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11 Tranquilo estuvo Moab desde su juventud;
sobre sus sedimentos ha estado reposado;
no fue vaciado de vasija en vasija
ni nunca estuvo en cautiverio.
Por eso conservó su propio sabor
y no ha perdido su aroma.

12 «Pero vienen días, ha dicho Jehová, en que yo le enviaré trasvasadores que lo trasvasarán, vaciarán sus vasijas y romperán sus odres. 13 Y Moab se avergonzará de Quemos, como la casa de Israel se avergonzó de Bet-el, su confianza.

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