Add parallel Print Page Options

38 Luego el profeta salió a esperar al rey a la vera del camino, cubierto el rostro con un antifaz. 39 Cuando pasaba el rey, el profeta le gritó:

―Este tu siervo entró en lo más reñido de la batalla. Allí alguien se me presentó con un prisionero y me dijo: “Hazte cargo de este hombre. Si se te escapa, pagarás su vida con la tuya, o con tres mil monedas[a] de plata”. 40 Mientras este tu siervo estaba ocupado en otras cosas, el hombre se escapó.

―¡Esa es tu sentencia! —respondió el rey de Israel—. Tú mismo has tomado la decisión.

Read full chapter

Footnotes

  1. 20:39 tres mil monedas. Lit. un talento.