Add parallel Print Page Options

Por decisión divina, la visita de Ocozías a Jorán se convirtió en su perdición; apenas llegó, salió con Jorán al encuentro de Jehú, hijo de Nimsí, ungido por el Señor para exterminar a la dinastía de Ajab. Jehú hizo justicia con la dinastía de Ajab, matando también a los príncipes de Judá y a los parientes de Ocozías que estaban a su servicio. Luego mandó buscar a Ocozías, que se había escondido en Samaría; lo apresaron y lo llevaron ante Jehú, que lo mandó ejecutar. Pero, por ser hijo de Josafat, que había seguido íntegramente al Señor, lo enterraron. Y no quedó nadie en la familia de Ocozías capaz de reinar.

Read full chapter