Add parallel Print Page Options

prefiero disfrutar
del aroma de tus perfumes.
Y eso eres tú:
¡perfume agradable!

¡Ahora me doy cuenta
por qué te aman las mujeres!

¡Vamos, date prisa
y llévame contigo!
¡Llévame ya a tus habitaciones,
rey de mi vida!
Por ti haremos fiesta,
por ti estaremos alegres;
nos olvidaremos del vino
y disfrutaré de tus caricias.
¡Ahora me doy cuenta
por qué las mujeres te aman tanto!

¡Mujeres de Jerusalén!
Yo soy morena, sí,
como las tiendas de Quedar.
Y soy también hermosa,
como las cortinas de Salomón.

Read full chapter