28 Pero cuando miro, no hay nadie(A),Y entre ellos[a] no hay consejeros(B)A quienes, si les pregunto, puedan responder(C).
34 Pues, ¿quién ha conocido la mente del Señor? ¿O quién llego a ser Su consejero(A)?
16 Porque ¿quién ha conocido la mente del Señor, para que lo instruya(A)? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo(B).
Nueva Biblia de las Américas™ NBLA™ Copyright © 2005 por The Lockman Foundation