atormentado de dolor,
Y el número de sus años está escondido para el violento.
21 Estruendos espantosos hay en sus oídos;
En la prosperidad el asolador vendrá sobre él.
22 Él no cree que volverá de las tinieblas,
Y descubierto está para la espada.
23 Vaga alrededor tras el pan, diciendo: ¿En dónde está?
Sabe que le está preparado día de tinieblas.
24 Tribulación y angustia le turbarán,
Y se esforzarán contra él como un rey dispuesto para la batalla,
25 Por cuanto él extendió su mano contra Dios,
Y se portó con soberbia contra el Todopoderoso.
26 Corrió contra él con cuello erguido,
Con la espesa barrera de sus escudos.
27 Porque la gordura cubrió su rostro,
E hizo pliegues sobre sus ijares;
28 Y habitó las ciudades asoladas,
Las casas inhabitadas,
Que estaban en ruinas.
29 No prosperará, ni durarán sus riquezas,
Ni extenderá por la tierra su hermosura.
30 No escapará de las tinieblas;
La llama secará sus ramas,
Y con el aliento de su boca perecerá.
31 No confíe el iluso en la vanidad,
Porque ella será su recompensa.
32 Él será cortado antes de su tiempo,
Y sus renuevos no reverdecerán.
33 Perderá su agraz como la vid,
Y derramará su flor como el olivo.
34 Porque la congregación de los impíos será asolada,
Y fuego consumirá las tiendas de soborno.
35 Concibieron dolor, dieron a luz iniquidad,
Y en sus entrañas traman engaño.
Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Utilizado con permiso. Si desea más información visite americanbible.org, unitedbiblesocieties.org, vivelabiblia.com, unitedbiblesocieties.org/es/casa/, www.rvr60.bible
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